Si existiera un puente aéreo entre Abu Dabi y Madrid, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos sería su mejor cliente. El hijo mayor de la Infanta Elena vive supuestamente, desde hace un mes y medio, en Oriente Medio, pero lo cierto es que pasa casi el mismo tiempo en España que en el desierto. A Pipe –nombre por el que conocen al joven de 24 años todas las personas cercanas– no le gusta la vida a casi 8.000 kilómetros de distancia de su familia y sus amigos.
Y aunque se presuponga que la duquesa de Lugo y su padre, Jaime de Marichalar, le han mandado lejos con la idea de poner un cordón sanitario entre él y sus compañías, lo cierto es que los progenitores de Froilán persiguen establecer dicho cordón entre él y los medios de comunicación.
Todo comenzó hace unos meses, cuando las noticias protagonizadas por su hijo aparecían a diario describiéndolo como un pijo ingobernable que vive a todo trapo a costa del dinero de su madre y sin trabajar. A pesar de que sus progenitores no se dirigen la palabra, sí que estuvieron de acuerdo a la hora de hablar con su primogénito para poner tierra de por medio entre el joven y los after ilegales de Madrid y, sobre todo, de los muchos fotógrafos que le seguían cada día por las calles de la capital española.
Y es que, precisamente, esa es una de las mayores ventajas del destino de exilio del padre de la Infanta Elena: no existen los paparazis, ya que la privacidad de las personas está muy protegida por las leyes del Emirato. Esto le da mucha libertad al nieto mayor de la Reina Sofía. "El mejor ejemplo es su abuelo. Desde que está allí casi no hay imágenes del Jefe. Las que se han publicado están controladas por él y son las que ha dejado que se compartan en redes sociales o por otras personas. Por eso le han mandado para allá, para tener una intimidad que en Madrid es casi imposible de conseguir, ya que es súper famoso. La verdad es que da mucho juego, casi más que su hermana, que es influencer", comenta a EL ESPAÑOL | Porfolio una persona cercana a la seguridad de la Casa del Rey.
El abuelo y el nieto en Abu Dabi
A pesar de que llegó a publicarse como verdadero, lo cierto es que Froilán nunca ha vivido en la misma casa que su abuelo, Juan Carlos. "Fue el Rey Emérito quien no quiso. Le dijo a su hija que no quería vivir con un chico de su edad, que ya no tenía espíritu para ello y que su día a día tiene una rutina muy marcada que necesita cierta tranquilidad. Así que se buscaron otras opciones", cuenta a esta revista una de las mejores amigas de la duquesa de Lugo.
Pese a ello, que su abuelo no haya querido vivir con él no significa que no haya usado sus muchos contactos para buscarle un trabajo en Abu Dabi a su nieto. "Está viviendo en la Marina de Abu Dabi, en un apartamento con impresionantes vistas al mar que le ha puesto la empresa donde está trabajando. Don Juan Carlos ha movido sus hilos y está trabajando para una empresa nacional muy importante en Arabia Saudí que se dedica al petróleo. Se trata de la Abu Dhabi National Oil Company (ADNOC), cuyo presidente, el sultán Ahmed Al-Jaber, es amigo íntimo del Emérito. Además, tiene al tutor cerca, que no se separa de él", añade la misma fuente a este medio.
Esta fuente se refiere a una "niñera" del Ejército para Froilán, la única condición que Juan Carlos le impuso a su hija, la Infanta Elena, para mandar a su nieto a vivir a Abu Dabi. Debía ser un hombre de su confianza para ser la sombra del joven. Para tal cometido, seleccionaron al coronel del Ejército del Aire, Nicolás Murga. El militar acompaña al cuarto en la sucesión al trono de España en todos sus desplazamientos, tanto en el interior del país árabe como en sus continuas visitas a Madrid.
"Pero no es la primera vez que el pobre Murga hace de niñera del hijo mayor de la Infanta. Hace unos años ya estuvo pendiente de él. Los chicos le llaman Nico y es un miembro más de la familia. Por todo ese tiempo y esa confianza, estar ahí ha dejado de ser un trabajo para él, es su servicio y deber mucho más allá de sus labores como coronel. Murga le da buenos consejos y ejerce de canal entre el joven y su abuelo, al que conoce y sirve desde hace muchos años. También se ocupa de organizarle los viajes y demás al chico. La idea es que no se quede en Abu Dabi todo el tiempo que esté Pipe, sino sólo el necesario hasta que lo vea instalado y comprometido con la nueva vida que le han dado. Además, tiene que vigilar que no se desvíe hacia la noche, que ya sabemos que es lo que más le tira al nieto mayor de los Reyes Eméritos", puntualiza esta amiga íntima de la duquesa de Lugo.
Una fidelidad de años
La fidelidad de este militar hacia el padre de Felipe VI quedó clara en 2011 cuando el Emérito apareció en unas audiencias en el Palacio de la Zarzuela con un ojo morado. La comunicación oficial fue que Muga, sin querer, le había cerrado una puerta sin avisar a Juan Carlos y éste se había golpeado con ella. Unos meses después, durante una cena con un grupo de periodistas, el entonces jefe de comunicación de la Casa, Ramón Iribarren, confesó que la realidad de lo sucedido fue que el Jefe del Estado se había resbalado en la ducha y que no quería confesar que se había tratado de un accidente típico de la edad.
Pero, además, la confianza que el Emérito deposita en este militar también se traduce en que le usó como testaferro para canalizar los regalos que le hacía el multimillonario Allen Sanginés-Krausse. Muchos de esos caprichos no iban sólo para Juan Carlos, sino que en ellos había desde viajes en Uber, compras en El Corte Inglés, clases de piano, una yegua para Victoria Federica y otros regalos para Froilán. Todo, a través de este hombre, en el que el padre de Felipe VI tiene casi una fe ciega.
"Él considera que en momentos como estos, en los que sólo le quedan unos pocos amigos, Muga sigue siendo un fiel escudero. Sabe que tiene su fidelidad asegurada y que, en muchas ocasiones, cuando ambos estaban en Zarzuela, se hablaba de una pequeña obsesión del militar hacia el Jefe, y en la actualidad sigue siendo un poco igual", comenta una persona cercana al equipo actual de la Casa Real.
Aun así, lo cierto es que Froilán todavía no tiene muchos amigos en su nuevo hogar y le está costando adaptarse. La primera imagen suya que se ha obtenido en su nuevo destino es de hace un par de semanas disfrutando en el circuito del World Padel Tour 2023, que se estaba celebrando en el complejo Bab Al Nojoum en Hudayriyat Island. El hijo de la duquesa de Lugo estaba disfrutando del debut de los números uno del mundo en este deporte, Juan Lebrón y Alejandro Galán.
"En la imagen se puede ver que está solo. Todavía necesita un poco más de tiempo para hacer amigos, pero está contento. Su madre parece más tranquila, porque allí no pueden perseguirlo y mucho menos fotografiarlo. Está segura de que en cuanto encuentre un buen grupo para el ocio y se asiente un poco más dejará de coger el avión a Madrid con la mínima excusa para plantarse en la noche madrileña", añade la misma amiga de la Infanta Elena.
Así que, por ahora, Froilán parece estar contento con su nueva vida en el país que acoge a Juan Carlos desde hace más de tres años. Pero lo cierto es que tanto el abuelo como el nieto no terminan de adaptarse a las arenas del desierto. Ahora, para la Zarzuela, son una amenaza constante con sus vueltas a España, pues se temen los escándalos continuos tanto del anterior Jefe del Estado como del cuarto en la línea de sucesión a la Corona. Felipe VI y su equipo saben que la sombra del reinado anterior sigue siendo demasiado alargada.