Tarde de locos en A Coruña: Diluvio, arcoíris y atardecer "en llamas"

A Coruña ha pasado en alrededor de una hora de un temporal que colapsaba el tráfico y las alcantarillas a un espectacular doble arco iris, y de ahí a una puesta de sol de esas que dejan boquiabiertos a los habitantes de la ciudad. Las redes sociales fueron testigo de esta transición de los temporales del invierno a los cielos de primavera, y de ahí a los atardeceres del verano. El pronóstico del tiempo indica que mañana volverá a ser otoño.

La borrasca colapsa calles y carreteras

A alrededor de las 18:30 horas comenzaba a notarse la borrasca Aline en A Coruña, y también en otras partes de Galicia como Santiago, con una contundente tromba de agua que ha provocado importantes problemas en el tráfico y complicado mucho andar a pie por la ciudad. Calles llenas de agua y alcantarillas colapsadas fueron algunas de las imágenes que se pudieron ver en la ciudad entre las 18:30 y las 19:30 horas.

Algunas glorietas, como la de Casablanca, quedaron impractibles y provocaron problemas de tráfico, mientras que la imagen más repetida fue la de la calle Riego de Agua, que haciendo honor a su nombre se transformó en un pequeño homenaje herculino a Venecia. Las alcantarillas no fueron capaces de drenar la gran cantidad de agua que cayó sobre la céntrica calle.

Un doble arcoíris y un rojizo atardecer sorprenden a la ciudad

Pocos minutos después todo cambió, la lluvia cesó y la ciudad selló las paces con las nubes con un espectacular doble arcoíris que pudo presenciarse desde buena parte de A Coruña y que una vecina del Edificio Trébol inmortalizó para Quincemil. El fenómeno atmosférico duró solo unos minutos, los suficientes para que decenas de personas lo captasen en vídeo y lo publicasen en redes sociales. Tan solo unos minutos antes estaba diluviando.

La tarde terminó con un espectacular atardecer rojizo, con el cielo como en llamas, que sorprendió a propios y a extraños. No solo en la calle se podía presenciar el espectáculo del cielo, también dentro de las casas mucha gente se sorprendió al ver cómo la luz rojiza entraba por las ventanas, asomándose para ver si estaba sucediendo algo.

Foto: Ana de Aspe