Tradicionalmente ha existido ese runrún que dicta que cuando vienen mal dadas, siempre hay alguien que hace caja. Basta con mirar a esas personas que salen aún más aupadas tras surfear la ola en la que la mayoría se ha hundido. Y que la pandemia provocada por la Covid-19 había dado lugar, en cuanto a compra de material sanitario, a un guirigay regido por el sálvese quien pueda y plagado de listos y listillos, es algo que se intuía. Ahora, con las aguas más calmadas y pudiendo mirar en perspectiva, es algo que se sabe.
Estos días se han vuelto a convertir en un tema de conversación las mascarillas y sus precios, así como los proveedores e intermediarios que hubo detrás de los pelotazos. Tanto, que no da tiempo a agotar una polémica para empezar la siguiente y, así, la de Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, ha amainado esta semana para dar paso a la de Luis Medina, hijo de Naty Abascal y del fallecido Duque de Feria.
El contrato del primer caso, el de Ayuso, está siendo investigado a ver si hubo malversación de caudales públicos. El de Medina también, por una Fiscalía Anticorrupción que señala que obtuvo un grado injustificado de beneficio económico (el soñado millón de euros con el que se compró un yate). En ambos casos, todos andan echando mano de la calculadora para ver a cuánto costó cada una de esas mascarillas. Y es cierto, sus valores estaban disparados.
Según indica a EL ESPAÑOL | Porfolio una eminencia del sector -aunque ha pedido permanecer en el anonimato-, es aceptable que una mascarilla FFP2 cueste entre 0,8 y 1,6 euros la unidad si es de buena calidad. Con esto en perspectiva, llama la atención que las de Ayuso costaron cinco euros cada una y las de Medina 6,6.
Pero no son los únicos casos. Por ejemplo, en fechas similares -los precios más altos se alcanzaron en abril y marzo de 2020- el Banco de España llegó a pagar 9,44 euros por cada unidad. Se trata de un precio desmedido que incluso ha llamado la atención del Tribunal de Cuentas en su informe fiscalizador. Huelga decir que ello no significa per se que haya corrupciones de por medio, aunque es un terreno abonado para que aparezcan sinvergüenzas de todo tipo, sino que el mercado se volvió auténticamente loco durante esos primeros meses de pandemia.
El aumento brutal de la demanda conllevó un incremento en los precios. Y ahí apareció la desesperación de las administraciones públicas para conseguir mascarillas y también se desvelaron los intermediarios que hicieron caja y las empresas que dejaron de fabricar papel para elaborar mascarillas, que triplicaron sus beneficios en las cuentas anuales.
Mientras tanto, la gente moría: este domingo es 10 de abril; el 10 de abril de 2020 fallecieron en España 605 personas -como mínimo, hay que recordar que muchas muertes se escaparon al control oficial por no acreditar que era Covid-19-, elevando el número a 15.843 desde el inicio de la pandemia, y los periódicos abrían sus portadas con imágenes de una fosa común que se había improvisado en Nueva York para enterrar a los sintecho.
La plataforma Civio ha analizado, en un extenso trabajo, uno a uno los contratos adjudicados por administraciones públicas españolas para la compra de mascarillas durante ese 2020. Sus datos, más los que han proporcionado los propios protagonistas de las polémicas y los informes fiscalizadores dibujan un mapa de mascarillas FFP2 elaboradas, como mínimo, con hilo de oro fino. EL ESPAÑOL | Porfolio le da la bienvenida al bazar de los pelotazos.
1. Banco de España
[Precio: 9,44 euros por unidad / Lote: 5.000 mascarillas FFP2 / Proveedor: Confispace SL / Mes: abril de 2020 / No se está investigando]
Sin duda, la mascarilla más cara de todas fue la que compró el Banco de España. Se la adquirió a Confispace, una microempresa administrada por Julio Vicioso, con ocho empleados, y que fue creada un año antes, en 2019, para dedicarse al transporte de mercancías por carretera. La reconversión a proveedor de material sanitario permitió que acabara el 2020 con unas ventas de 1,7 millones de euros.
El precio de 9,44 por mascarilla ha sido destacado en el informe fiscalizador del Tribunal de Cuentas. En el texto se resalta que en esas mismas fechas había otros organismos comprando mascarillas por un valor que oscilaba entre 2,08 y 4,87 euros la unidad. Ello supuso un tirón de orejas al Banco de España al indicar que quizás no habían estudiado bien el mercado. El gobernador, Pablo Hernández de Cos, se defendió alegando que se podía llegar a conclusiones erróneas si la comparación sólo tenía en cuenta el factor precio y no otros como el número de unidades adquiridas o la relación previa con los proveedores.
2. Presidencia de la Autoridad Portuaria de Valencia
[Precio: 8,01 euros por unidad / Lote: 3.300 mascarillas FFP2 / Proveedor: Almacenes Élite SL / Mes: abril de 2020 / No se está investigando]
Aquel abril fue sin duda el mes en el que los precios llegaron a su pico más alto. En segunda posición están los 8,01 euros por mascarilla que pagó la Presidencia de la Autoridad Portuaria de Valencia. Este caso también sirve para ejemplificar cómo muchas empresas aprovecharon las vías que tenían abiertas y viraron el enfoque de su negocio. El proveedor Almacenes Élite SL, administrada por Rafael María Sanchiz, opera tras la marca Makro Paper, una papelería que cambió y vio en las mascarillas una nueva forma de negocio.
3. Servicio Murciano de Salud
[Precio: 7,62 euros por unidad / Lote: 5.000 mascarillas FFP2 / Proveedor: Vialta SL / Mes: marzo de 2020 / No se está investigando]
Lo del Servicio Murciano de Salud es un caso aparte. No sólo compraron unas mascarillas extremadamente caras, sino que lo hicieron en varias ocasiones. La vez que más pagaron fue en marzo, con un precio por mascarilla de 7,62 euros. Ese mismo mes, firmaron otros tres contratos que superaron los cinco euros por unidad, que es lo que costó el objeto de la polémica de Isabel Díaz Ayuso.
El Servicio Murciano de Salud firmó, en el mismo día de marzo, dos contratos con distintos precios. Uno de 4.900 mascarillas, a 5,87 euros cada una, con el proveedor Leask SL. Otro de 5.000 mascarillas, a 5,2 euros cada una, con Barna Import Medica SA. También compró, ese mismo mes, nada menos que 20.000 mascarillas a Campo SA por un valor de 5,55 euros cada una.
Curiosamente, Barna Import Medica SA es una empresa que aparece frecuentemente en las adjudicaciones vía emergencia, no de esta lista, sino de cualquiera que se haga. Y es que fue la tercera que más facturó en 2020, con 225 contratos por un valor de 121.456.938 euros. Su accionista mayoritario es Juan Pares Lucini.
4. Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid
[Precio: 6,6 euros por unidad / Lote: 1.000.000 mascarillas FFP2 y KN95 / Proveedor: Leno / Mes: marzo de 2020 / Actualmente en investigación]
Esta es la mascarilla que más de moda está: es la de Luis Medina. El hijo de Naty Abascal y el fallecido Duque de Feria hizo de intermediario entre el proveedor y el Ayuntamiento de Madrid, que compró un millón de mascarillas a través de la empresa fúnebre municipal. La Fiscalía Anticorrupción ha interpuesto una querella contra él y contra su compañero, el empresario Alberto Luceño, por "obtener un exagerado e injustificado beneficio económico" en la compra de mascarillas, guantes y test.
En lo que a mascarillas atañe, el Ministerio Público cree que un 60% del precio de las mismas era una comisión para él y que inflaron el precio "artificialmente" hasta situarse un 148% por encima del valor real del producto. Medina se llevó un millón y su compañero cinco. Este pelotazo les sirvió para comprarse un yate, en el caso de Medina; y tres relojes Rolex, 12 coches de lujo y unas vacaciones en Marbella para su compañero.
Este jueves, el titular del Juzgado de Instrucción Número 47 de Madrid ha admitido a trámite la querella de la fiscalía y ambos protagonistas tendrán que declarar el próximo 25 de abril. El propio Medina ha reconocido en los medios de comunicación que se llevó una comisión del 8%, pero asegura que es habitual y legal. Lo más llamativo es que desembolsó esa cantidad de dinero por una sola llamada.
5. Gerencia del Área de Salud de Mérida
[Precio: 6,53 euros por unidad / Lote: 3.000 mascarillas FFP2 / Proveedor: Sergio Román Escalera / Mes: marzo de 2020 / No se está investigando]
Este contrato, hecho por la Junta de Extremadura a través del Servicio Extremeño de Salud, es el único en esta lista que cuenta con una persona física como proveedor. Se trata de Sergio Román Escalera: afincado en Cáceres, es un empresario autónomo que se dedica al comercio al por mayor de productos farmacéuticos desde 2014.
Antes de la pandemia, el mercado de mascarillas estaba principalmente centrado en nichos como el sector de la salud o la industria. Se producían a una escala muy alejada de lo que vino después: que absolutamente todo el mundo necesitara una. Eso disparó la demanda y, por lo tanto, los precios se encarecieron.
Por eso, estos costes desorbitados no tienen que responder exclusivamente a casos de mala praxis por parte de los vendedores o de los intermediarios. Sin embargo, es llamativo que en múltiples ocasiones se comprara el mismo producto, en fechas similares, y a precios muy dispares. Ahí es dónde habría que analizar caso por caso para saber si se obró bien o mal y recordando entre otras cosas que, según Transparencia Internacional, el 41% de la corrupción viene de los intermediarios.
"Los controles se redujeron por la emergencia, pero, en mi opinión, una parte de las obligaciones eran las mismas: había que, entre otros, buscar el mejor precio posible y justificar la necesidad", explica Julia Suderow, experta en competencia y contratación pública. "Habría que ver si se siguieron las recomendaciones de los organismos internacionales, tales como la Comisión Europea o la OECD, para conseguir las mejores ofertas, porque a más competencia, menos precio. Eso se vió cuando empezaron a vender en los supermercados, el precio se desplomó", añade.
"Lo que está claro es que en este tipo de situaciones, una pandemia o una guerra, el riesgo de fraude o corrupción aumenta, porque los controles se reducen", apuntala Suderow.
6. Institut Catalá de la Salut
[Precio: 6 euros por unidad / Lote: 5.200 mascarillas FFP2 / Proveedor: Palex Medical SA/ Mes: abril de 2020 / No se está investigando]
La memoria es corta, pero durante la pandemia las comunidades autónomas de Madrid y Cataluña entraron en una especie de batalla para ver quién lo estaba gestionando peor. Era la competición directa de dos modelos políticos. Al margen diatrabas, ambos gobiernos pagaron mascarillas por encima de su precio y, a veces, compartieron proveedor.
Es el caso de esta mascarilla que el Institut Catalá de la Salut pagó a 6 euros la unidad al proveedor Palex Medical SA. Esa misma empresa también vendió a la Comunidad de Madrid 100.000 mascarillas a un precio medio de 6,5 euros, aunque es difícil comparar ambas situaciones porque el contrato catalán era por FFP2, mientras que el madrileño también incluía FFP3, que son de mayor calidad. La cuestión es que Ayuso citó esa compra para quitarle hierro a los cinco euros por mascarilla que costaron aquellas en las que su hermano fue intermediario.
7. Gerencia de MAZ Mútua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social Número 11
[Precio: 5,6 euros por unidad / Lote: 10.000 mascarillas FFP2 / Proveedor: Normedan SL / Mes: marzo de 2020 / No se está investigando]
Al margen de lo enrevesado del nombre de esta institución, esta mascarilla a 5,6 euros la unidad sirve para ver cómo a algunas empresas les vino muy bien la pandemia, mientras otras se hundían entre los cierres y los ERTE. En sus cuentas de 2019, el laboratorio farmacéutico Normedan SL, proveedor del producto, había tenido unas pérdidas de 61.000 euros en el balance. En cambio, tras 2020 y conseguir vender unas cuantas mascarillas, se alejó de los números rojos y pasó a tener unas ganancias de nada menos que medio millón de euros. Su administrador único es Francisco Javier Ramos León.
8. Servicio Cántabro de Salud
[Precio: 5,2 euros por unidad / Lote: 1.600 mascarillas FFP2 / Proveedor: Tecnomedica Astur SL / Mes: abril de 2020 / No se está investigando]
El Servicio Cántabro de Salud adjudicó el contrato a Tecnomedica Astur SL en dos ocasiones, siempre al mismo precio -5,2 euros por mascarilla- y la misma cantidad -1.600 unidades. La empresa, ubicada en Oviedo, es otro de esos ejemplos a los que la pandemia le acabó saliendo rentable. En su cuenta de pérdidas y ganancias de 2019 registró un superávit de 20.000 euros y, al año siguiente, pasó a tener unas ganancias de 2,24 millones. Su administrador único es Eduardo Nogueira Delgado.
9. Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid
[Precio: 5 euros por unidad / Lote: 250.000 mascarillas KN95 / Proveedor: Priviet Sportive SL / Mes: abril de 2020 / Actualmente en investigación]
Esta es otra de las mascarillas más famosas, es la del hermano de Isabel Díaz Ayuso. Y ha salido cara. No sólo por sus cinco euros la unidad, sino también por el terremoto político que desencadenó y que acabó con la caída en desgracia del líder del Partido Popular, Pablo Casado.
Aunque Ayuso siempre ha defendido la inocencia de su hermano, el hecho de que cada mascarilla costara hasta el triple que otras compradas por la Comunidad de Madrid se ha convertido en un asunto clave para aquellos que lo investigan.
Mientras que la Fiscalía Europea reclama investigar este caso por posible malversación de fondos, Más Madrid envió al organismo un análisis de los precios de cinco contratos madrileños adjudicados alrededor de esas fechas por mascarillas FFP2 y KN95 (su equivalente asiático). Los precios de las demás oscilaron entre los 1,63 y 2,29 euros por unidad. Para muchos, esto es significativo de que hubo sobrecostes, aunque no es tan sencillo, tal y como muestran los precios en esta lista.
10. Ayuntamiento de Sant Esteve Sesrovires
[Precio: 5 euros por unidad / Lote: 400 mascarillas FFP2 / Proveedor: Palex Medical SA / Mes: mayo de 2020 / No se está investigando]
Este Consistorio, conocido por ser el pueblo de la cantante Rosalía, es el único ayuntamiento que entra en esta selecta lista, y el único cuyo contrato se firmó en un mes que no fuera ni marzo ni abril. En mayo de 2020, Sant Esteve compró 400 mascarillas FFP2 a Palex Medical SA por un precio de cinco euros.
Palex Medical SA ya ha salido en este selecto bazar, y es que es una de las compañías que más dinero facturó por adjudicaciones vía emergencia en 2020. En concreto, es la quinta. Participó en 347 contratos por un importe de nada menos que 61.541.757 euros, según Civio. La que más dinero facturó de todas fue FCS Select Products quien se embolsó 217.460.000 euros a través de sólo cuatro contratos.
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