El primer movimiento del nuevo jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, tras hacerse oficial su nombramiento el pasado 19 de febrero en la página web de Zarzuela fue orquestado, planificado y organizado. Nada de sorpresas, ni improvisación. La salida de los Reyes Juan Carlos I y Felipe VI del brazo, padre e hijo, de la misa en memoria de Constantino de Grecia en Londres, esta semana, estaba estudiada al milímetro. "Hay que cerrar este tema. Se terminó, una imagen vale más que mil palabras ¿no? Pues ya está. Todo queda atrás", comenta una fuente cercana al equipo de Felipe VI.
La reconciliación de padre e hijo acaparó todas las miradas. Sin embargo, el contexto en el que se produjo también gozaba de gran relevancia, sobre todo para la familia de Felipe VI. La familia real griega celebró el pasado miércoles, en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor (Londres) una misa en memoria del rey Constantino, el último soberano de los griegos, fallecido el 16 de enero de 2023, hermano pequeño de la Reina Sofía.
Con la reina Camila como anfitriona, la ceremonia la organizó el heredero (sin trono) heleno, que invitó a miembros de todas las realezas europeas. Pero, ¿por qué continúan estas relaciones con una familia real sin reino? ¿Por qué se celebró en Londres tal encuentro?
Razones históricas
El caso de los helenos es curioso. Sin trono desde 1973, los lazos sanguíneos mantienen unidos a la familia real griega con el resto de la realeza europea en una telaraña invisible de bodas, nacimientos, primos, tíos y demás…
Ninguna otra estirpe, sin reino en el que reinar, mantiene tan bien su posición entre las coronas del viejo continente como los helenos. Desde que Constantino de Grecia fue depuesto por la Junta Militar griega y su familia y él tuvieron que partir hacia un exilio incierto de nunca retorno, han sido protegidos y cuidados por el resto de las monarquías europeas. Aunque sin duda, fue la británica la que lo hizo con más mimo.
Esto tiene una razón histórica, un episodio traumático para los Windsor. El 17 de julio de 1918, Nicolás II, Zar de Rusia, su esposa, su hijo, sus cuatro hijas, el médico de la familia imperial, un criado personal, la camarera de la emperatriz y el cocinero de la familia fueron ejecutados en el sótano de la casa bolchevique de Ekaterimburgo en la que estaban presos desde hacía semanas.
Un año antes, el rey británico Jorge V había recibido una carta de su primo hermano Nicolás pidiéndole ayuda para salir de Rusia cuanto antes, porque sabía que la vida de los suyos corría peligro. El temor a perder su propio trono en un momento de gran tensión política en Inglaterra hizo que el rey renunciara a conceder su apoyo a la iniciativa de acogerlos en asilo.
La noticia del asesinato de Nicolás y toda su familia llegó a Buckingham Palace a la hora del té del 20 de julio de 1918. La reina María, delante de sus dos hijos Eduardo y Jorge, acusó a su esposo de haber abandonado a los Románov a su suerte, teniendo una fuerte discusión familiar delante del heredero y su hermano.
Cuenta la leyenda que aquella fecha quedó grabada en el futuro rey de los ingleses, Jorge VI, padre de Isabel II. Una de las enseñanzas que le quiso transmitir a su hija fue que nunca se abandona a la familia, que esta siempre está por encima de la política.
Con la lección bien aprendida, la madre de Carlos III no dudó ni un segundo en aceptar bajo su cuidado y protección a la familia real griega cuando llegaron a Londres prácticamente con lo puesto. Esto es algo que Constantino nunca olvidó y fue fiel consejero y devoto seguidor de la anterior monarca británica, amigo personal del nuevo rey y padrino del Príncipe de Gales, Guillermo.
Grecia y España
La relación de los helenos con la familia real española es todavía más estrecha que con la inglesa, por el simple hecho de que Constantino era el hermano pequeño de la Reina Sofía. La madre de Felipe VI y su hermana, Irene de Grecia, tenía en Tino —nombre con el que le llamaban en la familia con cariño— una figura a la que cuidar, y así lo hicieron a lo largo de sus vidas.
Sin embargo, cuando la Junta Militar griega mandó al exilio al rey de los helenos en 1973, aquí se vivía todavía bajo la dictadura de Franco. Juan Carlos y Sofía solo eran Príncipes de España, y el gobierno de ese momento decidió que no era conveniente para las relaciones diplomáticas con Grecia, ya que además apoyaban en golpe militar, que el soberano derrocado buscase refugio en suelo español.
El caso es que Constantino y Ana María salieron con sus dos primeros hijos rumbo a Roma, luego a Dinamarca y terminaron en Londres, donde se instalaron y comenzaron una nueva vida bajo el paraguas de la Reina Isabel.
Los reyes tuvieron a sus dos primeros hijos mayores durante su reinado en Atenas: Alexia en 1965 y Pablo en 1967. La reina perdió el hijo que esperaba tras los sobresaltos de su huida de Atenas en 1968. Su tercer hijo, Nicolás, nació en Roma en 1969 y Teodora de Grecia y Dinamarca llegó al mundo en la etapa londinense del exilio de Constantino. Finalmente, Philippos, mucho menor que sus hermanos, también nació en la capital inglesa en 1986.
Los cinco crecieron en la capital británica, pasando las fechas importantes y las vacaciones entre Madrid y Mallorca, en Zarzuela y Marivent, creciendo y compartiendo la infancia con sus primos Elena, Cristina y Felipe. Esto creó entre ellos un vínculo que todavía se mantiene.
Los 'herederos'
El primogénito de la familia, Pablo, pronto tomó rumbo hacia tierras americanas. Tras estudiar en Inglaterra en una academia militar y realizar un máster de relaciones internacionales en Georgetown, Washington, con su primo Felipe VI, conoció a su mujer al otro lado del charco, Marie-Chantal Miller, hija de un multimillonario empresario dueño de las tiendas ‘Duty free’ de los aeropuertos de medio mundo, entre otros negocios.
El matrimonio cuenta con varias propiedades en diferentes estados, aunque desde 2017 han encontrado su hogar en Nueva York. Allí residen desde hace 7 años y llevan una rutina más cotidiana que la de otras familias reales. En Estados Unidos ella trabaja como empresaria, siendo directiva en el imperio familiar, y diseñadora de una línea de ropa infantil, mientras él ejerce de corredor de bolsa. El resto del tiempo llevan una vida aparentemente normal, con casa en los Hamptons incluida.
La familia reside en el Upper East Side de Manhattan, en un hogar en una zona exclusiva y en el que ella ya había vivido junto a sus padres cuando estaba soltera, tras terminar sus estudios en la escuela de arte de la ciudad norteamericana. Sin embargo, a la hora de instalarse con su familia realizó una gran reforma para remodelar el edificio construido en 1913.
El jefe de la casa real griega, su esposa y sus cinco hijos pasan largas temporadas en su mansión de los Hamptons, a tan solo 150 kilómetros de su residencia habitual. Esta propiedad fue adquirida hace poco más de 4 años. La casa cuenta con cerca de 4.000 metros cuadrados de parcela, 10 dormitorios y 8 baños. Un lugar perfecto para pasar los fines de semana y donde Olympia, Constantino, Aquiles, Odiseo y Arístides disfrutan junto a sus amigos. Aunque los jóvenes no siempre están en la casa familiar, ya que los mayores ya se han independizado e iniciado sus propias vidas lejos del clan familiar.
Para descansos más largos, el lugar favorito de la familia es su casa de Harbour Island, en Las Bahamas. Allí, los Miller tienen una pequeña mansión con vistas a la playa de arena rosa, desde la que se pueden ver unos preciosos atardeceres. La zona es uno de los destinos favoritos de la alta sociedad y fue puesta de moda por la Princesa Margarita de Inglaterra, hermana de Isabel II. Allí Marie-Chantal disfruta de tiempo junto a sus hermanos y sobrinos, ya sea para despedir el año o para celebrar eventos familiares.
Tras la reconciliación de la Reina Letizia con Marie Chantal, haciéndola patente durante el entierro de Constantino en Grecia hace un año, Felipe VI y Pablo de Grecia han retomado sus habituales encuentros y quedadas.
Otros enlaces
Hace dos semanas, dos mujeres se hacían fotos durante el carnaval de Las Palmas con las carrozas de fondo. Mezcladas entre la multitud, muchos no se dieron cuenta de que se trataba de la Infanta Cristina y su prima Alexia de Grecia.
La segunda en la línea de sucesión del trono heleno reside en Lanzarote desde hace décadas con su marido Carlos Morales, un arquitecto nacido en la isla, y sus cuatro hijos. A pesar de haber nacido en el Palacio de Mon Repos, en Corfú, Grecia, a los dos años vivió el exilio con la familia primero en Roma, luego en Dinamarca y después en Londres.
Alexia y Carlos Morales se trasladaron a Lanzarote desde Barcelona cuando ya tenían dos hijas, el ambiente les parecía más sano y tenían más lazos familiares. Desde entonces viven fuera del foco y por eso sus escasísimas apariciones públicas generan cierta expectación.
Se sabe muy poco de los cuatro hijos de Alexia y Carlos. Tras muchos años sin verlos, la familia apareció al completo en la boda de Felipe de Grecia y Nina Flohr en la catedral de la Anunciación de Santa María en Atenas. La imagen de la mayor de los hijos, Arrietta, del brazo de su hermano Carlos y vestida con un diseño verde agua con bordados florales de la firma española Alicia Rueda deslumbró a la prensa internacional.
Su segunda hija, Ana María nació en Barcelona, pero fue bautizada en el monasterio de Pantanasa, en el Peloponeso griego. La cita familiar significaba mucho más que celebrar el simple sacramento: era la primera vez que el depuesto rey Constantino podía reunir a su familia en su tierra, después de ganar el derecho a volver en los tribunales. En la cita estuvo hasta la reina Sofía, que hizo un paréntesis en sus vacaciones en Mallorca para asistir a la fiesta, en la que el príncipe Pablo de Grecia actuó de padrino de su nueva sobrina. Fue un momento histórico para toda la familia.
El tercer hijo
El tercer hijo del rey Constantino y Ana María es el más bohemio de todos. Al parecer, después de la pandemia, decidió dar el paso que llevaba tiempo meditando de dejarlo todo para dedicarse a su verdadera pasión, la fotografía. Tanto es así, que en diciembre realizó su primera exposición en la galería Stefanido Tsoukala en Atenas. ‘Diálogo: Diseño en el arte’, la exposición del príncipe griego, presentaba un diálogo dinámico de fotografías con una serie de piezas de diseño de edición limitada.
Nicolás y su esposa Tatiana Blatnik viven en la capital griega desde 2014 y son los únicos miembros de la familia real que residen en el país que les da nombre. El príncipe nació en Roma y tras terminar sus estudios universitarios y militares vivió un tiempo en Nueva York, donde trabajó en producción en Fox News Channel.
En 1995 regresó a Londres, donde colaboró en el departamento de intercambio extranjero de NatWest Markets y desde 1997 a 2003 trabajó como secretario en el despacho de su padre para después ser consultor privado. Pero su gran pasión siempre fue la fotografía, a lo que se dedica desde hace unos años de forma profesional.
La cuarta
Hace ya más de cinco años que Teodora, la menor de las hermanas de Grecia, anunciaba su boda con el abogado americano Matthew Kumar. La prima de Felipe VI, actriz de profesión, parecía dar el paso más importante de su vida. Sin embargo, todavía sigue soltera.
Por unas causas o por otras, los sucesivos intentos de la royal por darse el 'sí, quiero' se han visto frustrados y, de momento, no se vislumbra una boda en el horizonte tras la última cancelación de la fecha, que estaba confirmada supuestamente para este verano en la localidad griega de Porto Heli, donde Ana María tiene una casa de vacaciones.
El último intento de pasar por el altar no pudo celebrarse por la muerte de su padre, la novia se vio profundamente afectada, sin ganas de celebrar nada. La pareja se conoció después de que Teodora se mudara de Londres, donde nació, a Los Ángeles para perseguir una carrera como actriz.
Matthew le propuso matrimonio en noviembre de 2018 y ella compartió la noticia junto a unas románticas imágenes de ambos posando con el Tower Bridge de Londres como telón de fondo. "Las palabras no pueden expresar nuestra felicidad y emoción. No puedo esperar para casarme con este hombre maravilloso. Te quiero, Matt", escribió entonces.
Philippos, el más joven
El más joven de los hermanos, Philippos, contrajo matrimonio en octubre de 2021 con Nina Flohr en la catedral metropolitana de Atenas, una boda que contó con la asistencia de la tía del novio, la reina Sofía, así como la infanta Elena, su prima y madrina de bautizo.
Fue todo un acontecimiento, ya que se trató de la primera boda de un miembro de la familia real griega en celebrarse en Atenas desde la de Constantino y Ana María, que apenas tres años después del feliz evento tuvieron que exiliarse del país y, en 1974, dejar el trono a raíz del referéndum que abolió la monarquía en el estado heleno cuando un 69% de la población se decantó por una república parlamentaria.
La pareja está junta desde 2018 y se comprometieron a principios de verano de 2020 en la mítica isla griega de Itaca, en el Jónico, junto a su familia más cercana.
El pequeño de los Grecia nació en Londres, y se licenció en Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown, en Washington. En la actualidad trabaja en Manhattan como analista en una compañía que gestiona fondos de inversión, al igual que su hermano Pablo.