Vladímir Putin y Kim Jong-un.

Vladímir Putin y Kim Jong-un. Reuters

LA TRIBUNA

Corea del Norte se aleja de China y se acerca a Trump (pero le saldrá mal)

Corea del Norte se está alejando de China, pero pronto será abandonada por Rusia e ignorada por los Estados Unidos de Donald Trump. 

15 agosto, 2024 02:01

Los recientes acontecimientos tras el estrecho alineamiento de Corea del Norte con Rusia son alarmantes. Hablo del suministro de misiles y de artillería de Corea del Norte a Rusia, junto con la postura abiertamente pronorcoreana de Rusia, que ha hecho caso omiso de las sanciones internacionales.

Además, la visita de Vladímir Putin a Corea del Norte, la primera en veinticuatro años, y el nuevo tratado entre Rusia y Corea del Norte parecen ser el resultado de intereses comunes.

Pero lo que es particularmente sorprendente es que el país asiático parece estar utilizando a Rusia para escapar de la influencia de su estado guardián, China.

Vladímir Putin junto a Kim Jong-un.

Vladímir Putin junto a Kim Jong-un. Reuters

China no ha reaccionado públicamente, pero está trabajando activamente para disciplinar a Corea del Norte, que está ignorando a Pekín y mostrando tendencias prorrusas.

China está aplicando estrictamente las sanciones a Corea del Norte, mejorando los controles del contrabando y retrasando la apertura de la frontera entre ambos países. También está imponiendo restricciones a la salida y entrada de norcoreanos, presionando a los trabajadores norcoreanos en China para que regresen a su país y manteniendo una postura generalmente poco cooperativa para reforzar su control sobre Corea del Norte.

Además, la eliminación de las huellas grabadas en el pavimento de la ciudad de Dalian, que conmemoran la cumbre de Xi Jinping y Kim Jong-un de 2018, y la aceptación por parte de China de la Cumbre trilateral entre Corea del Sur, China y Japón, además del Diálogo Diplomático y de Seguridad Corea-China, es también muy significativo.

"Kim Jong-un quiere utilizar a Rusia como puente para mejorar las relaciones con los Estados Unidos"

En este contexto, lo más sorprendente es la fuerte reacción de Corea del Norte contra China. Corea del Norte ha cancelado los intercambios deportivos programados con China, ha reforzado los controles sobre los descendientes chinos y ha suspendido los pagos en la moneda china, el yuan, en los mercados domésticos.

Los programas de televisión, que antes estaban dominados por películas chinas, han sido además reemplazados por películas rusas, y los medios estatales como Rodong Sinmun, que antes enfatizaban la "alianza de sangre" con China, han dejado de informar sobre el país vecino. Incluso hay rumores de que Kim Jong-un ha dado instrucciones a los diplomáticos norcoreanos en China de "no prestarle demasiada atención a China".

La reacción sin precedentes de Corea del Norte contra China puede parecer bastante inusual, pero parece ser una decisión estratégica de Kim Jong-un. Kim se ha desilusionado con China ya que esta, a pesar de su constante retórica sobre su "alianza estrecha" con Corea del Norte, no le ha proporcionado suficiente apoyo económico, debido a su postura cautelosa hacia los Estados Unidos.

En consecuencia, Corea del Norte ha recurrido a Rusia como alternativa con el objetivo de reactivar su estancada economía a través de un mayor intercambio comercial entre ambos países. También, con el ánimo de recibir apoyo tecnológico para avanzar en sus capacidades nucleares y de misiles.

Sin embargo, hay una estrategia más profunda en juego aquí: utilizar a Rusia como puente para mejorar las relaciones con los Estados Unidos.

Hoy, el mundo sigue de cerca las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre. Cada vez es más probable que Donald Trump sea elegido. Se espera que su segundo mandato tenga como prioridad poner fin a la guerra en Ucrania e intensificar los esfuerzos contra China.

Hay una alta posibilidad de que el bromance entre Trump y Putin reviva, con algún pretexto, a través de un intercambio de beneficios mutuos. Y es probable que Kim Jong-un corteje a Trump a través de Rusia. Kim está soñando con un bromance trilateral, donde Kim una fuerzas con Trump y Putin, y que le permita posicionarse como "hombre fuerte".

"Una vez que termine la guerra en Ucrania, Kim Jong-un se dará cuenta de que sus ilusiones no son más que delirios y fantasías"

Kim entiende mejor que nadie que sólo Trump puede garantizar su poder dictatorial. Por lo tanto, hasta que no haya un compromiso firme de Estados Unidos, Corea del Norte permanecerá inmune a las críticas internacionales sobre cuestiones como las armas nucleares, los derechos humanos y los misiles, centrándose, en cambio, en reforzar el control interno y la idolatría hacia Kim Jong-un para mantener su dictadura.

Corea del Norte, que no tiene más que orgullo, está apostando por Estados Unidos y sustituyendo su habitual "carta china" por la "carta rusa". Y eso refleja la desesperación de Kim ante una crisis del régimen norcoreano.

Sin embargo, una vez que termine la guerra en Ucrania, Kim se dará cuenta de que sus ilusiones no son más que delirios y fantasías. Rusia, que priorizará la cooperación económica con Corea del Sur, abandonará a Corea del Norte, que no tiene nada que ofrecer. Además, Corea del Norte, alejada de la influencia de China, pasará a ser una preocupación secundaria para Estados Unidos.

Corea del Norte se enfrenta por tanto a un futuro en el que tanto China como Rusia la ignorarán y Estados Unidos la descuidará. A eso es a lo que conduce el instinto aislacionista de Corea del Norte. Kim Jong-un descubrirá pronto que sólo es una rana muriendo lentamente en agua hirviendo.

*** Chung Eui-sung, desertor norcoreano, es el director del World Institute for North Korea Studies.

El expresidente catalán, Carles Puigdemont.

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