1 junio, 2024 02:02

El anuncio lo hizo el presidente francés, Emmanuel Macron, en enero de 2018. Que implantaría un servicio militar obligatorio, de un mes, para chicos y chicas de 16 años, en el marco de un Servicio Nacional Universal (SNU). Arrancó como experiencia piloto en 2019, y ahí sigue, con la vista puesta en 2026 para entrar en vigor de forma definitiva. Su objetivo era inculcar en los más jóvenes el valor de la República Francesa, pero no solo. En una segunda fase, también voluntaria y hasta los 25 años, sí se reforzarán los conocimientos para participar en misiones, defensa y seguridad.

En el contexto geopolítico actual, con la guerra de Ucrania y la de Gaza, la propuesta de Macron ha adquirido otro significado: el de posible rearme en el número de efectivos en caso de conflictos bélicos en territorio europeo. Países como Lituania y Letonia han instaurado el servicio militar obligatorio a raíz de la Guerra de Ucrania, dada su cercanía geográfica a Rusia. También se lo plantea Alemania. Un servicio militar obligatorio también forma parte del programa electoral de Rishi Sunak, primer ministro británico y candidato conservador a las elecciones en Reino Unido del próximo 4 de julio.

En España, la ministra de Defensa, Margarita Robles, zanjó en marzo el debate sobre su implantación con una respuesta a una pregunta del portavoz de ERC, Joan Josep Queralt, formulada en la Comisión de Defensa del Congreso: "No va a haber servicio militar en España, en absoluto, ni creo que se le haya pasado por la cabeza a nadie".

La mili, exclusivamente para hombres, fue eliminada por José María Aznar en 2001. Era obligatoria durante 9 meses, a excepción de los casos de objeción de conciencia, que realizaban una prestación social sustitutoria. Ante la falta de amenaza bélica, y también por el rechazo social, España tomó la senda de otros países europeos, como Francia, que la abolió en 1997. Por tanto, ¿cabría hoy la posibilidad de su reinstauración en España, como va a hacer Francia?

"La posibilidad más remota tiene una probabilidad finita de que pueda ocurrir. Se puede aplicar al servicio militar", cuenta a EL ESPAÑOL | Porfolio Jesús Ignacio Martínez Paricio, catedrático de Economía y Empresariales y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, y profesor de las asignaturas Estrategia, Seguridad y Defensa de la Unión Europea en el Mediterráneo y Sociología de la Defensa.

Martinez Paricio subraya que no cree que el servicio militar obligatorio pueda volver. "No creo que ningún partido político con posibilidad de gobernar tomara semejante decisión. ¿Que habría gente, incluso jóvenes, que lo aceptarían? Desde luego, pero siendo una minoría". Asegura además que actualmente "no veo liderazgo suficiente para explicar y mantener, en un debate entre contrarios, las razones para proponer la medida". Su recuperación, indica también, "supondría un esfuerzo considerable, y me atrevo a considerar que sería poco, nada probable, que lo pudiera soportar la organización militar de ahora mismo".

Desde de la Asociación de Tropa y Marinería de España (ATME), su portavoz, Marco Antonio Gómez, incide en que países como Francia o Alemania tienen puesta la vista en reforzarse,  si bien no ocurre así en España. "Cómo se va a hacer una mili de un mes aquí, si en las Fuerzas Armadas españolas hay déficit de personal".

Además, en Defensa "está la figura del reservista voluntario, que tienen por un espacio determinado de tiempo empleo en las Fuerzas Armadas". La figura, creada en 1999, tenía en 2023 un total de 3.031 efectivos, de los cuales un 20% son mujeres.

Imagen de archivo de un adiestramiento militar de la Brilat de Pontevedra.

Imagen de archivo de un adiestramiento militar de la Brilat de Pontevedra. Cedida

"También están los Reservistas de Especial Disponibilidad (RED) que son miles, pertenecientes a Tropa y Oficiales de Complemento. Fueron militares profesionales, y al no acceder a permanentes, a partir de los 45 años se van de las Fuerzas Armadas y cobran una pensión no contributiva. Anualmente salen de la vida militar unos 3.000 al año. Y no es que en caso de conflicto se pueda tirar de ellos: es que los movilizarían sin duda, porque para algo cobran esa pensión".

-¿Cree que sería imposible que regresara la mili a España?

-No descartamos nada, porque la realidad es que todos los países se están reforzando. Lo que no tiene cabida es una mili de un mes. En un mes no se forma un ejército, que requiere una formación exhaustiva, cuando en las Fuerzas Armadas hay déficit de personal. Solo en tropa o en sargentos hacen falta unos 3.000. No sería concebible, por tanto, una mili a la carta, cuando el problema está en los militares profesionales".

Esto mismo subraya Jesús Ignacio Martínez Paricio. "Supondría detraer recursos humanos, económicos y estructurales de las muchas y exigentes obligaciones de las nuevas misiones militares, que son cada vez más numerosas y complejas y que exigen dedicación total". Abunda en que, por este motivo, "incluso los militares dispuestos a apoyar la recuperación del servicio militar creo que serían los segundos en criticar la decisión, al comprobar que los problemas son mayores que un beneficio difícilmente demostrable".

La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen,  en una imagen de archivo, con unos reclutas en una base militar de Jutlandia.

La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, en una imagen de archivo, con unos reclutas en una base militar de Jutlandia. Reuters

Asevera el catedrático que "las guerras peculiares que estamos viendo, más allá de los problemas éticos que presentan cada una de ellas, están demostrando la importancia de la tecnología. Esto es así y también se comprueba que la consolidación de los éxitos tácticos exige contar con soldados que pisen, que aseguren el territorio conquistado. Y aquí aparece la necesidad de contar con personal que cumpla esa función de asegurar lo alcanzado, pero está demostrado que se necesita un personal con unas características especiales de formación, motivación, esfuerzo y sacrificio que difícilmente se va a encontrar en el que ha sido llamado a la fuerza".

La 'mili' en Europa

El panorama actual sobre el servicio militar en Europa presenta tres casos: países en los que no hay servicio militar, países que lo tienen en estudio y países que, o bien lo conservan, o bien lo han recuperado. El caso de los países bálticos responde a esta última casuística.

Letonia y Lituania instauraron el servicio militar debido a la amenaza rusa. De los tres países bálticos, tan sólo sólo Estonia tenía servicio militar obligatorio, de 8 entre y 11 meses. Los casos de Lituania y Estonia son muy parecidos al de Francia. El primero abolió el servicio militar en 2008, para recuperarlo de nuevo en 2015, al comenzar a aparecer las primeras tensiones de Rusia con Occidente y detectar incursiones de Rusia en espacios aéreos y marítimos del Báltico.

En el caso estonio, suprimió la 'mili' en 2007 y la implantó nuevamente en 2022. Ha comenzado el año pasado, dentro de un modelo que pasa a obligatorio en el caso de que no se cumplan los cupos para hacerla de manera voluntaria durante 11 meses. 

Los países nórdicos (Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia) la tienen todos, y sus gobiernos plantean ya reforzar numéricamente los reclutamientos. Suecia, que suprimió el servicio militar en 2010, lo instauró nuevamente en 2017 y su duración es de 11 meses con un determinado número de plazas. La vuelta al servicio militar obligatorio tuvo como argumento la inestabilidad en Ucrania.

En Noruega, Dinamarca y Finlandia es obligatorio, y sus respectivos gobiernos están procediendo a reforzarlo. Dinamarca quiere ampliarlo de 4 a 11 meses de duración e incluir a mujeres, como ya hacen Noruega y Suecia. 

Finlandia ha mantenido siempre la obligatoriedad del servicio militar para los hombres, y desde hace unos años, voluntario para las mujeres. Puede ser sustituido por servicios a la comunidad. Una vez realizado, se pasa a una situación de reserva hasta los 50 años, pudiendo ser convocados hasta entonces para realizar ejercicios militares a modo de adiestramiento.  

En Austria es obligatorio para hombres entre 18 y 50 años. Dura seis meses, o nueve, en el caso de que se opte por realizar servicios comunitarios alternativos. En Grecia también es obligatorio para hombres entre 19 y 45 años. Para las mujeres, su realización es voluntaria. Si se realiza en el Ejército de Tierra el servicio dura un año, mientras que para la Armada o Ejército del Aire se prolonga durante 9 meses.

En Polonia el servicio militar se suprimió en 2009, pero creó en 2017 un cuerpo de tropa profesional. Dada su cercanía a Rusia, el Gobierno ha barajado reimplantarlo, pero por el momento se ha decantado por acrecentar numéricamente las tropas profesionales.

Fuera de los países de la Unión, Serbia sí se plantea recuperar el servicio militar ante la situación de tensión geopolítica. En cuanto a los países que continúan teniendo servicio militar obligatorio, se encuentran Ucrania, Rusia, Azerbaiyán, Moldavia, Suiza y Turquía.

Rechazo social

Por su parte, José Ignacio Unibaso, secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), sostiene a EL ESPAÑOL | Porfolio que "creemos que no es posible recuperar en España el servicio militar obligatorio. La sociedad no lo permitiría. Sería volver atrás en este tema, que se solventó incrementando el ejército profesional, que está totalmente implantado, más allá de la problemática que podamos tener actualmente, como un gran déficit de efectivos, que calculamos en 10.000 plazas. Y mejorando las condiciones, esta cifra se puede revertir".

-¿Por qué cree que sería inviable que España siguiera la senda de países como Francia o Suecia?

-Sería volver atrás, a un sistema de reclutamiento que en los últimos años contó con un enorme movimiento de objeción de conciencia. No había apoyo social para mantenerlo.

Culturalmente, además, "venimos de donde venimos", ilustra Inibaso. "El servicio militar de los años 70 y 80 era un escollo que tenían que superar los hombres, rompiéndoles los planes y los estudios. Además, se los usaba en ocasiones para cometidos que no eran dignos de la profesión militar". 

Es cierto que la situación geopolítica es la que es, con una guerra a las puertas de nuestra casa, pero la sociedad española la sigue viendo lejos.

José Ignacio Unibaso, secretario general de la AUME

El portavoz de la Asociación de Tropa y Marinería de España (ATME), Marco Antonio Gómez, señala que, pese al rechazo social al servicio militar, "y que los militares no somos muy valorados por los ciudadanos... cuando hay una erupción volcánica, incendios, pandemias o inundaciones, hasta el político más antimilitarista nos llama". Por ello, incide que la utilidad de un servicio militar "quizá podría tener un componente más cultural que otra cosa, porque insisto, en un mes no se forma un ejército. Los militares lo damos todo, hasta la vida". 

En esta línea anterior se pronuncia Jesús Ignacio Martínez Paricio. "Lo que sí cabría la posibilidad, deseable pero poco probable, de desmontar un ambiente de 'aburrido respeto', propio de la 'indiferencia amistosa' de la parte de la población favorable a la hipótesis de recuperación de la mili". Y al mismo tiempo, "se debería reducir la 'militancia activa' de los que rechazan todo lo que tiene que ver con seguridad y más aún con defensa". El objetivo sería "conseguir que sean cada vez menos los 'eruditos a la violeta' que mantienen una postura de rechazo porque se lo exige su afiliación".