Cuatro de cada diez niños gallegos tuvieron piojos antes de la pandemia
Así se recoge en el IX Estudio CinfaSalud ‘Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis’, realizado en 2019
5 septiembre, 2022 11:21SANTIAGO DE COMPOSTELA, 5 Sep. (EUROPA PRESS) –
Cuatro de cada diez niños gallegos de entre 3 y 12 años tuvieron piojos antes de la pandemia, el 43,3 por ciento, y ante la supresión de las medidas de distanciamiento social derivadas del coronavirus, prevén que las cifras vuelvan a empeorar en este inicio escolar.
Así se recoge en el IX Estudio CinfaSalud ‘Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis’, realizado en 2019 y que ha tenido el aval de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac).
La investigación de Cinfa y SEFAC se basa en un cuestionario online realizado a una muestra representativa de 3.072 padres y madres españoles con hijos e hijas de 3 a 12 años escolarizados –4.204 niños y niñas-, residentes en todas las comunidades autónomas.
El estudio confirma, además, que, en nuestro país, la pediculosis es más frecuente en las niñas, ya que seis de cada diez (55,8%) tuvieron piojos en los tres años previos a la pandemia, frente a la mitad de los niños (47,5%). "Este hecho se explica porque el cabello largo supone una mayor superficie de transmisión para los parásitos y porque, entre las niñas, son más habituales los juegos de cercanía y son más proclives a compartir artículos de pelo", sostiene el médico de Cinfa Julio Maset.
Creen que se contagiaron en el colegio
En Galicia, el 86,1% de familias cree que sus hijos o hijas se contagiaron de piojos en el colegio, aunque el 11,1% piensa que pudieron contraerlos en actividades extraescolares. El 4,2% cree que ocurrió en campamentos; el 2,8%, que fue en otro lugar sin precisar y el 1,4% piensa que sucedió en el entorno familiar.
Como aclara Ana Molinero, vicepresidenta primera de SEFAC, "aunque es muy molesto, el Pediculus Humanus Capitis o piojo humano de la cabeza no transmite enfermedades, por lo que no constituye un peligro para la salud.
De hecho, la pediculosis no siempre produce síntomas. Si los hay, el más frecuente es el picor y la necesidad de rascarse, lo que puede llegar a provocar lesiones en el cuero cabelludo de los niños".
De hecho, siete de cada diez familias gallegas (72,2%) detectan la pediculosis por el prurito (picor) que tienen sus hijos en la cabeza, aunque la mitad (54,2%) ve los piojos en el cabello de sus hijos cuando les peinan, lavan o revisan la cabeza.
Además, el 5,6% observa lesiones en el cuello o tras las orejas –que son las zonas óptimas para el desarrollo de estos parásitos– y el 2,8% se percata de que su hijo o hija no duerme bien, lo que puede ocurrir debido al picor.
También afecta psicológicamente
La pediculosis afecta psicológicamente tanto a los niños como a sus padres, según este mismo estudio. Así, dos de cada diez (22,2%) padres y madres de Galicia creen que tener piojos afecta emocionalmente a sus hijos y el 34,7% siente que les afecta a ellos directamente –lo que supone 12 puntos porcentuales más–.
Esta afectación emocional se da más en madres, en los progenitores más jóvenes y en familias con niñas o hijos/as más pequeños. Según Julio Maset, "esto pone en evidencia la necesidad de normalizar la pediculosis en la sociedad como un problema más de salud, fácilmente atajable y en absoluto vinculado al pelo sucio, para ahorrar angustias innecesarias".
En nuestro país, la mayor preocupación de los padres y madres españoles ante los piojos es el picor y las molestias que estos generan (35,2%), seguida de la posibilidad de que pueda contagiarse el resto de la familia (17,3%).
Otras inquietudes son el riesgo de transmisión de enfermedades (16,9%) –pese a que los piojos no son transmisores de patologías–, el "jaleo" que implica el tratamiento (14,4%), la repulsa que generan los piojos (8,5%) y el estigma que el tener estos parásitos pueda suponer para sus hijas e hijos (7,6%).
"Como confirma la investigación, la desinformación y las falsas creencias acerca de la pediculosis siguen estando muy extendidas. Por ejemplo, uno de cada cuatro progenitores con niños en edad escolar (24,7%) sigue creyendo que los piojos están relacionados con una falta de higiene, lo que lleva a algunos padres y madres a temer que traten a sus hijos de diferente manera por tener piojos", explica Ana Molinero.
Así, añade que "este miedo al estigma y la vergüenza" son, de hecho, uno de los principales motivos que conduce a los progenitores "a no cumplir con la responsabilidad de notificar al colegio que sus hijos tienen piojos, lo cual aumenta la gravedad de un problema que, bien gestionado, podría solucionarse rápida y eficazmente".
"Uno de cada diez no avisa"
En concreto, uno de cada diez (13,3%) progenitores de nuestro país no avisa al colegio cuando su hijo tiene piojos, a pesar de que siempre debe hacerse. La razón para ello, en uno de cada tres casos (29,9%), es la vergüenza y el miedo al estigma social provocado por la pediculosis. En Galicia, el porcentaje de familias que no notifica al centro escolar la presencia de los parásitos es del 11,1%.
Pero relacionar la pediculosis con la falta de higiene "no es el único falso mito en torno a los piojos". Por ejemplo, la mitad de los progenitores españoles con niños en edad escolar sigue pensando que vuelan de una cabeza a otra (55%) o que las mascotas contagian piojos (47%).
Además, uno de cada tres (29,2%) opina que el mejor remedio para eliminar los piojos es cortar el pelo, algo que, si bien puede facilitar la aplicación del tratamiento, "no es necesario y puede generar un mayor trastorno psicológico a algunos niños". "Se trata, en todos los casos, de creencias erróneas", explican.
Solo el 20% de las familias gallegas que aplican un tratamiento pediculicida lo hace correctamente. De acuerdo a la investigación, en Galicia, nueve de cada diez familias (90,3%) aplican un tratamiento pediculicida para eliminar los piojos y el 96,9% de ellas cree que fue eficaz.
Sin embargo, el estudio revela que solo dos de cada diez (20%) llevan a cabo el tratamiento correctamente, ya que el resto no aplica el conjunto de medidas necesarias para garantizar su efectividad: seguir las instrucciones del fabricante, peinar mechón a mechón con la lendrera, no usar secador, seguir pasando la lendrera en las dos semanas siguientes y verificar a los siete días si todavía hay parásitos, en cuyo caso habría que reaplicar el tratamiento.
"Los datos revelan que las infestaciones de piojos son ahora más frecuentes y difíciles de tratar debido a un incremento de las resistencias, generadas, la mayor parte de las veces, por una incorrecta aplicación del producto", sostiene el experto, que apunta que "poner a disposición de los padres y madres información completa y veraz sobre qué es la pediculosis y cómo tratarla es necesario para evitar que este problema de salud siga aumentando su complejidad", sostiene el experto de Cinfa.