La Asociación de Emprendedores de Galicia (ASCEGA) insiste en urgir al Concello de A Coruña la aprobación de una ordenanza que regule la colocación de toldos y rótulos en la zona PEPRI. En este sentido, recuerdan desde la organización que la alcaldesa, Inés Rey, comunicó en diciembre que la normativa, que afectaría a los negocios ubicados en la zona antigua de la ciudad, pasaría por junta de gobierno "en las próximas semanas".

El coordinador general municipal, Santiago Roura, en un nuevo comunicado, ha trasladado que la regidora "aún no ha decidido si el proyecto está suficientemente maduro para que afronte el trámite". Desde Ascega, el portavoz de Hostelería, Diego Lis, recuerda que esta norma "se debería haber avanzado con la aprobación del plan urbanístico del casco histórico en el año 2013 por lo que los emprendedores llevan casi una década sufriendo inseguridad jurídica", ha explicado, en referencia a los elementos exteriores de sus locales.

"Una decena de locales apercibidos por el concello"

Ascega indide en que "en primavera del año pasado una decena de locales fueron apercibidos por el Concello y amenazados con multas económicas si no retiraban diversos elementos de sus fachadas". Tras varias reuniones con el Concello y la Xunta y la denuncia pública de la situación, el Gobierno local prometió la elaboración de una ordenanza que, un año después, denuncia Lis, "sigue sin estar aprobada". "No podemos seguir dependiendo de la interpretación subjetiva y arbitraria de los técnicos", lamenta el emprendedor, que apunta que la normativa aún debe aprobarse en junta de gobierno y después en el pleno municipal, "por lo que el proceso se demorará varios meses más", critica.

Lis reclama que, debido al retraso en la tramitación del documento, el Concello haga público el borrador para poder trabajar para que la ordenanza sea "ágil y sencilla" con lo que se facilite su cumplimiento. Recuerda que las amenazas de sanción por parte de la administración local llegaron en plena crisis sanitaria y que los locales de hostelería y comercio aún sufren las consecuencias de la pandemia por lo que piden "sentido común" al Ayuntamiento coruñés.