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A la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, la fue a buscar a Glasgow porque había perdido el avión comercial de vuelta tras alargarse en unas negociaciones climáticas. El de Cultura, Miquel Iceta, lo usó para ir a Oviedo a los Premios Princesa de Asturias a pesar de que la agenda le habría permitido trasladarse en un vuelo de Iberia, por ejemplo. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no sólo lo utilizó en su sonada visita al Papa en Roma, sino en otras nueve ocasiones, algunas de ellas difíciles de justificar. Hablamos, evidentemente, del medio de transporte más polémico del Gobierno: el avión Falcon.
EL ESPAÑOL | Porfolio ha obtenido en exclusiva, tras solicitar información a todos los ministerios a través del Portal de Transparencia, la lista más completa hasta el momento de los viajes en la famosa aeronave que hicieron los miembros del Ejecutivo durante 2021. En total, se trata de 107 travesías realizadas por 11 ministros, más del doble que las hechas en 2020 a pesar de que el confinamiento duró apenas unos meses.
Esta información, tan perseguida como arma política desde que Pedro Sánchez usó el avión para irse a un concierto de The Killers en Benicàssim -Falcon Viajes ironizaban desde la oposición-, permite arrojar luz sobre el uso que hace parte del Gobierno del Falcon. Y si bien la mayoría de los itinerarios responden al funcionamiento normal de la actividad ministerial, lo cierto es que lamentablemente aún abundan muchos difíciles de justificar, para distancias muy cortas, o cuando no hay nada programado en la agenda del ministro de turno.
Aun así, hay dos grandes ausentes deliberados en este listado. El primero es el Ministerio de Asuntos Económicos, dirigido por Nadia Calviño, que no ha contestado a la solicitud de Transparencia y ha optado por el silencio administrativo. Así, no se puede saber cuántas de todas las veces que ha ido a Bruselas, entre otros destinos, lo ha hecho en Falcon. El siguiente gran ausente es el presidente del Gobierno, que sigue sin querer aclarar el uso que hace del avión.
Tanto el Ministerio de Defensa, como gestor de la aeronave y su tripulación, como el de Presidencia han ofrecido los viajes de sus ministros, pero se han negado a hacer públicos los de Pedro Sánchez. Aun así, la respuesta de todas las demás carteras deja sin argumentos al líder del Ejecutivo, que se sigue negando a informar a la ciudadanía del uso que hace de medios pagados con dinero público, evitando de esa manera su examen crítico.
España tiene en total cinco aviones Falcon, adquiridos desde 1988, que forman parte del 45 Grupo del Ejército del Aire y que sirven a las altas personalidades del Estado para hacer viajes rápidos y seguros. Aunque nadie duda de su utilidad, el hecho de que cada hora de vuelo cueste 5.600 euros a las arcas públicas -incluyendo el prorrateo de mantenimiento y salarios- y sea altamente contaminante obliga éticamente a que los trayectos sean, al menos, necesarios y justificados.
Así las cosas, los ministros que más han usado la aeronave durante 2021 han sido José Manuel Albares (Exteriores, 21 viajes), Margarita Robles (Defensa, 19), Arancha González Laya (ministra de Exteriores durante la mitad de 2021, con 14 viajes), Fernando Grande-Marlaska (Interior, con 10) y Yolanda Díaz (Trabajo, con otros 10). Los demás ministerios que lo han usado les siguen de lejos, con entre uno y cuatro viajes.
El uso del Falcon en 2021, ministerio a ministerio
-Ministerio de Asuntos Exteriores: 35 veces; 14 por Arancha González Laya y 21 por su sucesor José Manuel Albares.
-Ministerio de Defensa: 34 veces; 19 por Margarita Robles y 15 por el JEMAD.
-Ministerio del Interior: 10 veces.
-Ministerio de Trabajo: 10 veces.
-Ministerio de Transición Ecológica: 4 veces.
-Ministerio de Justicia: 3 veces.
-Ministerio de Presidencia: 3 veces.
-Ministerio de Cultura: 3 veces.
-Ministerio de Industria: 2 veces.
-Ministerio de Agricultura: 2 veces.
-Ministerio de Política Territorial: 1 vez.
Díaz asciende al podio
El pasado mes de diciembre la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, dio un golpe en la mesa y se reunió con el Papa Francisco en Roma. No sólo logró algo añorado de lejos por un Pablo Iglesias que nunca se pudo apuntar ese tanto, sino que incluso el pontífice le dedicó a ella más tiempo que al propio Pedro Sánchez -40 minutos-. El gesto, proveniente de un Papa que además no acostumbra a recibir ministros, supuso para la gallega que su imagen subiera de escalafón en cuanto a liderazgo nacional y presencia internacional.
Al margen de la rabia que provocó, en cierto sector conservador de España, una reunión entre un Papa con tintes izquierdistas y una ministra comunista, hay otro elemento que formó parte fundamental de la polémica de aquellos días: Yolanda Díaz había ido a Roma en el Falcon. Tanto PP como Vox, como Ciudadanos pidieron unas explicaciones en el Congreso de los Diputados que resultaron insatisfactorias para los demandantes.
Pero esa no ha sido la única vez que la titular de Trabajo viajó a bordo del Falcon. Según ha podido saber esta revista, durante ese mismo 2021 lo hizo hasta en nueve ocasiones más. Se trata de algo llamativo porque la cartera de Trabajo no tiene la agenda internacional de Exteriores o Defensa, ni la seguridad que requiere la de Interior. También porque se ha convertido en la primera y única persona de Unidas Podemos en subirse a la aeronave.
A bordo del Falcon, Yolanda Díaz ha impulsado su agenda internacional en dos frentes. El primero, acudiendo a actos de carácter europeo (en Luxemburgo, Catania y Bruselas). El segundo, para reuniones con sus homólogos en distintos países. Así, viajó a Oporto para ver a Ana Mendes y a Roma, donde se reunió con el ministro de Trabajo italiano y empezó a gestionar su audiencia con el Papa, para la que también usó el Falcon.
Estos usos internacionales entran dentro de la normalidad de la aeronave, que sirve para trasladar a altos cargos de una forma rápida. Sin embargo, la titular de Trabajo también la ha usado para desplazamientos dentro de España que seguramente se podrían haber hecho por la vía comercial.
Es el caso de su viaje a Santiago de Compostela (16 de septiembre de 2021) para reunirse con Alberto Núñez Feijóo, entonces presidente de Galicia, al día siguiente. Ese viaje fue sólo de ida y aprovechó para quedarse el fin de semana. Unos días más tarde usó el Falcon de nuevo para ir y volver de Santander (26 y 27 de septiembre) con motivo de su participación en el foro Diálogos sobre el Futuro del Trabajo y una breve reunión con el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla.
Sin embargo, el uso más difícil de justificar es el que hizo el 9 de septiembre. Tras reunirse con Ana Mendes en Oporto, el Falcon no volvió a su base de Torrejón de Ardoz, sino que se fue con Yolanda Díaz a Barcelona. Ahí la ministra participó en un acto junto a Ada Colau para hacer campaña contra la ampliación de El Prat, y después lo usó para volver a Madrid. Durante aquel viaje, Díaz utilizó medios del Estado con fines partidistas.
Algunas curiosidades...
-Aunque todos los ministros viajan acompañados de una pequeña delegación, el JEMAD es el único que ha usado el Falcon a su disposición sin ser titular de una cartera.
-Los destinos más habituales fuera de España son Bruselas, Luxemburgo... pero también Liubliana, capital de Eslovenia. Ahí se celebran consejos de ministros informales a los que han acudido los ministros de Interior, Justicia, Exteriores, Agricultura y Defensa.
-El destino favorito dentro de España ha sido, sin duda, La Palma. Por su difícil acceso geográfico y por la situación del volcán.
-El cargo que más ha usado el Falcon para viajar por dentro de España ha sido Margarita Robles, por el reparto geográfico del Ejército. 12 de sus 19 viajes fueron dentro de nuestra frontera.
-Todos los viajes del ministro de Cultura, Miquel Iceta, están relacionados con actos de Casa Real.
-La única persona de Unidas Podemos que lo ha usado es Yolanda Díaz.
-La mayoría de los viajes se han hecho en la segunda mitad del 2021.
-El 45 Grupo de las Fuerzas Aéreas que transporta a las personalidades tiene cinco Falcon 900, llamados T-18, y dos Airbus A310 para vuelos más grandes.
-Se estima que la hora de vuelo de un Falcon cuesta 5.600 euros, incluyendo el carburante y el coste prorrateado de sueldos y mantenimiento.
El último viaje sin aparentes datos que lo justifiquen a bordo del Falcon tuvo lugar el 10 de octubre de 2021, domingo, cuando la ministra de Trabajo se subió a la aeronave para ir de Alicante a Madrid. No existe ninguna declaración de ella esos días en Alicante y no tenía agenda desde el jueves 7, ni la tuvo hasta el viernes 15.
El favorito de Exteriores
A pesar de que es la única de Unidas Podemos que lo usó en 2021, Yolanda Díaz no es la más asidua del Gobierno a volar en Falcon. En ese terreno gana, ampliamente, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Y lo hace no sólo en número, sino también en ratio. El jefe de la diplomacia española es el que más viajes hizo, con 21, a pesar de que se incorporó al Gobierno a mitad de año, tras la crisis provocada por Pedro Sánchez ese verano y que supuso el cambio de nombres en seis ministerios.
Curiosamente, Albares es el coprotagonista de la famosa foto de Sánchez a bordo del Falcon en la que el presidente sale con gafas de sol y él le enseña unos papeles y que tanto ha servido para ilustrar las polémicas de este avión, aunque esa instantánea se tomó cuando aún era asesor. Como ministro, se ha despojado de esa imagen alcanzando un creciente protagonismo en el Ejecutivo y con un posicionamiento mucho mejor que su antecesora, y se estrenó a bordo del Falcon en un viaje oficial a Reino Unido, el 21 de julio de 2021, con ida y vuelta el mismo día.
Desde entonces, todos los viajes que ha hecho han sido visitas oficiales y dentro de lo esperable en una cartera como la suya. Al margen de visitas a nuestros principales aliados (Nueva York, París), se ha centrado, sobre todo, en el Magreb y en Oriente Próximo, visitando en varias ocasiones Argelia, Túnez, Libia, Pakistán (por la crisis afgana que le pilló poco después de asumir la cartera) y Catar. La única parada extraña sucedió el 22 de octubre cuando, de camino a Libia, aterrizó en Granada para descubrir una placa en el Ayuntamiento de Jun a un alcalde fallecido y participar en unas charlas.
Esas visitas muestran una agenda mucho más cargada por parte de Albares que la de su antecesora, Arancha González Laya. De la misma manera, plagada de viajes oficiales, ella también hizo una parada extraña en el camino. Fue en Pamplona, el 21 de febrero, mientras se dirigía a Bruselas. No tenía nada registrado en su agenda que justificase estar ahí en ese momento, aunque aprovechó la visita para conceder una entrevista general a un medio local.
Robles y Marlaska, por España
Después del de Asuntos Exteriores, el ministerio que más ha recurrido al Falcon para trasladar a sus autoridades ha sido el de Defensa, responsable administrativo de la aeronave, que además ha sido el único que ha cedido el avión a una personalidad distinta al titular de la cartera. La ministra Margarita Robles ha viajado por este medio en 19 ocasiones y el JEMAD lo ha hecho en 15 (una de ellas mientras lo era el general Miguel Ángel Villarroya y las demás siéndolo ya Teodoro Esteban).
Mientras que el JEMAD lo ha utilizado, en todas las ocasiones, para visitar bases en el extranjero, Robles lo ha hecho para viajar principalmente por territorio español. De hecho, es la ministra que más veces ha recurrido al Falcon para viajes dentro de España. 12 de sus 19 viajes han sido por territorio español, con instalaciones del Ejército repartidas por todo el país. Seguramente, además, se ha optado por el Falcon como medida de seguridad.
Así, sus destinos favoritos han sido la base aérea de San Javier (en Murcia), Almería (a donde ha ido en dos ocasiones para actos relacionados con La Legión), Rota (para ver un buque en la base naval) y Talavera de la Real (en Extremadura, y hasta donde se ha trasladado en dos ocasiones, una para ver unos drones y otra para visitar a una brigada).
También con una fuerte presencia de viajes dentro de España, y seguramente por los mismos motivos de seguridad, aparece el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que usó el Falcon en 10 ocasiones a lo largo de 2021. En cuanto a su agenda internacional, ha ido a bordo de esta aeronave a Luxemburgo (dos veces) a Bruselas (otras dos) y a Eslovenia.
Dentro de España, Grande-Marlaska recurrió al Falcon el pasado 23 de julio para volver desde Canarias tras inaugurar una comisaría de Policía Nacional, y también lo usó en noviembre para ir a La Palma tras los sucesos del volcán. Un uso que sí es difícil de entender es el que hizo el 18 de mayo de 2021. En plena crisis migratoria, viajó en Falcon hasta Jerez para después saltar a Ceuta en helicóptero. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo el mismo viaje, pero ambos lo hicieron por separado.
Aumenta el uso
Los demás ministros que han recurrido al Falcon en algún momento ya siguen de lejos a los representados en este podio y todos están por debajo de los 10 viajes. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, lo ha usado en cuatro ocasiones. Una de ellas fue el 14 de noviembre, cuando la aeronave tuvo que ir a buscarla a Glasgow porque había perdido el avión de regreso a Madrid después de que se alargaran las negociaciones en la cumbre climática COP26. Otra, fue cuando tuvo que viajar de urgencia a Argel para asegurar el suministro de gas a España tras la rotura de relaciones entre Argelia y Marruecos. Las dos restantes, para asuntos europeos.
Los ministerios de Presidencia, Justicia y Cultura lo han usado, cada uno, en tres ocasiones. Félix Bolaños ha ido en él dos veces a La Palma, por el volcán, y una en agosto a conmemorar el aniversario de la liberación de París tras la invasión nazi. Pilar Llop para reuniones europeas y para asistir al World Law Congress, acompañando al Rey, en Barranquilla (Colombia); y Miquel Iceta acompañando a los reyes en dos ocasiones, y para asistir a los Premios Princesa de Asturias. En este último caso, la agenda del Ministerio le habría permitido recurrir a un vuelo comercial.
Los últimos en la lista son la ministra de Industria, Reyes Maroto, que fue a Riad y también a La Palma; el ministro de Agricultura, Luis Planas, que hizo dos viajes de carácter europeo; y la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, a la que el Falcon fue a buscarla a Tenerife para hacer un breve viaje a La Palma. Ni la titular del Ministerio de Igualdad, Irene Montero, ni la de Derechos Sociales, Ione Belarra, han viajado en Falcon.
Todos estos viajes realizados por los ministros suman un total de 107 travesías realizadas en el Falcon a lo largo de 2021. Uno de los detalles más curiosos es que la mayoría de ellos son en la segunda mitad del año. En cualquier caso, estas cifras muestran una tendencia al alza. Y es que en 2020 Vox preguntó al Gobierno en el Congreso de los Diputados que cuántos viajes se habían hecho en lo que iba de año (desde enero hasta el 4 de octubre) y la respuesta fue de 54, sin contar los de Sánchez. Aquel año la pandemia había frenado los vuelos, pero este 2021 se han vuelto a retomar con una normalidad absoluta.
El silencio de Sánchez
El hecho de que todos los ministerios del Ejecutivo, excepto el de Asuntos Económicos, han cumplido con los requerimientos realizados por EL ESPAÑOL | Porfolio a través del Portal de Transparencia sienta un precedente por el que no hay ningún motivo que Moncloa siga manteniendo ocultos los viajes del presidente Pedro Sánchez, ni que se ampare en la Ley de Secretos Oficiales.
Entonces, ¿por qué los oculta Sánchez? La polémica que se generó cuando fue en Falcon a ver un concierto de The Killers en el Festival Internacional de Benicàssim, al poco de asumir la Presidencia en 2018, o su asistencia a la boda de un familiar en La Rioja, han puesto en duda la necesidad de muchos de sus desplazamientos en la aeronave. Además, como no hay una regulación expresa para ver qué viajes son adecuados y cuáles no, se genera un terreno abonado para que se cometan excesos.
Pero si Sánchez facilitara la información, ganaría por goleada a todos los demás. La última aproximación la publicó el medio Vozpopuli, en diciembre del año pasado, asegurando que el presidente del Gobierno había movilizado el Falcon y el helicóptero Súper Puma hasta en 54 ocasiones, entre idas y vueltas, en el último mes. El patrón, además, siempre era el mismo: usaba el helicóptero para ir a la base de Torrejón de Ardoz, ahí cogía el Falcon y se trasladaba a algún lugar de España en el que había un compromiso menor, pero que, casualmente (o no), coincidía con un acto de partido.
A pesar de que la Audiencia Nacional y el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno se han pronunciado a favor de que sean públicos los viajes del presidente, ni el Ministerio de Defensa ni el de Presidencia han querido responder al respecto a las peticiones de esta revista. Habrá que seguir esperando.