Bar, hostelería.

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Galicia

Un local de Lugo se enfrenta a 60.500 euros de multa por negarse a abrir a la Policía

Los agentes escucharon desde el exterior "cánticos y voces" y observaron que la luz estaba encendida, por lo que llamaron a la puerta y las personas en el interior se callaron

8 marzo, 2021 12:51

LUGO, 8 Mar. (EUROPA PRESS) –

La Policía Local de Lugo ha propuesto para sanción a un establecimiento de hostelería de la ciudad que permanecía abierto y con clientes en el interior cuando pasaba la medianoche del viernes al sábado y que, además, no abrió a los agentes cuando se personaron en el lugar. En concreto, según informa el Ayuntamiento, el responsable del negocio se enfrenta a dos multas por infracciones a la Lei de Saúde de Galicia: una primera de hasta 60.000 euros por "no colaborar con agentes de la autoridad" e impedir la labor inspectora "con agravante de reincidencia"; y otra de 500 euros por mantener el local abierto al público más allá de las 18:00 horas.

Todo comenzó sobre las 00:15 horas de la madrugada del sábado, cuando una patrulla del Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local de Lugo detectó que un establecimiento hostelero, situado en la calle Fermín Rivera, se encontraba con gente en su interior. Los agentes, según relata el comunicado del Ayuntamiento, escucharon desde el exterior "cánticos y voces" y observaron que la luz estaba encendida. Así, aunque "llaman repetidamente a la puerta", las personas en el interior se callaron y el responsable del local no abrió "a pesar de los continuos requerimientos y órdenes" dados por los policías.

De este modo, se estableció un dispositivo en la zona. Sobre las 02:45 horas, empezaron a salir del local varias personas y los agentes interceptaron dos vehículos. Ambos conductores dieron positivo en la correspondiente prueba de alcoholemia –0,63 miligramos por litro en aire respirado el primero y 0,55 el segundo–. Los dos coches fueron retirados hasta el depósito municipal por el servicio de grúas.

Los conductores se enfrentan a una primera multa de 1.000 euros por conducir con una tasa de alcohol superior al máximo permitida y a una segunda de 200 porque tenían la ITV caducada. Asimismo, tanto ellos como sus acompañantes, fueron denunciados y propuestos para sanción –de 500 euros– por transitar por la vía pública vulnerando el toque de queda sin causa justificada.