Este martes, 14 de febrero, se ha conocido la noticia de que los tres policías acusados de matar al coruñés Diego Bello en la isla filipina de Siargao en 2020, se han entregado a las autoridades en Manila, la capital del país, tras casi un año en busca y captura y sin noticias sobre su paradero. Su familia ha comunicado la noticia tras ser notificados de ello por el embajador filipino en España y la han acogido con positivismo dado que ahora ya puede comenzar el proceso judicial y determinar qué fue lo que realmente ocurrió y demostrar quienes fueron los culpables.

El tío de Diego Bello, Francisco Lafuente, asegura que en este tiempo han llamado a todas las puertas posibles para que se acelerase la detención de los tres agentes y se pusiera en marcha el juicio. "Es positivo porque significa que las cosas pueden volver a ir para adelante, porque en estos años el tema estuvo paralizado a nivel judicial porque no aparecían los acusados", explica. El 1 de marzo está convocada una vista en la que participarán las diferentes partes: acusación, fiscalía, abogados de la familia y los policías, que actualmente están en prisión sin fianza acusados del asesinato del joven coruñés y de crear pruebas falsas para acusarle de narcotráfico.

"Nos extrañó la entrega en el sentido de que sabíamos que tenía que solucionarse este tema, bien con más implicación policial o de otro modo. Estos policías estaban armados, porque no habían entregado sus armas y sobre el hecho de que se hayan entregado se pueden suponer muchas cosas pero nos quedamos con la noticia de que están detenidos y en prisión", afirma. El expediente de este caso que conmocionó a la ciudad herculina y a toda Galicia hace tres años se trasladará de Siargao (isla donde residía Bello y tenía un negocio) a Manila.

Sobre las posibles hipótesis de la entrega, el tío del joven manifiesta que "por un lado, alguien dentro de los mandos policiales filipinos se tomó en serio la búsqueda y captura y habría estado próximo a detenerlos o que ellos lo hayan hecho para posibles beneficios judiciales". "Si se demuestra en el juicio que estos tres hombres asesinaron a sangre fría a Diego esperamos que tengan su castigo", apunta.

"Desde el primer momento pedimos justicia para Diego"

"No hay remedio ni vuelta atrás en lo que ha pasado y desde el primer momento pedimos justicia para Diego. Tres años después pedimos lo mismo, que haya un juicio, se muestren las pruebas y se dicte una sentencia conforme a la legislación filipina", traslada. Lafuente concreta que tienen ciertas informaciones e indicios que les hacen sospechar de que alguien encargó la muerte de Diego: "al parecer a alguien no le convenía o no soportaba que le fueran bien las cosas porque eso afectaba a su negocio, pero son conjeturas y no hay pruebas de nada", dice.

De cara al inicio del proceso en marzo, argumenta que lo que sí saben, corroborado por un juez filipino, es que los tres policías encarcelados asesinaron a sangre fría a su sobrino. "En ello nos vamos a centrar porque es lo que nos va a permitir seguir hasta el final", concluyó esperanzado.