La tumba de Valle-Inclán, en Santiago, se llena de flores en el aniversario de su muerte

El 5 de enero siempre es un día especial en el cementerio de Boisaca, en Santiago de Compostela. Allí es donde está enterrado el escritor gallego Ramón María de Valle-Inclán, que falleció hace 87 años. El creador del esperpento ha sido homenajeado por representantes políticos una ofrenda floral esta mañana.

Hasta el lugar se han desplazado representantes locales, como el alcalde, Xosé Sanchez Bugallo, así como los portavoces Goretti Sanmartín, María Rozas y Antonio Constenla. El regidor de Vilanova de Arousa, municipio conectado a la obra y vida del escritor, además del conselleiro de Cultura, Roman Rodríguez, también estuvieron presentes.

El conselleiro destacó durante el evento el papel "aglutinador" del dramaturgo que reúne a "personas muy diversas, con sensibilidades diferentes, pero que coinciden en el papel vertebrador que tiene la cultura". En el acto también se recordó al autor Isaac Díaz Pardo, fallecido un 5 de enero, en 2012. Rodríguez remarcó durante la ofrenda la "misma herencia cultural" de ambas figuras, pese a sus diferencias, y las calificó como un "orgullo" para Galicia.

Por su parte, Bugallo recordó que la ofrenda floral a Valle-Inclán data de un acuerdo plenario de 1985.  "Estamos aquí", añadió, "para no olvidarnos nunca de uno de nuestros escritores y creadores más universales". Al igual que el titular de Cultural, el regidor destacó que a pesar de las diferencias entre ambos autores, tanto Díaz Pardo como Valle-Inclán compartieron "un aprecio especial por Santiago".

Presente en el acto también estaba  José María Paz Gago,  presidente de la Asociación de Amigos de Valle-Inclán, que ha reivindicado a "una figura universal" que representa "lo mejor de la cultura gallega".