El acusado de matar a su compañero de piso en A Coruña defiende que fue por un "arrebato"
El hombre asfixió a la víctima en abril de 2019 con un cinturón tras discutir con él por dinero y después llamó a la policía y se entregó
7 septiembre, 2020 17:44A CORUÑA, 7 Sep. (EUROPA PRESS) –
El juicio contra un hombre acusado de matar a su compañero de piso en el barrio coruñés de Labañou (unos hechos por los que la Fiscalía pide una pena de 17 años de cárcel) ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de la ciudad herculina con la declaración del acusado tras la selección del jurado.
El Ministerio Público sostiene que el hombre asfixió a la víctima en abril de 2019 con un cinturón tras discutir con él por dinero y que después, llamó a la policía y se entregó. En su declaración a preguntas de esta parte, el acusado ha admitido que discutía con el fallecido por dinero, pero ha negado que debiese el alquiler.
También alegó que la víctima había difundido un vídeo sexual de él, del que el Ministerio Público niega su existencia. Además sostuvo que el agredido mantuvo una actitud de "burlón" y de "bravo" durante la discusión y que acabaron forcejeando hasta que lo asfixió. "No estoy orgulloso", dijo.
En su escrito de calificación, la Fiscalía sostiene que el acusado residía desde mediados del mes de marzo de 2019 en la vivienda que tenía arrendada la víctima y que ambos mantenían desde hacía tiempo una relación de amistad por lo que cuando el procesado venía a A Coruña residía en el piso.
El Ministerio Público señala que, desde principios de abril del pasado año la relación entre ambos se había enfriado por problemas relacionados con la convivencia y por el dinero que tenía que aportar el acusado para el alquiler del piso, llegando incluso a no hablarse entre ellos en los días previos al 12 de abril, cuando se produjeron los hechos.
Ese día sobre las 00:30 horas se produjo una discusión entre ambos en la que el acusado, molesto tanto con la actitud como con los comentarios de la víctima, "algunos relacionados con la santería y con que iba a llamar a la policía", acabó asfixiando al fallecido, sin darle oportunidad de reacción.
La defensa plantea atenuantes
Tras ser detenido, el acusado fue diagnosticado de personalidad con algún rasgo esquizoide, con restricción de la expresión emocional, apatía y frialdad emocional, pero es algo que "no afectó en absoluto a su voluntad ni a su capacidad de comprensión de los hechos", según recoge la calificación fiscal.
A una "patología esquizoide", junto a una supuesta "provocación" por parte de la víctima, ha aludido el letrado de la defensa para sostener que su cliente actuó en "estado de arrebato u obceación" y que los hechos deben ser tipificados como homicidio imprudente. Junto a estas posibles atenuantes, suma la de confesión. Subsidiariamente, plantea homicidio con una rebaja de la misma y con sustitución de la pena por su expulsión de territorio español.