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Benito Baruj Garzón dirigió durante años el programa de televisión Shalom, que emite actualmente TVE2 los domingos por la mañana y se centra en la comunidad judía española. Garzón es rabino emérito de la Comunidad Judía de Madrid, tras haber sido gran rabino de la misma. Su firma es una de las más relevantes entre los documentos presentados por el oligarca ruso Roman Abramovich (1966) para probar en Portugal que es judío sefardita, es decir, descendiente de judíos de la península ibérica.
Así consta en un expediente al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL | Porfolio y que la Comunidad Judía de Oporto, investigada por la Fiscalía lusa por certificar precisamente que el multimillonario es sefardí, ha hecho circular entre las Federaciones judías. Lo ha hecho para demostrar que no hubo ningún tipo de soborno por parte de Abramovich para conseguir tal calificación. La clave de la investigación estriba en que con ello ha logrado la nacionalidad portuguesa, tal y como establece una Ley lusa que ofrece el pasaporte portugués a quienes prueben raíces sefarditas.
Esta revista publicó el pasado sábado una carta de un familiar de Abramovich utilizada en el proceso de certificación. Ahora, destapamos el grueso de documentos que ha servido para probar la relación entre el oligarca ruso y España y Portugal.
"El certificado sefardí de Roman Abramovich se produjo correctamente a la luz del mundo judío y la Ley portuguesa". Así arranca el expediente sobre los orígenes ibéricos del oligarca ruso confeccionado por la Comunidad Judía de Oporto. Gracias a esta institución, Abramovich logró el pasaporte portugués en abril de 2021. Así lo permite una Ley portuguesa de 2015 aprobada para sellar un perdón histórico con los judíos expulsados en 1497.
Tan solo cinco años antes, en 1492, se había producido la expulsión en España. De hecho, España también aprobó una ley similar en 2015 que permitía de igual forma conceder pasaporte español a descendientes de sefarditas. España, sin embargo, cerró en 2019 la recepción de solicitudes. Portugal ha mantenido abierto un proceso por el que se han nacionalizado 32.000 personas.
Entre ellos Abramovich, quien, además de su nombre gentil, Roman, luce nombre en hebreo: Nachman ben Aharon. El nombre, destaca una autora judía portuguesa, coincide con el de un reputado rabino catalán de la Edad Media: Moses ben Nachman, conocido como Nahmánides.
Además, el apellido de la abuela de Abramovich, Leibovich, señala el expediente, puede traducirse como "proveniente del reino de León". Tradiciones, apellidos, cartas de parientes… El galimatías del último expediente sobre los orígenes judíos de Roman Abramovich descubre una serie de datos sobre sus familiares, aunque para muchos genealogistas sefarditas no concluye nada claro.
Para muchos genealogistas sefarditas, el expediente sobre las raíces de Abramovich no concluye nada claro.
La documentación protagoniza ahora el último capítulo de un culebrón policial y religioso que ha dividido a la comunidad judía internacional. Las pesquisas llevaron, incluso, a detener al rabino de Oporto, que fue puesto en libertad, tras ser interrogado, el pasado mes de marzo.
En dicho expediente, la institución hebrea niega directamente la que se ha convertido en la principal sospecha sobre el magnate: que pudiera haber pagado por recibir un trato de favor en la certificación de sus raíces judías. "Roman Abramovich nunca hizo ninguna donación a la Comunidad Judía de Oporto, mucho menos por un certificado falso. Han pasado 18 meses desde que se certificó la solicitud, por la que la Comunidad israelita de Oporto sólo recibió 250 euros [el coste de la tramitación del expediente]".
"Roman Abramovich nunca hizo ninguna donación, mucho menos por un certificado falso; sólo pagó 250 euros"
El dato es clave puesto que es lo que denunció en Twitter Alexei Navalny, líder de la oposición rusa. Una acusación que hizo saltar las alarmas en Portugal sobre el último pasaporte portugués del oligarca ruso: también tiene visado lituano, israelí y, por supuesto, ruso, donde nació en 1966.
Precisamente que tenga varios pasaportes, el lituano incluido, es una de las razones que esgrime la Comunidad Judía de Oporto en defensa de Abramovich: no necesita otro pasaporte de la Unión Europea. Sin embargo, los críticos recuerdan que el pasaporte portugués puede abrir más puertas que el lituano.
Incluido entre los negociadores de la invasión de Ucrania, sin definir claramente su papel, el ex dueño del Chelsea C.F., el equipo que fichaba a golpe de talonario millonario y que este miércoles se enfrentó al Real Madrid, acumula decenas de leyendas a su alrededor. Huérfano de padre y madre desde los tres años, por enfermedad ella y accidente laboral él, Abramovich proviene de una familia humilde. Comenzó a hacerse rico al calor de las políticas de Boris Yeltsin. Hoy Forbes le sitúa como uno de los hombres más ricos del mundo, con un capital de 22.000 millones de dólares.
Sus abuelos maternos eran judíos, vivían en Lituania aunque procedían de Bielorrusia adonde llegaron desde Polonia. De ellos le vendría la sangre sefardita: judíos originarios de la península ibérica. Sus antepasados habrían huido de Portugal con la expulsión de los judíos de 1497, sólo cinco años después de la decretada por los Reyes Católicos en España.
Por esa razón, el mismo rabino de Oporto, Daniel Litvak -detenido durante la investigación por el caso Abramovich-, ha señalado en varias ocasiones que es difícil determinar el origen portugués o español de las familias con raíces sefarditas. Explica que muchos de los españoles huyeron primero a Portugal, aunque también serían expulsados del país vecino.
De igual manera que sus supuestos antepasados sefarditas tuvieron que cambiar de residencias, Roman Abramovich, ya huérfano, se crio entre orfanatos y casas de familiares. De adulto y millonario también acumula mudanzas. Supuestamente reside en Israel, aunque intentó vivir en Suiza, país que le negó la residencia.
Pidiendo dinero a amigos
Actualmente, según publica el New York Post y recoge el británico The Times, Abramovich se está construyendo una nueva mansión en Tel Aviv. A pesar de ser una de las personas más ricas del mundo, debido a las sanciones internacionales y a la congelación de activos rusos en muchos países por la invasión de Ucrania, el millonario se ha visto en aprietos. Señala el diario que no dispone de efectivo y no puede pagar a los obreros. Así, habría pedido ayuda a sus amigos en Hollywood, financieros de Wall Street y magnates de la tecnología.
No es el único ruso en aprietos. También según la prensa estadounidense, en este caso The Wall Street Journal, las hijas de Vladímir Putin podrían ver congelados sus activos en EEUU. Un alto funcionario del Gobierno de Joe Biden ha explicado a la prensa que EEUU va a proceder al "bloqueo total" de Sberbank y Alfa Bank, las mayores instituciones financieras de Rusia. No van a poder hacer transacciones, en ninguna divisa, con EEUU.
EEUU ha sancionado a las dos hijas de Putin, Katerina Tijonova y Maria Putina. La UE quiere hacer lo mismo
Además, EEUU, ha sancionado a las dos hijas de Putin, Katerina Tijonova y Maria Putina -a las que también la UE quiere incluir en un nuevo paquete de sanciones- así como a la esposa y la hija del ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavro.
Ajustado en lo económico, en este caso por el conflicto creado por Rusia, Roman Abramovich vuelve, de alguna forma, a sus raíces humildes. Pero si el magnate abandonó la clase social en la que nació no ha hecho lo mismo con sus costumbres familiares. O al menos eso viene a atestiguar el expediente que maneja la Comunidad Judía de Oporto. Señala que Abramovich siempre se ha integrado en círculos judíos de tradición sefardita. Así lo certifican una serie de documentos con sellos de Jerusalén, Rusia y Oporto. Varias firmas de comunidades judías y rabinos hebreos acreditan, señalan los portugueses, que las tradiciones y la herencia de sus apellidos son sefarditas.
Interviene un español
Lo hace, por ejemplo, la Federación de Comunidades Rusas. Su aportación consiste, señala la Comunidad Judía de Oporto, en un documento que certifica que Abramovich "pertenece a la comunidad sefardí en Rusia y que tiene fuertes raíces portuguesas".
El expediente incluye además un documento en español. Está firmado, indica la Comunidad Judía de Oporto, por "Baruj Garzón, ex Gran Rabino de Madrid y asesor del Gobierno de España", quien "no sólo analizó los apellidos de Roman Abramovich, sino que también atestiguó que las tradiciones sefardíes son fielmente respetadas en su familia".
El documento, de cuatro páginas, afirma que el apellido Abramovich "es de origen sefardí". Así lo indica y firma el ex gran rabino de Madrid, director de Educación del Centro Educativo Sefardí de Jerusalén, profesor de Historia de las Comunidades Sefardíes y traductor e intérprete jurado. "Considerando suficientes las pruebas presentadas y a petición de Roman Abramovich, hijo de Aron Arkadiv Abramovich, nacido el 24 de octubre de 1966, podemos afirmar y afirmamos sin la menor duda, que Abramovich es un apellido de origen sefardí".
En otro documento del expediente se explica cómo los antepasados de Abramovich, judíos sefarditas, se mezclaron con los judíos askenazís, originarios de centro Europa, tras su huida de la península ibérica.
El expediente que se maneja estos días en la Comunidad judía portuguesa sobre Abramovich señala que se ha estudiado el origen de los apellidos familiares, entre los que se incluye "Leibowit -apellido de una de sus abuelas-, que se traduce como León y que se encuentra en las listas de apellidos sefardíes y en las listas privadas de los sefardíes de Hamburgo". Es más, indica el dossier, "es gracias a familias como Leibovich que el apellido Abramovich existente en Poznan y en toda Polonia también se encuentra en algunas listas de apellidos sefardíes, aunque proviene del nombre Abraham, común en todas las comunidades, ya sea askenazí o sefardí".
Como adelantó esta revista, el expediente además incluye una carta de un supuesto familiar de Abramovich. Se trata de un Abramovich polaco que habría escrito una misiva a la Comunidad judía de Oporto en 1940 pidiendo que transmitieran a su familia que se encontraba bien.
Además de la documentación, el expediente incluye una serie de artículos, como el firmado por la escritora Miriam Assor, en el que se pone de relieve que el nombre judío de Abramovich es el mismo que el de un reputado rabino de Gerona en la Edad Media. "A pesar de tantos siglos de viajes, tribulaciones y horrores, el pueblo judío se conoce a sí mismo. Roman Abramovich es judío – su nombre hebreo es Nachman ben Aharon– una cualidad atestiguada por el Gran Rabinato de Israel".
"Desperdicio de dinero"
El expediente de la Comunidad judía de Oporto no sólo incluye documentos sobre Abramovich. También una dura crítica a la investigación que ahora se ha abierto contra ellos: "Todas las investigaciones son un desperdicio de tiempo y dinero para el Estado y se fundamentan en acusaciones anónimas lanzadas contra la comunidad judía de Oporto por individuos endurecidos".
Así, el dossier finaliza acusando de antisemitas a los investigadores: "Independientemente de si a la gente le gusta o no que la ley otorgue nacionalidad portuguesa a los descendientes de judíos sefardíes de origen portugués, el hecho es que la Comunidad Judía de Oporto ha sido acusada de los mismos mitos antisemitas milenarios que condujo a pogromos, la Inquisición y la Shoah".