El gallego Ignacio Echeverría, natural de As Pontes (A Coruña), es más conocido como "el héroe del monopatín" a raíz de enfrentarse a los terroristas en el atentado de Londres de junio de 2017, donde lamentablemente fue asesinado. Su familia y allegados no le olvidan y quieren que su valentía durante el acto terrorista sea reconocida, por lo que cinco años después de su fallecimiento, su padre, Joaquín Echeverría, ha iniciado un proceso para su posible canonización y que sea reconocido como santo.

El inicio de este proceso lo ha comunicado a través de sus redes sociales, donde ha hecho un llamamiento a que quienes le conocían aporten su testimonio relatando cómo era el fallecido y la manera en que ellos le veían. Además, también se ha dirigido a aquellos que no conocieron a su hijo mientras vivía, y ha subrayado que "son muy convenientes los testimonios de las personas que aún no conociendo a Ignacio, han visto en su vida y en su muerte, un ejemplo y una ayuda para mejorar la propia vida y la de los demás".

"Esos testimonios pueden ser muy útiles de cara a la fama de santidad de Ignacio. No estoy hablando de milagros sino de ayuda a mejorar", ha especificado, a la vez que matizó que "por supuesto también si alguien ha obtenido algún favor de Dios por intercesión de Ignacio, es muy necesario que lo comunique". Asimismo, los testimonios se pueden enviar al WhatsApp 652625324 o a admin@heroedelmonopatin.es con los datos del testigo y firmados.

Salvó la vida de varias personas

El 3 de junio de 2017 por la noche, Ignacio iba en bicicleta con unos amigos a Whitechapel, en Londres. De camino vieron a un hombre apuñalando a una chica, por lo que el gallego acudió en su ayuda, un gesto gracias al que la joven pudo sobrevivir al ataque. Echeverría perdía la vida minutos después, cuando acudió a ayudar a un policía que estaba siendo atacado y trató de defenderle golpeando al terrorista con su monopatín, momento en el que otros dos terroristas le asestaron puñaladas mortales por la espalda.

Gracias a esta intervención desvió la atención de los atacantes lo suficiente para que varias personas se pusieran a salvo. Tras el atentado el cuerpo del gallego no aparecía y sus allegados escribieron a familiares para que acudiesen a Londres a buscarle por los hospitales. El miércoles 7 de junio las autoridades británicas confirmaron a la familia que el cuerpo de uno de los ocho fallecidos en el atentado era el de Ignacio.