19 febrero, 2022 04:37
Carmen Serna Cristina Coro

Noticias relacionadas

El rey Juan Carlos confesó en una ocasión que él y la reina Sofía habían decidido vivir en La Zarzuela porque estaba "lejos de la ciudad, del ruido, de la contaminación y de las visitas oportunas" [sic]. Lejos del pueblo, le faltó decir.  Y Felipe VI siguió apostando por ese locus amenus para vivir y trabajar antes que meterse de lleno en el mundanal ajetreo de Madrid, de la villa y corte.

Sin embargo, esa lejanía de los reyes españoles choca con la visión, y misión, que tienen tradicionalmente otros monarcas europeos. Los otros nueve monarcas europeos, si no viven, trabajan en el corazón de la ciudad para, al menos, testar el pulso de la calle.

De hecho, esta misma semana, Carlos de Inglaterra ha dejado claro que, en cuanto se haga con la corona, piensa convertir Buckingham Palace "en un piso encima de la tienda" para vivir con Camila y abrir el resto del edificio al público todo el año. Seguir estando a pie de calle, lo llaman.

Los reyes de España se instalaron en este antiguo pabellón de caza, ubicado en el Monte del Pardo, en 1963. Franco era el jefe del Estado y La Zarzuela se convirtió en la residencia privada de la familia. Pero en 1975, ya con la corona puesta, Juan Carlos y Sofia decidieron no volver al Palacio Real, residencia oficial de los monarcas patrios, y fueron ampliando las habitaciones no sólo para dar entrada a más miembros de la familia sino para colocar el despacho y la sede oficial de la Casa del Rey. 

Felipe VI, con sus padres, en la puerta de la Zarzuela.

Felipe VI, con sus padres, en la puerta de la Zarzuela.

En una de esas conversaciones con el aristócrata José Luis de Vilallonga, Juan Carlos incluso reconoció que nunca pensó en instalarse "en Oriente" [el Palacio Real] porque "la profesión de rey es agotadora" y se necesita "de vez en cuando poder olvidarla".

El problema ahora para Felipe VI es, precisamente, que seguir viviendo y trabajando a más de 20 kilómetros del centro de Madrid, en un lugar que no puede ser visitado ni de lejos y rodeado de encinas, gamos, ciervos y jabalíes podría estar provocando que fueran los españoles los que se estuvieran olvidando de él, al menos en su día a día.

Juan Carlos decidió vivir en La Zarzuela porque estaba "lejos de la ciudad, del ruido, de la contaminación"

Por eso, algunos expertos avalan que trasladar la oficina de trabajo de Felipe VI al Palacio Real en estos momentos sería una buena idea para mostrar algo tan cotidiano como que el rey y la reina acuden a trabajar todos los días, como el resto de los españoles, y que se les vea hacerlo.

"Todos estamos acostumbrados en las grandes ciudades a que mucha gente vive a bastantes kilómetros y luego va a trabajar a la ciudad. La distancia de Zarzuela no es un problema, pero hacer más cosas en el Palacio Real aumentaría la visibilidad aunque sea solo por verlos llegar todos los días", explica a EL ESPAÑOL | Porfolio el historiador Jordi Canal, autor del libro La Monarquía del s. XXI.

Patrimonio Nacional

El Palacio Real más grande de Europa

Historia. Fue construido por Felipe V sobre el solar del Real Alcázar, destruido en un incendio en 1734. Las obras comenzaron en 1738, según trazas del arquitecto Filippo Juvara, quien proponía un palacio mayor pero en una ubicación diferente. Participó Ventura Rodríguez y Francesco Sabatini lo finalizó. Carlos III fue el primer monarca que lo habitó.

Habitaciones. Mide más de 135.000 metros cuadrados y cuenta con 3.418 habitaciones, el doble que el Palacio de Buckingham o que Versalles. Al año, más de dos millones de turistas lo visitan.

Reunión del Gobierno de la II República en el Palacio Real.

Reunión del Gobierno de la II República en el Palacio Real.

Su último inquilino no fue rey. Desde Carlos III hasta Alfonso XIII, todos los reyes de España vivieron en este palacio. Su último inquilino fue Manuel Azaña, cuando asumió la Jefatura de Estado republicano, quien se trasladó al llamado entonces Palacio Nacional. Todavía se conserva su despacho.

Su riqueza. En su interior, con una riqueza artística única, se pueden ver pinturas de Caravaggio, Velázquez, Goya y frescos de Corrado Giaquinto, Giovanni Battista Tiepolo o Anton Raphael Mengs. Es destacable la Armería Real, la porcelana, la relojería, el mobiliario y la platería.

De la misma opinión se muestra el periodista José Antonio Zarzalejos, que ha publicado el libro Felipe VI. Un Rey en la adversidad, y que considera que cambiar el despacho real al centro de la capital debería, al menos, ser tenido en cuenta como una opción en estos momentos.

"Podría estar más conectada la cercanía del Rey y de sus colaboradores con la vibración de la ciudad y de la gente. Las monarquías parlamentarias suelen disponer de sede-institucional y sede-domicilio, las primeras en las ciudades y la segunda, fuera de ellas. Es un asunto que, lo planteo en mi libro, deberá revisarse entre otras cosas porque intervienen también factores de seguridad", advierte.

Único rey que trabaja fuera

Felipe VI es el único de los 10 monarcas europeos que tiene el trabajo y la casa alejada de su palacio real y de su real ciudadanía. El resto de reyes y reinas tienen claro que deben estar en el corazón de sus países si quieren, al menos, pulsar el sentimiento que se respira, entender las preocupaciones de sus conciudadanos o ser uno más... aunque se sea el jefe del Estado.

Felipe y Letizia, en el balcón del Palacio Real, durante su proclamación como reyes.

Felipe y Letizia, en el balcón del Palacio Real, durante su proclamación como reyes. Efe

De hecho, la monarquía más rígida de todas en Europa, la británica, tiene palacios y casas de verano en sitios idílicos y llenos de paz pero mantiene los pies en el suelo y puede ver el ajetreado día a día de sus súbditos simplemente con mirar por una de las ventanas de Buckingham Palace, en pleno corazón londinense.

Fuentes próximas al monarca español reconocen que en 2014 ya se plantearon un traslado de la actividad laboral del rey al Palacio Real pero que lo desecharon porque, entre otras cosas, Zarzuela resulta mucho más "cómoda".

"En Zarzuela hay más intimidad. Tanto el rey como la reina trabajan mucho, eso lo aseguro, pero allí nadie sabe ni cuándo ni cómo. Se ha de pensar en toda la gente que trabajamos allí, unos 500, lo que supondría que medio millar de personas acudirían cada mañana al centro de Madrid. El recinto de El Pardo te permite ampliar lo que necesites. Si quieres hacer un parking para empleados porque se te ha quedado pequeño el que tenías, pues lo haces. Se pueden hacer los cambios que necesites", explican las mismas fuentes.

Sin embargo, este colaborador de Felipe VI señala uno de los principales problemas que supone el teletrabajo del rey en mitad del monte: nadie ve su tarea diaria y mucha gente se pregunta por su día a día.

"Las imágenes que aparecen de los reyes son de las audiencias, no del trabajo que hacen al margen"

"Es uno de los quebraderos de cabeza de la Casa Real: cómo muestras que el rey y la reina están siempre al pie del cañón sin entrar demasiado en eso que ellos mismos han intentado preservar que es 'su privacidad'. Es un tema que valdría la pena seguir reflexionando. ¿Cómo hacer compatible la privacidad de la vida real con mostrar que siempre están en el juego? Las imágenes que suelen aparecer de ellos son de las audiencias, no del trabajo que se hace al margen, o cuando salen del palacio. Sí se podría intentar mostrar al rey y a la reina más veces en su despacho o si fueran más al Palacio Real e instalaran allí su despacho, el sólo hecho de ver que llegan y salen generaría más idea de que están en la calle", añade Jordi Canal.

De hecho, antes de la pandemia, durante la que se hicieron públicas imágenes de los reyes teletrabajando, sólo se dieron a conocer algunas fotografías más informales del día a día de Felipe VI en su despacho por motivo de su 50 aniversario.

Una de las pocas imágenes del rey trabajando de forma privada que se publicó por su 50 cumpleaños.

Una de las pocas imágenes del rey trabajando de forma privada que se publicó por su 50 cumpleaños. Casa Real

Casa donde vive Felipe VI y Letizia.

Casa donde vive Felipe VI y Letizia.

Crece la desafección

Aunque parezca un debate simplemente gestual, muchos expertos en política insisten en el valor que estas pequeñas cosas tienen para marcar el éxito o el fracaso de determinadas decisiones. De hecho, la propia Casa Real se ha quejado en privado de que Moncloa ha recortado su presencia en muchos actos, conscientes de que ésta es su única vía de presencia en la vida pública de sus ciudadanos.

El CIS no pregunta desde hace seis años por la consideración que tienen los españoles sobre la monarquía, sin embargo, una encuesta de 40dB, -encargada por la Plataforma de Medios Independientes y publicada el pasado mes de octubre-, dejaba claro que la desafección por Felipe VI había crecido en casi cuatro puntos en solo un año: en 2021 sólo el 31% de la población se mostraba a favor de votar al rey en un posible referéndum frente al 34,9% que estaba dispuesto en 2020. Además, un 53% de los encuestados consideraba a la monarquía como "una institución de otros tiempos".

"En general, la Casa Real ha aprendido muy bien todas las lecciones del pasado, lo están cuidando todo al mínimo detalle, pero sí sería bueno darse algún baño de masas más, por decirlo de alguna forma, en el sentido de visibilizarlos. Y utilizar más el Palacio Real puede ayudar", añade el historiador Canal.

Pero una supuesta mudanza no tiene ahora muchos visos de tener un planteamiento serio para Felipe VI. "Fue un debate que no duró mucho encima de la mesa allá por el 2014. Nadie se quería mover de Zarzuela. Fue más intensa la discusión sobre si se debía cambiar de ubicación dentro del recinto de El Pardo. Se estuvo hablando de la posibilidad de cambiar las oficinas al Pabellón del Príncipe, residencia oficial de los Reyes, pero suponía una obra y un desembolso que no tenía sentido cuando hacía nada se acaba de rehacer el edificio Magnolia para acoger todas las nuevas oficinas y salas de reuniones. ¿Qué se hacía con todo eso si nos mudábamos dos kilómetros al este?", añaden fuentes próximas al monarca.

El despacho de Juan Carlos

La dualidad y lejanía entre Zarzuela y el Palacio Real sí fueron aprovechadas para, en un principio, apartar al emérito de la actividad diaria de Felipe VI después de su abdicación el 19 de junio de 2014. Casa Real anunció entonces que sería Juan Carlos el que trasladaría su agenda, su actividad y su despacho al Palacio Real para, entre otras cosas, no interferir en el día a día de su hijo.

Juan Carlos con el Patronato de Fondena, el 26 de marzo de 2015, en su despacho del Palacio Real.

Juan Carlos con el Patronato de Fondena, el 26 de marzo de 2015, en su despacho del Palacio Real. Casa Real

Sin embargo, pese a que se habilitaron dos salas anexas, una mesa gigante de caoba y varias sillas y sillones, don Juan Carlos sólo ha utilizado ese despacho una vez en ocho años y fue en marzo de 2015 para el patronato del Fondo para la Protección de la Naturaleza (Fondena), del que es presidente de honor, tal y como muestran las fotos que difundió la web de Casa Real. Ni más rastro de un rey ni del otro.

Fuentes de Patrimonio Nacional recuerdan: "El despacho de don Juan Carlos sigue listo en el Palacio Real porque a nosotros nadie nos ha dicho que lo cambiemos o lo desmontemos". E incluso añaden que estaría en condiciones de ser usado, aunque sigue cerrado a cal y canto: "No tiene polvo porque el personal de limpieza lo tiene perfecto, pero vamos, que puede ser del padre de Felipe VI o de Perico el de los Palotes porque por aquí ha pasado, creo recordar que, en una ocasión, y no hay nada personal suyo en la estancia que te haga pensar que es su lugar de trabajo".

Estas mismas fuentes explican que el Palacio Real nunca fue ni siquiera un destino bien visto por Juan Carlos I, -como recordábamos al principio de este reportaje, según su charla con Vilallonga-, y después de verse obligado a abdicar, atravesar esos largos pasillos y salones fue, de hecho, más un castigo que una salida digna.

"Nosotros lo dejaremos así mientras que no nos digan nada, pero no tiene pinta de que vaya a volver a ser usado, porque, aunque vuelva ya no tiene agenda ni nada, así que no tiene mucho sentido. Creo, sinceramente, que se han olvidado de un despacho que nunca tuvo ningún sentido, porque hasta el propio dueño lo detestaba", aclaran.

En 2014, se habilitó un despacho para Juan Carlos en el Palacio Real que sólo ha utilizado en una ocasión

Según un artículo de la revista ¡Hola!, Juan Carlos utilizó en algunas ocasiones privadas más estas instancias para verse con sus amigos o conocidos e incluso para ir de compras, una tarde, por el centro de Madrid, pero sin más visitas que las necesarias quizás para alejarse de la asfixia que supuso, en esos meses de 2015, el propio Palacio de la Zarzuela que comparte con el matrimonio Felipe-Letizia, su mujer Sofía y hasta su cuñada, Irene de Grecia.

"Tal y como está estructurada, Zarzuela presenta un problema para el emérito ahora mismo y es el vivir todos juntos. En este momento no es el único motivo, pero sí es una razón que hace difícil su vuelta: el contacto tan directo. Si Zarzuela solo fuera un sitio para vivir, un lugar más, quizás el problema no sería tan gordo. Pero Zarzuela no es sólo donde viven los Reyes, sino donde trabajan, es un lugar simbólicamente muy potente y que no puede ser "mancillado" por ser un símbolo", aclara Jordi Canal, ante la pregunta de una vuelta del emérito a dormir en su antigua cama.

En su momento, según confirman fuentes de Casa Real a EL ESPAÑOL | Porfolio, también se planteó cambiar a los reyes eméritos de residencia, pero el rey jamás escuchó esa idea. "Todos sabemos que nunca hará que sus padres abandonen el que ha sido su hogar durante tantos años", explican.

Discurso de Felipe VI en el Palacio Real en 2015.

Discurso de Felipe VI en el Palacio Real en 2015.

El Palacio Real sólo asomó el protagonismo de otras épocas en las Navidades de 2015, cuando Felipe VI decidió grabar desde el Salón del Trono su discurso de Nochebuena. Era la primera vez desde 1975 que se elegía otro sitio que no fuera Zarzuela para esta tradicional cita y el resultado no fue nada bueno para el monarca. Entre otros, el actual ministro de Consumo, entonces líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, aseguró en Twittter que el escenario era "más propio de Felipe II que del VI", "anacrónico" como la institución.

Ecos del pasado

El periodista José Antonio Zarzalejos también plantea que, en caso de mover el despacho a algún lugar oficialmente, habría que valorar bien si el Palacio Real es el mejor sitio o no para Felipe VI. "El Palacio Real de Madrid, tampoco hay que olvidarlo, tiene rasgos de grandilocuencia y evocaciones históricas no unívocas. Habría que examinar los aspectos de psicología colectiva al respecto".

Discurso de Franco desde el balcón de la Casa Real el 1 de octubre de 1975.

Discurso de Franco desde el balcón de la Casa Real el 1 de octubre de 1975.

Hay que recordar que desde este lugar se marchó el rey Alfonso XIII al exilio tras la proclamación de la II República, al ganar mayoritariamente el partido republicano unas elecciones municipales, y en el balcón de este mismo palacio solía darse sus baños de masas el dictador Francisco Franco. De hecho, fue allí donde realizó su última aparición pública y masiva el 1 de octubre de 1975. Apenas dos meses después, en la plaza frente al Palacio Real, se realizaron los funerales del caudillo.

"El Palacio Real es un edificio precioso e imponente, pero habla de otras épocas, de otro tipo de monarquía, en definitiva, de otra España que ya no existe. En nuestro caso, la Presidencia del Gobierno se encuentra en el Palacio de la Moncloa y la jefatura del Estado en Zarzuela. Dos recintos parecidos y cercanos en distancia", insisten fuentes cercanas a Felipe VI.

"El Palacio Real de Madrid tiene rasgos de grandilocuencia y evocaciones históricas no unívocas"

El historiador Jordi Canal coincide también en que el Palacio de la Zarzuela no se puede visitar y puede convertirse casi en un mito muy poco real para la mayoría de la población. "Es evidente que lo visitable es el Palacio Real. Habría que encontrar un equilibrio más justo entre el lugar donde viven, y allí tienen derecho como cualquier ciudadano a la privacidad, y visibilizar más el Palacio Real con lo que decíamos al principio. No es un problema vivir en Zarzuela pero sí es un problema infrautilizar el Palacio Real. Podrían acostumbrarse en algún momento a salir al balcón, no solo en las grandes ocasiones, que se vea que el Palacio Real es también un sitio de trabajo".

Las otras monarquías europeas

La reina Isabel en un acto en el Buckingham Palace.

La reina Isabel en un acto en el Buckingham Palace. Gtres

Inglaterra. La reina Isabel II vive y despacha en el Palacio de Buckingham, en pleno centro de la capital londinense y muy próximo al Parlamento británico. Su heredero, el príncipe Carlos, ya ha anunciado que en cuanto sea rey se trasladará a la que ha sido durante décadas la casa de su madre. En su caso, hasta se informa a los ciudadanos si la reina está en palacio: izando la bandera en la fachada principal.

Dinamarca. La reina Margarita vive y trabaja en el centro de Copenhague, en el Palacio de Amalienborg. La monarquía más antigua de Europa mantiene el pulso de una ciudad que se mueve mayoritariamente en bicicleta y que cumple con el cambio de guardia como una de las atracciones turísticas de la ciudad junto a la vecinaSirenita.

Holanda. El Palacio Real de Ámsterdam, utilizado en algunas ocasiones, está abierto al público pero no es ni donde vive ni donde trabaja el rey Guillermo porque la familia real holandesa hace vida en La Haya. El monarca holandés tiene su despacho oficial en el Palacio Noordeinde, en pleno centro de esta ciudad, y que puede ser visto desde la verja del exterior y vive en el Palacio Huis ten Bosch, también en La Haya, en una zona boscosa.

Bélgica. El rey Felipe de Bélgica acude todos los días a su despacho ubicado en el Palacio Real de Bruselas, en el centro de la capital, y donde cuando está en el país ondea la bandera nacional. La residencia privada de la familia real, desde 1831, está ubicada en el Castillo de Laeken, a las afueras de Bruselas.

Luxemburgo. El gran duque de Luxemburgo, Enrique, tiene su despacho oficial en el Palacio Gran Ducal. Ubicado en el centro de la capital, es la residencia oficial de los duques y desde donde se emite el mensaje de Navidad del gran duque cada Nochebuena.

El príncipe Alberto y sus hijos, Jacques y Gabriella, en el Día Nacional de Mónaco.

El príncipe Alberto y sus hijos, Jacques y Gabriella, en el Día Nacional de Mónaco.

Mónaco. Alberto II de Mónaco vive, junto a su familia, en el Palacio del Príncipe y es también donde tiene su despacho oficial. En un territorio tan pequeño es difícil que el jefe del Estado estuviera alejado.

Liechtenstein. El príncipe de Liechtenstein, Juan Adán II, vive en el Castillo de Vaduz, sobre una colina en la capital, desde 1938. El palacio ubicado en el centro dentro de la ciudad pero en elevación cuenta con 130 habitaciones.

Suecia. El rey Gustavo de Suecia sigue manteniendo su actividad oficial en el Palacio de Estocolmo, incluida la sede de la Casa del Rey. Está situado en el centro de la capital sueca, junto al parlamento. En 1981, la familia real fijó su residencia privada en el Palacio de Drottningholm.

Palacio Real de Oslo.

Palacio Real de Oslo.

Noruega. El rey Harald de Noruega vive y trabaja en el Palacio Real de Oslo, en el centro de la capital noruega. Es la residencia oficial de los reyes de Noruega desde el siglo XIX. Cuando Harald ascendió al trono abandonó Skaugum, donde ahora vive su príncipe heredero.