Más de 250 familias de la comunidad de Cassaca, en Guinea-Bissau, disponen de acceso al agua potable tras la construcción de un pozo y dos fuentes a través de un proyecto financiado por el Fondo Gallego de Cooperación y Solidaridad, con el gobierno regional de Cacheu como aparcero en terreno.

La asociación de ayuntamientos y diputaciones destinó 10.015 euros a esta actuación, que beneficiará a los 3.207 habitantes de la isla de Pecixe, donde la población vive prácticamente aislada dada la falta de comunicaciones con el continente, por lo que carece de los servicios más básicos.

La infraestructura, que cuenta con un depósito de 4.000 litros y una motobomba alimentada por paneles solares, supondrá una mejora especialmente para las mujeres y niñas, que invertían tiempo y esfuerzo en ir a buscar agua al único reservorio natural que existía en Cassaca.

Además, gran parte de los problemas de salud de la comunidad están vinculados a la insalubridad del agua y a los bajos niveles de higiene derivados de su escasez. Del mismo modo, ahora mermarán los conflictos con animales domésticos y salvajes que beben también de la laguna, evitando el riesgo que suponía para las personas y facilitando la sostenibilidad de la fauna y flora de la zona.

Las obras se complementaron con análisis para comprobar la calidad del agua y acciones para sensibilizar sobre hábitos higiénicos y el correcto empleo de este recurso. Por último, se elaboró de manera conjunta un plan de gestión del pozo y se creó un comité para llevarlo a la práctica, de manera que se garantiza la sostenibilidad de la iniciativa.