Monti Bar: El bar de Culleredo (A Coruña) que llena el estómago de perros y personas

Menú para humanos… y perros. Esta es la propuesta de Monti Bar, un nuevo local de hostelería de O Burgo, en Culleredo, donde hay sitio para que personas y canes pasen un divertido día mientras disfrutan de un sabroso plato de comida. Y es que este local da un paso más y no solo se declara pet friendly sino que ha creado tres menús caninos adaptados según el tamaño y necesidad del comensal.

Carla Castro González es la responsable de este negocio que ha conquistado el paladar de unos y otros, incluido su perro Jagger. Y es que esta innovadora idea permite a las personas ir a tomar algo con sus mejores amigos a un local pet friendly al mismo tiempo que les dan a los perros algo para que, además de hacérseles la boca agua, puedan llenarse el estómago.

Amor a primera vista con su primer local

Esta joven emprendedora siempre ha residido en la zona en la que ahora ha abierto su primer negocio. Castro, que ahora vive en O Temple, encontró en este establecimiento de O Burgo la oportunidad que buscaba tras llevar más de ocho años trabajando en el sector de la hostelería. "Fue amor a primera vista", indica sobre el local, ubicado en el número 4 de Anxo Senra Fernández y en el que los perros ocupan un lugar destacado.

"Antes del dogo tenía un caniche gigante que estaba pachucho y le tenía que cocinar, no comía nada de pienso y era una lata cada vez que me iba de viaje", explica Castro, amante de coger la furgoneta y disfrutar de los paisajes y las zonas de costa acompañada por sus canes. Esto le hizo percatarse de lo complicado que resultaba ir a un bar y que le preparasen arroz con pollo o unas verduras para el perro.

Un viaje a la Costa Brava, sin embargo, cambió su percepción. "Me encontré un montón de locales que tenían carta para perros. Pensé que era una maravilla no solo para mí que tenía ese problema, sino para gente que quiere ir a pasar el día por ahí y por comodidad prefiere llevarse el perro a comer con ella", indica la responsable del local. Dos años después, Monti Bar es una realidad en Culleredo.

Tres menús para perros

El restaurante dispone de tres menús perrunos. El plato estrella es el arroz con pollo sin sal del Menú Barf, que permite elegir entre dos tamaños según la raza: pequeña (tres euros) y grande (cinco). Los dueños también pueden adquirir para sus mascotas el Menú Montican, que son latas gourmet en dos tamaños y diferentes sabores: "Son importantes sobre todo por las alergias. Tengo variedad: de solo carne, solo pescado, con grano, sin grano…".

El menú snack lo forman los huesos prensados de cartílago y, en este caso, Monti Bar tiene tres tamaños: pequeño, grande y mediano. "Lo tengo sobre todo por entretenimiento, por si viene un perro que se pone algo más nervioso o si el dueño va a pasar mucho tiempo", indica la responsable del local, que siempre da por gentileza de la casa una chuche a los canes, que tienen agua en la entrada del bar.

Carla Castro sujeta un plato de arroz con pollo que disfruta Jagger (López).

Los platos, en todo caso, se adaptan al tamaño del animal para que no se quede sin hambre. Y sin hambre tampoco se quedan las personas que, con o sin perro, acuden al Monti Bar. "Siempre recalco que tenemos carta para humanos, no se trata de que coma solo el perro", bromea Carla Castro.

Buena cuenta de ello dan las tapas y raciones de raxo, tortilla o ensaladilla, así como las tablas de embutido o los bocadillos, piadinas o hamburguesas, entre las que triunfa una de vaca y cecina. Los más golosos pueden elegir entre dos postres y también es posible tomar un café o una copa, a los que pronto se podrían unir los cócteles.

Abierto de martes a domingo sin reserva

Monti Bar abre de martes a domingo con horario de 08:00 a 23:00 horas de martes a jueves; de 08:00 a 01:00 horas los viernes y sábados; y de 09:00 a 16:00 horas los domingos. El establecimiento, además, trabaja sin reserva excepto para grandes grupos o en casos puntuales como los de varias personas (y perros) que se desplazaron desde Vigo y Lugo para poder disfrutar de sus menús.

Unos menús en los que, además, Carla Castro quiere dar un paso más hacia la solidaridad destinando parte de lo recaudado con la comida a protectoras de animales. Una idea que va en la línea de la innovadora propuesta de esta joven que ha logrado que personas con y sin perros y los propios canes se sientan cómodos en su local, demostrando que siempre hay sitio para que dos amigos tomen algo juntos.