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El 22 de mayo de 2004 fue un gran día para todo el país. Letizia Ortiz Rocasolano, la presentadora del Telediario de La 1, se convertía en la primera Princesa de Asturias del recién estrenado siglo. Las cámaras de su antiguo trabajo estaban allí para cubrir cada detalle de aquella histórica jornada. Desde la central de realización de la boda, ubicada a pocos metros de la Catedral de la Almudena de Madrid, el realizador Javier Montemayor pinchó un momento durante la ceremonia que marcaría la vida de otra persona que no eran los novios, protagonistas del día.
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Una de las cámaras grabó en directo, y lo vio toda España, cómo el nieto mayor de los entonces Reyes, Juan Carlos y Sofía, vestido de paje con un amarillo vainilla, se levantaba de su sitio y le propinaba una buena patada a una de las damas de honor, llamada Victoria López de Quesada, un poco mayor que él. En la imagen se pudo ver como sus primos, los Urdangarin Borbón, pasaban del asombro a la risa en medio segundo tras ver la acción de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos.
"Y eso lo vio todo el país, ya que en unos segundos se ganó para siempre la fama de malo, travieso, caprichoso... Hemos escuchado de todo sobre él. Nunca una tontería entre niños ha marcado tanto la vida de alguien. Y con eso se ha quedado todo el mundo. Te aseguro que es una idea muy equivocada. La gente ni siquiera sabe cómo se llama realmente", asegura a EL ESPAÑOL | Porfolio una de las mejores amigas de su madre, la infanta Elena.
En eso tiene razón. Toda España llama al sobrino mayor de Felipe VI, Froilán, mientras que él no responde a ese nombre. Esto le costó muchas peleas en el Colegio San Patricio de Madrid, donde hizo sus estudios hasta primero de la ESO, cuando algún alumno se reía de su tercer nombre, -que le pusieron en honor al patrón de Lugo, ducado que ostenta su madre. Él tenía que dejar claro que se llama Felipe, como su tío. En realidad, a sus 23 años, hará 24 justo dentro de un mes, el 17 de julio, ni siquiera le llaman ya Pipe, diminutivo cariñoso que usaba la familia con él, cuando era pequeño, para distinguirle del actual monarca.
Se puede decir que el hijo mayor de la duquesa de Lugo ha madurado. Ya es casi un hombre. La tranquilidad ha llegado en parte gracias a que se siente mucho más relajado desde que todo el foco de atención mediático está puesto en su hermana, Victoria Federica, dos años menor que él. El papel de "influencer" con el que ella está encantada, para él resulta un infierno.
Felipe quiere ser anónimo, no busca ser el centro de atención en ningún momento o lugar. "Nunca le ha interesado. Lleva con las cámaras detrás desde que es un niño, podría haber sido influencer mucho antes que su hermana, pero en realidad él solo quiere que le dejen tranquilo", asegura uno de los amigos que Felipe Froilán tiene en Marbella desde que era niño.
En la City londinense
Y lo cierto es que lo va consiguiendo y parece que las cosas le van saliendo. Aunque ha sido con varios años de retraso, por fin Felipe va a terminar sus estudios. Nadie dirá que ha sido un gran estudiante, pero ha terminado, que es lo que todos querían. El joven ya tiene su grado en ADE por el College for International Studies (CIS) de Madrid.
El cuarto en la sucesión al trono de España vive ahora mismo entre la capital española y Londres, donde la universidad le conseguido unas prácticas en una empresa de la City, donde se pasará casi todo el verano. "Y según cuenta su madre, está muy centrado y contento. En Inglaterra vive con un amigo de la universidad que tiene que hacer también prácticas allí. Cuando termine, volverá a la casa de doña Elena", cuenta la amiga de la Infanta.
Porque la hermana mayor de Felipe VI ya ha vuelto a su piso situado en el madrileño barrio del Niño Jesús. Tras la pandemia, la devota hija de Juan Carlos I decidió hacer una gran reforma en la casa, también consecuencia de unas humedades, y por eso ha estado fuera, pero ya lleva unos cuantos meses instalada de nuevo en la vivienda de su propiedad.
El camino hasta el título del grado en ADE no ha sido fácil, en parte por culpa de su fama de ocioso rebelde y por sus pocas ganas de estudiar. Nunca encajó en el carísimo y exigente colegio San Patricio en el que sus padres decidieron que estudiara, situado en la calle Serrano de Madrid. En él estuvo hasta primero de la ESO, que fue cuando las cosas se torcieron y empezaron a preocupar a la duquesa de Lugo y a Jaime de Marichalar. Así que tomaron la decisión de mandarlo a West Sussex, un internado en Inglaterra, donde repitió curso. Tras un año allí, le matricularon en El Pilar, para hacer segundo. En este centro estuvo tres años; dos cursando 2º de la ESO y otro año haciendo 3º.
Este último estuvo a punto de repetir, pero pudo aprobarlo gracias a que realizó un curso intensivo de verano en el Internado de Sigüenza, en Guadalajara. Como la cosa fue tan bien durante esos meses, sus padres decidieron que se quedara allí para hacer el cuarto curso de la educación superior obligatoria. Fue allí dónde conoció a la que fue durante casi seis años su novia, Mar Torres.
Después del internado de Guadalajara, la infanta Elena y Jaime de Marichalar decidieron mandarle a Estados Unidos, a un colegio, para alejarle un poco de las compañías que estaba haciendo en Madrid y con las que se había hecho relaciones públicas de la edición light de la discoteca Joy. Con ayuda de su abuela, la reina Sofía, que pagó sus dos cursos en Virginia, Felipe hizo el bachillerato en el internado Blue Ridge en Saint George, un centro episcopal de la rama de la iglesia anglicana, así que iba a misa tres veces a la semana. "Lo cierto es que no lo pasó nada bien allí. Al final volvió un poco antes de tiempo porque su abuelo, Juan Carlos, intercedió por él y fueron a buscarle", revela la amiga de la Infanta.
El 'ojito' de su abuelo
Todo el mundo sabe que Felipe es el ojito derecho del rey emérito. De hecho, él ha sido el único nieto que ha ido en más de una ocasión a verle en su exilio de Abu Dabi. Aunque no estaba en la polémica foto del mes de abril, en la que aparecían sus otros primos menos la Princesa de Asturias y su hermana Sofía, el hijo mayor de la infanta Elena ha viajado en otras dos ocasiones a visitar a su abuelo acompañando a su madre.
El cariño que Juan Carlos siente por su nieto mayor viene desde que éste era muy pequeño, cuando el todavía jefe del Estado aseguraba que físicamente era igual que su hija mayor, pero que de carácter le recordaba mucho a él cuando era joven.
"Nadie va a negar que se ha metido en muchos líos, pero no siempre ha sido culpa suya, ni nada ha sido tan grave como se ha contado en los medios de comunicación. El famoso accidente del disparo en el pie no fue culpa suya. Estaba en la finca de la condesa viuda de Ripalda, su abuela paterna, cuando ocurrió todo mientras estaba con uno de sus primos y fue culpa del otro", aclara la amiga de la duquesa de Lugo. Aunque, en realidad, aquello quedó en nada porque solo dos días después su abuelo tuvo otro percance con peores consecuencias, a más de 8.000 kilómetros de distancia, en el que se rompió la cadera durante una cacería de elefantes en Botsuana.
Pero, aunque nuestra fuente asegura que los medios de comunicación exageran los hechos que suceden en la vida de este joven de 23 años, lo cierto es que parece que tiene un imán para los problemas. Un buen ejemplo de esto es lo que le sucedió la pasada Semana Santa cuando estando de vacaciones en Ibiza y algunos periódicos aseguraron que había sufrido una tentativa de secuestro.
En realidad, la historia no fue para tanto. El sobrino del Rey se encontraba de vacaciones en la casa que José María Gutiérrez, el exfutbolista del Real Madrid más conocido como Guti, tiene en la isla balear ya que su hijo Aitor es íntimo amigo de Froilán. El caso es que mientras los jóvenes estaban disfrutando de la noche ibicenca, unos asaltantes entraron en la mansión y robaron varias cosas. Al final, todo quedó en un susto, pero fueron varios los periódicos que publicaron que el sobrino del Rey había sufrido un intento de secuestro.
Froilán tiene un grupo de amigos muy cercano, con los que sale desde hace años, y que se conocen de todos los veranos que han pasado juntos en Marbella, cuando después de estar sus dos semanas con la infanta Elena en Mallorca, se marchaban con su padre a descansar en la ciudad andaluza.
Su fiel escudero, como le llama con cariño la duquesa de Lugo, es Andrés Parladé Tassara o Sito, apodo que tiene en la pandilla. Los padres de este joven regentan Alcuzcuz, el hotel boutique donde el sobrino del Rey pasó las semanas del confinamiento. Andrés también compartía clases en la universidad con el hijo de Jaime de Marichalar, aunque él terminó el curso pasado.
El otro gran amigo del sobrino del Rey es Diego García, analista financiero. En su cuenta de Instagram se puede ver que es un amante del lujo y de la fiesta y en varias de las imágenes aparece con un coche caro o con productos de diseño, fuera del alcance de la mayoría de los mortales. Es conocida la anécdota de que presumía de haber pagado hasta 730 euros por una sola botella de champán, eso sí, en un exclusivo club marbellí.
Y por último, Luis Torremocha, amigo también de su hermana Victoria Federica en los veraneos marbellís. Este empresario está más que habituado a lidiar con caras muy conocidas. No solo es socio y fundador del grupo de restauración Lalala, sino que es relaciones públicas del festival Starlite de Marbella, que cada año congrega a artistas internacionales frente a un público en el que no falta la jet marbellí y personajes muy famosos del papel cuché español.
A Juan Urdangarin, Froilán lo considera su amigo, además de su primo. Los dos se llevan de maravilla y durante la temporada que el hijo mayor de la infanta Cristina estuvo estudiando en Madrid, para estar más cerca de su padre que cumplía condena en una cárcel de Ávila, salían juntos y compartían tiempo de ocio. No se puede decir lo mismo de la relación que tiene con sus primas, las Borbón Ortiz. Ni su hermana ni él mantienen mucho contacto con la Princesa de Asturias y la infanta Sofía; solo lo justo y necesario cuando hay algún tema. Y esto a pesar de que ambas familias residen en la misma ciudad.
En cuestiones de amor, Felipe disfruta ahora mismo de su soltería. Hace ya casi dos años que rompió con la que había sido su novia durante seis, Mar Torres. La heredera del imperio DelPozo de Murcia y el nieto de Juan Carlos siguen siendo amigos, y tras un corto romance con la influencer Belén Perea, vuelve a estar solo. La relación con Mar le dejó muy tocado, empezaron demasiado jóvenes, afirman quienes les conocen, y fue muy intensa en cuanto a idas y venidas. Terminaron regular, pero ahora, al parecer, se llevan bastante bien. "Doña Elena le tenía mucho cariño a Mar, es una buena chica", sentencia el amigo marbellí de Felipe.
Partido Froilanista
Lo cierto es que desde pequeño el nieto mayor de los reyes eméritos ha llamado la atención por su comportamiento, pero parece que ahora ha encontrado la calma y la madurez que necesita. Comienza una nueva etapa para este joven. Una vez terminados sus estudios, quiere buscar trabajo, aunque a él preferiblemente le gustaría que fuera en el extranjero, tal vez en Londres, para disfrutar así del anonimato que tiene en la capital inglesa y no en España, dónde todo el mundo le sigue llamando Froilán.
De momento, eso sí, los únicos que desearían que la ley sálica se hubiera abolido a tiempo de permitir un reinado de la infanta Elena, son los miembros del denominado Partido Froilanista, un grupo de independentistas gallegos que no se sabe si se llaman así solo en broma o con la secreta esperanza de que algún día el otro Felipe de la familia Borbón y Grecia sea rey.