En la UE hemos cumplido con la inmigración

Se trata de legislación que llevaba más de diez años en proceso de elaboración. Hemos hecho honor a nuestra palabra. Hemos cumplido nuestras promesas. Y lo que es aún más importante, este paquete tiene todo el potencial necesario para marcar la diferencia. 

El paquete aprobado por sus representantes en el Parlamento Europeo establece un marco legislativo sólido que será el mismo en todos los Estados miembros. Que funciona y que protege.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, durante la última reunión del Consejo Europeo. Unión Europea

Son leyes que refuerzan las fronteras, que son humanas y justas con quienes necesitan protección, que son firmes con quienes no tienen derecho al asilo y que son severas con los traficantes que explotan a los más vulnerables.

Se trata de un paquete que tiene presente que la migración es ante todo un problema humano. Que tras cada estadística hay una vida y sueños de un futuro mejor. 

Con estas nuevas leyes, el sistema de asilo y migración de la UE será más eficiente para las personas implicadas y más resistente ante la presión migratoria. Hemos conseguido hallar un equilibrio entre solidaridad y responsabilidad, con pleno respeto de los derechos humanos.

"Hemos demostrado que Europa puede aportar soluciones a las cuestiones que importan a los ciudadanos"

No ha sido fácil. La migración es un asunto que levanta pasiones. Las preocupaciones no son las mismas en los países de primera línea, los países de tránsito y los países de destino, y varían también entre los Estados miembros con fronteras marítimas y los que tienen fronteras terrestres.

Pero por estos motivos este logro es aún más importante. A pesar de los malos augurios, hemos demostrado que Europa puede aportar soluciones a las cuestiones que importan a los ciudadanos. Este logro demuestra que, si hay voluntad política, hay un camino. 

Este pacto reforzará nuestras fronteras exteriores. El Reglamento sobre el procedimiento de asilo y el Reglamento sobre el control de fronteras contribuirán a ello. Todo ello, preservando al mismo tiempo la integridad del espacio Schengen.

Si no tenemos fronteras interiores, tienen que regir las mismas normas, y deben aplicarse en todas nuestras fronteras exteriores. 

Con los acuerdos relativos a la base de datos Eurodac y el Reglamento sobre el control de fronteras, recorreremos mucho trecho para resolver los problemas de los desplazamientos secundarios y la solidaridad efectiva entre los Estados miembros.

Esto último aborda también la dimensión exterior y la necesidad de trabajar con terceros países clave.

"Este nuevo paquete legislativo no resolverá por arte de magia todos los problemas, pero supone diez saltos de gigante"

El Pacto sobre Migración y Asilo va incluso más allá de todas estas cuestiones. Con su concepción holística, también tiene en cuenta situaciones de crisis, fuerza mayor y otras circunstancias imprevistas, de modo que ningún Estado miembro se sienta solo a la hora de hacer frente a la presión.

Lo fundamental es que así se abordarán las amenazas híbridas y la instrumentalización de los migrantes que hemos presenciado recientemente en nuestras fronteras con Bielorrusia y Rusia. 

Este paquete es un gran avance. No resolverá por arte de magia todos los problemas de la noche a la mañana, pero supone diez saltos de gigante, mientras que durante un decenio hemos andado a gatas.

Simplificará los procedimientos. Reducirá los dilatados procesos de solicitud. Aumentará la coordinación de todos los agentes sobre el terreno. Y, en última instancia, garantizará que quienes se encuentran en una necesidad desesperada, urgente y legítima de protección, la obtengan, y que lo hagan rápidamente.

Esto es lo que hay en el meollo de este pacto.

Aún queda trabajo por hacer. Tenemos que mejorar en relación con los retornos. Muchísimas personas que podrían y deberían ser retornadas de forma segura siguen sin hacerlo así. En demasiados casos, el procedimiento lleva demasiado tiempo. No es lo bastante bueno.

Podemos garantizar que nuestros recursos se destinen a quienes más los necesitan. Podemos mantenernos fieles a nuestros valores de derechos humanos y derechos fundamentales, y abordar esta cuestión. 

Por encima de todo, debemos asegurarnos de que lo acordado se aplique plenamente en todos nuestros Estados miembros y de que dicha aplicación vaya acompañada de nuestro respeto por nuestra humanidad compartida. Esta es la vía europea.

*** Roberta Metsola es presidenta del Parlamento Europeo.