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Abril de 2018. "Está preocupada la Reina y bastante desolada". Así hablaba la periodista Imma Aguilar citando palabras textuales de la propia Letizia (49 años) tras el revuelo de impacto mundial suscitado por la filtración de las imágenes de la Familia Real a las puertas de la Catedral de Palma tras la Misa de Pascua del Domingo de Resurrección. Hace de eso cuatro años exactamente.
En ellas, se veía perfectamente cómo la consorte del rey Felipe VI (54) impedía a la emérita (83) hacerse una foto con sus nietas, Leonor (16) y Sofía (14). "Ella está muy comprometida con el cuidado de sus hijas, con la protección de su imagen, le preocupa quién les hace fotos, le preocupa dónde salen, quién se les acerca. Es una reacción muy de madre", concluía Aguilar, actual directora de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y una de sus grandes amigas y escuderas.
Abril de 2022. Cuatro años después, la Reina continúa inquieta, mucho más ahora, por la imagen pública de las infantas, debido al imparable auge de las redes sociales. Vive con el desasosiego de ver crecer irremediablemente a sus dos hijas, que ya como adolescentes empiezan a manifestar los deseos, las voluntades, las pasiones y las ilusiones propias de quienes necesitan volar solas. Las redes son, sin duda, una herramienta para ello, una fuente de información o desinformación, según parece opinar la misma reina Letizia.
A EL ESPAÑOL | Porfolio le consta que Letizia emplea directamente el término "preocupación" al hablar de sus hijas y estas nuevas vías de comunicación. No sólo le aflige el efecto nocivo que estas aplicaciones pueden tener sobre Leonor y Sofía; también es por todas las niñas españolas que tienen como principal entretenimiento seguir los contenidos, a veces vacuos, vertidos por las influencers más famosas de España en sus poderosos perfiles, algunos con más seguidores que la cuenta de Twitter de Casa Real.
A la Reina no sólo le aflige el efecto nocivo sobre sus hijas, también el que tenga sobre todas las niñas españolas
Esta revista ha confirmado que el pasado 8 de febrero, Letizia manifestó en petit comité esta desazón. Su Majestad presidió el encuentro entre científicas y emprendedoras 'Rompiendo techos de cristal: la mujer científica, del laboratorio al emprendimiento', organizado por el Grupo Mujer y ciencia de la SEBBM con la colaboración de la AseBio y ASEICA-Mujer en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Durante el acto se celebró una mesa redonda en la que tomó la palabra Rocío Arroyo, CEO de Amadix y miembro de la Junta directiva de la AseBio -Asociación Española de Bioempresas-. Su intervención hizo que Letizia se revolviera en su silla. "La educación de las niñas depende mucho de los profesores [...] y de los padres", expresaba Arroyo ante la atenta mirada de la Reina. Y proseguía: "Cómo estamos fomentando en casa esa autoestima, que luego nos es tan necesaria, porque parece que [las mujeres] no nos lo merecemos cuando nos va bien profesionalmente".
"Hay una cosa muy importante y que me preocupa", continuaba Rocío Arroyo, "deberíamos, con el apoyo de las instituciones, cambiar los modelos que les damos a las niñas. No me refiero a hablar de Marie Curie o de Margarita Salas, sino a que empiecen a mirar a todas esas mujeres, que tenemos aquí hoy muchas, que están cambiando el mundo desde sus laboratorios y sus empresas. Y también digo más: que dejen de mirar en Instagram a tanta jovencita, que dedica su día a pelo, ropa, maquillaje... creo que es una vida que no es real. Tenemos que ser capaces de enseñar a nuestras hijas que hay muchísimo más: en ciencia o en carreras con un impacto en cambiar la vida de muchas personas".
El discurso de Rocío activó la inquietud latente en la mente de Letizia, que no pudo por menos que manifestarla más tarde cuando se aseguró de que los micrófonos estaban apagados. Poco antes de concluir el acto, en el clásico corrillo donde se comentan brevemente las impresiones de la actividad celebrada, Letizia sentenció: "Me preocupa mucho lo que Rocío ha apuntado de las influencers. No quiero que se me malinterprete. No estoy en contra de ellas, pero sí que me he planteado llamar a algunas para reunirnos y hablar sobre la posibilidad de ampliar sus contenidos, como entrevistas a mujeres científicas o a mujeres con otros perfiles interesantes".
La gran preocupación de la Reina le llega de manera directa por lo que ve en el círculo de sus hijas y hasta en su propia familia, ya que todos los primos de las infantas tienen cuenta en Instagram. Leonor y Sofía no tienen redes sociales, pero Letizia, una madre dedicada y entregada, ha observado cómo las amigas de sus dos pequeñas tienen como referentes a algunas influencers cuyo día a día está basado en mostrar las prendas de diseño y los productos de maquillaje que las marcas les regalan, en acudir a eventos exclusivos o en realizar viajes de lujo a lugares de ensueño a golpe de promoción.
"No estoy en contra de ellas, pero sí que me he planteado llamar a algunas para reunirnos"
A su parecer, eso supone mucha presión para todos los jóvenes, especialmente para las niñas, que pueden llegar a obsesionarse con el físico o con esa vida de exposición pública aparentemente fácil.
La palabra influencer, según la RAE, es un anglicismo que define a una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales. La irrupción de estas herramientas, hace ya más de 10 años, ha originado que algunas de las personas detrás de esos perfiles sean tratados hoy como auténticos mesías. Su palabra es dogma de fe y, una vez aceptado eso y la realidad de que con ellos hay que coexistir, a ojos de Letizia es mejor usar esa fuerte influencia para intentar alcanzar esa romántica y utópica idea que es hacer de este mundo un lugar mejor.
No sería la primera vez que desde Altas Instituciones del Estado contactan con influencers para pedir que desde su potente espacio online envíen mensajes idóneos a un público al que a ellos les es más difícil llegar.
El 14 de marzo de 2020, mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (50), decretaba el estado de alarma sanitaria por la pandemia de coronavirus, el Ministerio de Sanidad se ponía en contacto con la influencer catalana Aida Domènech, conocida por todos como Dulceida (32), para que pidiese a los jóvenes -sólo en Instagram atesora más de tres millones de seguidores- que se quedasen en casa.
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"Acabo de subir un post que me encantaría que leyerais y que compartierais, cuanta más gente lo lea, mejor. Esta mañana se ha puesto en contacto conmigo el Ministerio de Sanidad y yo en todo lo que pueda ayudar, ayudaré, porque es algo muy grave que no hay que tomarse en broma. Hay que hacer caso a lo que nos dicen. La gente que se pueda quedar en casa que lo haga", comenzaba el post de Dulceida.
"Os voy a recomendar series, vamos a ordenar el armario, voy a aprovechar para, a partir de mañana, crear contenido, subir cosas guays a YouTube y por aquí, y así entreteneros, divertiros y demás. Quiero transmitir tranquilidad, pero que no se tome a broma, todo depende de nosotros. En la medida de lo posible, quedaros en casa, limitad la vida social, los que podáis teletrabajar, hacedlo. Evitad sitios con mucha gente y no viajéis si no es totalmente necesario. Sólo así el virus se para, está en nuestra mano #YoElijoSerResponsable #FrenaLaCurva #QuédateEnCasa", concluía publicación de la instagrammer, incluida en el top 10 de las 100 Mejores Influencers de España, según Forbes.
Nada hubiera ilusionado más a Letizia, verbi gratia, que algunas de estas celebridades de internet se hubieran hecho eco de su viaje de este pasado martes al pequeño pueblo inglés de Bishop Auckland, ubicado en el condado de Durham. Por desgracia para ella, no ha sucedido. El motivo de su segunda visita al Reino Unido en siete días -la primera fue para asistir a la misa de Acción de Gracias en recuerdo del duque de Edimburgo- era puramente cultural.
La Reina se reencontró con el príncipe Carlos (73) para visitar en la Spanish Gallery la colección Zurbarán: Las doce tribus de Israel: Jacob y sus hijos, que recoge el espíritu barroco del Siglo de Oro español, una muestra con retratos del pintor del siglo XVII Francisco de Zurbarán.
Con la posibilidad en el aire de que la reina Letizia pudiera llamar -si es que no lo ha hecho ya- a palacio a algunas influencers para instarlas a difundir otros contenidos más serios, esta revista analiza aquellos perfiles que podrían sentirse cómodos con el encuentro real y otros que no. Además de lo que la soberana podría pedirles que publicasen.
No se sentirían cómodos
1. Jedet - (454.000 seguidores)
Carmen Jedet (29 años) lleva aproximadamente un lustro dedicándose a la vida pública, aunque ahora se encuentra en el momento más álgido de su carrera profesional. Cantante, actriz e influencer, de la mano de Dulceida en su agencia In management, la joven catalana de raíces andaluzas interpretó a la artista Cristina 'La Veneno' en la serie Veneno, de Javier Calvo (31) y Javier Ambrossi (37) para ATRESPlayer Premium.
De fuerte temperamento y con sonadas polémicas a sus espaldas, con total seguridad, Letizia pediría a Jedet que crease una sección de reels [pequeños clips de Instagram] donde, tras una ardua labor de investigación, transmitiera a sus cientos de miles de seguidores, cuáles son sus películas clásicas favoritas desde los hermanos Lumière y el nacimiento del cine hasta la actualidad.
2. Soy una pringada - (229.000 seguidores)
Estíbaliz 'Esty' Quesada (27) -archienemiga de Jedet-, conocida popularmente por el sobrenombre 'Soy una pringada', se define a sí misma como una "emo de Iturri". Su hábitat natural son las redes sociales y en concreto YouTube. Ahí realiza ácidos vídeos sobre temas o personajes de actualidad.
Ha estudiado Cine, ha escrito guiones, producido, dirigido y protagonizado su propia serie -Looser-, participa en muchas otras -Vota Juan-, colabora con programas de televisión e incluso ha llegado a presentar uno junto a Nuria Roca (50), Road trip.
Su nombre copó todos los titulares de prensa de España hace unos meses cuando, al ser entrevistada por Gabriel Rufián (40) en La Fábrica, Esty respondió que a Vox había que responderles "matando". "Matar. ¿Está mal matar? Sí. A veces no. O matamos o nos matan a nosotros", aseguró la humorista. "Deberíamos atacar de vuelta. Deberíamos comprar armas, cócteles molotov y ¡pum!". Instagram le ha suspendido su cuenta.
Esty Quesada confesó sufrir depresión, por lo que quizá, Letizia podría pedirle que en su canal de YouTube, en el que tiene una audiencia masiva con vídeos que superan los 2,5 millones de visualizaciones y 331.000 fieles suscriptores, aborde el tema de la salud mental con profesionales especializados.
3. Naím Darrechi - (6,5 millones de seguidores)
Si Instagram ha reinado desde su creación en 2012, ahora la soberana de todas las redes sociales es TikTok. Sobre todo desde 2020, cuando en el confinamiento mucha gente creaba contenido y mataba el tiempo viendo vídeos en la aplicación china más famosa entre los adolescentes. Naím Darrechi (19) es un joven mallorquín que posee 6,5 millones de followers en Instagram y 28 millones en TikTok. Fue precisamente en un directo en esta última donde pronunció unas palabras que lo perseguirán siempre: confesó no usar preservativo y engañar a las chicas para eyacular dentro.
"No puedo, me cuesta mucho utilizar preservativo. Nunca lo utilizo. Un día pensé, 'tío, es extraño que no hayas dejado nunca embarazada a ninguna chica durante todos estos años', entonces decidí empezar a acabar dentro y nunca ha pasado nada, por lo que empiezo a pensar que tengo un problema", afirmaba.
En ese momento, su interlocutor, el tiktoker Mostopapi le preguntaba cómo se tomaban esas mujeres que él, sin su consentimiento, no usase protección. "Les digo que estén tranquilas, que soy estéril porque me he operado para no poder tener hijos", concluía. La ministra de Igualdad, Irene Montero (34), puso en conocimiento de la Fiscalía esta entrevista y finalmente se archivó la causa porque la juez consideró que Naím tenía ganas de "fanfarronear", pero no vio delito "ni de odio ni de abuso".
En este sentido, Letizia pediría a Naím, para concienciar a sus 35 millones de followers alrededor del mundo, que diera voz a mujeres que han sufrido abusos sexuales y malos tratos. La monarca está muy comprometida con la violencia machista y el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género la galardonó en noviembre de 2019 con un reconocimiento por su implicación, "su apoyo a la firma de un Pacto de Estado contra este tipo de violencia" y por haber "manifestado su preocupación por las mujeres maltratadas, especialmente las que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad: menores, mujeres mayores, mujeres con discapacidad o mujeres del ámbito rural".
Sí se sentirían cómodos
1. María Pombo - (2,4 millones de seguidores)
María Pombo (27) es la influencer más importante de España, según Forbes, tiene 2,4 millones de seguidores en Instagram, es embajadora de firmas de moda, de casas de alta joyería, tiene dos marcas de ropa, Name the Brand y Tipi Tent y hasta su propio festival de música, Suave Fest. Por publicar una foto en su feed de Instagram puede ganar 8.000 euros.
Junto a Dulceida, se trata de una de las influencers más relevantes y versátiles de nuestro país. Se casó con su pareja, Pablo Castellano (36), el 22 de junio de 2019 en la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda, en Santander, su tierra natal. Al poner un pie en la iglesia, sonó el himno de España.
Ahora participa como concursante en el programa El desafío, de Antena 3, y el pasado sábado se sentó como invitada estrella en el programa Mi casa es la tuya, de Bertín Osborne (66), en Telecinco. A María, que sufre esclerosis múltiple, Letizia podría pedirle que le hiciera una gran entrevista a la doctora Celia Oreja-Guevara, jefa de sección de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos para concienciar a sus seguidores de la importancia de la salud, una de las bazas en la agenda institucional de la Reina.
2. María García de Jaime - (512.000 seguidores)
María García de Jaime (25) empezó en el mundo de las redes de pura casualidad. Publicó una foto junto a su razón de amor, el publicista Tomás Páramo (26) y llegó a tener 250.000 interacciones sin apenas seguidores en su contador. Está casada, es madre de dos niños, Tomás (6) y Catalina de la Paz (1), y ya ha sobrepasado el medio millón de followers en Insta.
Es una de las mejores amigas de Victoria de Marichalar de Borbón (21), a quien siempre que ve, sea en público o en privado, saluda con una reverencia en señal de respeto a la Corona. A María, Letizia podría pedirle que siguiera potenciando la imagen de España sin complejos entrevistando a mujeres emprendedoras del sector de la moda que diseñen y produzcan en nuestro país y lo hagan con materiales sostenibles.
3. Tomás Páramo - (331.000 seguidores)
Tomás Páramo, marido de María García de Jaime y padre de sus dos hijos, es otro de los influencers más seguidos y con más repercusión en las redes y los medios. Pone a Dios en primer lugar y le da las gracias todos los días por la familia que tiene y la que le ha permitido crear. Junto a su esposa, acaba de estrenar el documental María y Tomás: en lo profesional y en lo humano en Amazon Prime, donde se aborda cómo es la vida de una de las parejas más observadas de internet.
A Tomás, Letizia le pediría que no dejase de crear una sección destacada en sus redes en la que contase el horror vivido en la frontera de Ucrania, adonde fue hace unas semanas en un convoy junto a 50 voluntarios para transportar enseres y ayuda para las personas que están allí. La Reina expresó su apoyo al pueblo invadido por Rusia luciendo una blusa artesanal con estampado vyshyvanka confeccionada por mujeres de Ucrania.