Carlos Fernández, el abogado del ruido coruñés que lucha contra la contaminación acústica

Carlos Fernández, el abogado del ruido coruñés que lucha contra la contaminación acústica

A Coruña

Carlos Fernández, el abogado del ruido coruñés que lucha contra la contaminación acústica

El letrado ha llevado decenas de casos en zonas conflictivas como el Orzán o Santa Cristina y asegura que algunos de sus clientes sufren ansiedad y depresión e incluso bajas laborales por problemas de ruido

5 marzo, 2020 06:04

Abogado del Ruido es una plataforma integrada por abogados de toda España que se dedican a la defensa jurídica frente al ruido y la contaminación acústica y entre ellos se encuentra el letrado coruñés Carlos Fernández, socio del Taller de Abogados Nieto y Asociados que lleva 30 años ejerciendo y está especializado en Medio Ambiente. En su carrera ha llevado una decena de causas judiciales por ruido en el Orzán y Santa Cristina y advierte de que este tipo de conflictos pueden llegar a provocar a quien los sufre depresión, ansiedad e insomnio, que muchas veces llegan a derivar en bajas laborales. Además, aclara que estos casos son complejos porque el ruido "es un tema muy técnico que hay que demostrar", una tarea para la cual se necesitan sonometrías que tienen un coste entre los 400 y los 600 euros (si son encargadas por particulares y no solicitadas a la Policía Local).

"El ruido genera una conflictividad alta por diversas razones y el problema es que es acumulativo y muy subjetivo. Hay personas a las que les molesta el ruido de las uñas de un perro sobre el parqué y otros que son capaces de dormir con una verbena al lado", dice. Sobre el Orzán, una de las zonas donde más se concentran las quejas por ruido, Fernández sostiene que "es una zona acústicamente saturada, una calle estrecha llena de bares que por sus características hace que se produzca un efecto de caja de resonancia y exista mucho ruido acumulado", a lo que añade que el hecho de que muchos locales no respeten los horarios hace que se agraven los problemas.

El letrado afirma que los casos por ruido en A Coruña se han incrementado en los últimos años, pero asegura que "la ciudad no es especialmente ruidosa, salvo en las zonas de alta concentración de locales de hostelería". A su vez, Fernández pone otros ejemplos de incremento de ruido en las calles coruñesas pero con consecuencias distintas al que se produce en el Orzán, como es la situación en la Tercera Ronda. "A día de hoy se genera mucho tráfico en el entorno de la calle Manuel Murguía a causa de la Tercera Ronda que hace años no existía. Esto sube el nivel de decibelios de la calle pero tiene la ventaja de que es una zona muy abierta y no se nota tanto".

El abogado afirma que según diversos estudios, "España es el segundo país más ruidoso del mundo después de Japón" y asegura que uno de los problemas a nivel nacional en general es que "a la hora de hablar un grupo de dos o tres personas no se respeta el turno de palabra, lo que hace que la gente hable una por encima de otra, lo que provoca la subida de decibelios".

Demostración compleja

Fernández reconoce que en cuanto a conflictos judiciales por ruido, "los casos más ganadores son aquellos en los que la víctima recibe niveles de ruido altos y reiterados" pero advierte de la complejidad de acreditar el exceso de ruido recibido y determinar su fuente, además de que en muchas ocasiones se deben probar los hechos con testigos. "Hay casos en los que no se oye el ruido de la gente y, sin embargo, sí el de arrastrar los muebles cuando se limpian los locales. Normalmente en las viviendas te puedes encontrar con situaciones curiosas en las que dentro de un mismo edificio desde un piso no se oye nada mientras en el de al lado reciben un ruido atronador".

El abogado dice que "como en todos los pleitos, este tipo de casos son un problema de pruebas y si no tienes una prueba, malo". "Normalmente las víctimas de ruido suelen acabar desarrollando patologías asociadas como ansiedad, depresión o insomnio. Si se consigue acreditar el exceso de ruido recibido y se dispone de un informe médico que avale que esa es la causa de la situación, sí es indemnizable", aclara. Además, Fernández destaca que "el ruido es irritante porque te encuentras en una situación de indefensión" y cuenta que "por eso muchas veces las víctimas van a hablar con el causante para intentar resolver el tema y acaban enzarzándose" lo que ha provocado que haya tenido casos de gente que ha terminado en el juzgado acusada de delitos leves por agresiones.

Decreto de contaminación acústica

El abogado del ruido coruñés detalla que se pueden producir casos curiosos en cuanto a los traspasos de negocios. "A veces en los pueblos un local que era un bar de jubilados con apenas ruido y que cerraba pronto cambia de dueños y de repente se genera ahí una actividad de hostelería mucho más ruidosa", ejemplifica, a lo que añade que "el Decreto de Contaminación Acústica de Galicia impulsado por la Xunta prevé los casos en los que sea necesario revisar los aislamientos de los locales en los casos de traspaso de negocio".

"A veces hay locales que piden determinadas licencias para actividades que en teoría son menos ruidosas pero realmente se dedican a otras tareas diferentes. Por esta razón, desde el 2015 está previsto que se hagan una serie de mediciones en los aislamientos de los locales y viviendas receptoras del ruido, por ejemplo, de un emisor de ruido como puede ser un bar y de un receptor como puede ser un particular en su habitación", concluye.