Así es el templo más antiguo del Camino de Santiago: un lugar de culto al Santo Grial
La iglesia se encuentra en la puerta de entrada del Camino Francés a Galicia, en un lugar mítico de O Cebreiro vinculado desde hace siglos a la ruta xacobea y la famosa leyenda del Santo Grial
12 noviembre, 2023 05:00Desde la remota Edad Media, una de las principales rutas de peregrinación en Europa ha sido el Camino de Santiago. Su historia y origen vienen determinados por el descubrimiento de la tumba del Apóstol en el siglo IX, concretamente en el año 823. Según cuenta la leyenda, el hallazgo de los restos del discípulo de Jesucristo se produjo ocho siglos después de su muerte, cuando un ermitaño llamado Pelayo vislumbró a lo lejos una estela luminosa (de ahí el nombre de Compostela: campus stellae) que señalaba un lugar concreto en el Monte Libredón. El anacoreta corrió entonces a informar al por aquel entonces obispo de Iria Flavia, Teodomiro, y juntos emprendieron el camino hacia el bosque donde resultó estar enterrado el sepulcro del Apóstol. Al parecer, tras aquel encuentro fortuito, el rey Alfonso II El Casto se desplazó caminando desde Oviedo para visitar el lugar sagrado y ordenar la construcción de una iglesia en honor al Apóstol Santiago, convirtiéndose de ese modo en el primer peregrino de la historia.
Lo cierto es que desde el descubrimiento de la tumba, poco tiempo tardaron los abades, monjes e incluso monarcas de todos los rincones del continente europeo en emprender su particular viaje espiritual hacia el núcleo religioso que hoy por hoy conforma la ciudad de Compostela. Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, la emblemática Catedral de Santiago no es ni de lejos el santuario más antiguo de todos cuantas existen en las diferentes rutas xacobeas, sino que es la iglesia prerrománica de Santa María A Real la que presume de dicho título desde O Cebreiro, en Pedrafita (Lugo).
Origen e historia del templo de O Cebreiro
Enmarcado en un lugar repleto de misticismo en la parroquia de O Cebreiro, el templo de Santa María A Real conforma el primero de los santuarios que se encuentran los peregrinos al pisar tierras gallegas por primera vez. Una silueta que los forasteros llevan observando desde hace siglos, pues esta joya de la arquitectura prerrománica hunde sus raíces en el siglo IX, alrededor del año 872. Cabe destacar que una de las referencias históricas más antiguas que se conservan es del año 1072, momento en el que el templo religioso habría pasado a depender de los monjes benedictinos franceses. Lo que está claro es que O Cebreiro alberga el templo más antiguo del Camino de Santiago y que se encuentra vinculado de forma íntima a las rutas xacobeas, convertido además, según cuenta la leyenda, en el escenario del milagro del Santo Grial y un lugar de peregrinación obligada desde tiempos inmemoriales.
Sobre el origen de la iglesia, la realidad es que fue el conde de Aurillac, San Xiraldo, quien fundó en el siglo IX un hospital con la intención de atender y dar cobijo a los primeros peregrinos que realizaban esta ruta espiritual hacia la antigua Iria Flavia. Por lo visto, por este templo lucense incluso llegaron a pasar figuras tan relevantes como los Reyes Católicos o el emperador Carlos I. Poco después, el primitivo sanatorio daría paso al santuario que conocemos hoy en día, cuya estructura e interior se encuentran muy bien conservados a pesar del paso del tiempo. De hecho, entre los elementos más singulares del espacio destaca una pila bautismal que data de la misma época que la iglesia así como una extraordinaria talla románica de la Virgen.
En lo que respecta a su estructura, la iglesia de Santa María A Real está formada por tres naves con ábsides rectangulares en su terminación. Las paredes de la fachada fueron construidas en mampostería de pizarra, empleando el granito para las zonas más delicadas e importantes del templo. Por su parte, las cubiertas a dos aguas se encuentran cubiertas por una madera sobre la que reposa un techo también de pizarra. En uno de los extremos destaca la figura de un torreón que presenta un campanario cubierto con una pequeña cúpula. Ya en el interior, los motivos ornamentales resultan escasos lo que permite que la iglesia haya conservado todo su carácter secular. Cabe destacar que el santuario también acoge la capilla de San Benito, dedicada a los monjes benedictinos y en la cual se encuentra el sepulcro de Elías Valiña Sampedro, párroco entre 1959 y 1989 y uno de los principales impulsores del Camino de Santiago en la zona.
La leyenda del Santo Grial
Al margen de su longevidad e importancia en el camino a lo largo de los siglos, la fama de la iglesia de Santa María A real trascendió fronteras por ser el lugar protagonista de una de las historias religiosas más míticas del mundo: la leyenda del milagro del Santo Grial (el recipiente o copa usada por Jesucristo en la Última Cena). Según cuenta el mito, la historia del prodigio se inicia una noche fría del 24 de diciembre, cuando un vecino de la aldea de Barxamaio se disponía a asistir al oficio religioso de la misa del gallo. Debido a las fuertes nevadas tan típicas de la época, el acceso a O Cebreiro resultaba prácticamente imposible e impracticable, por lo que el hombre no pudo llegar hasta el momento exacto de la consagración. Cuando este entró por la puerta, el sacerdote no pudo evitar mirar al hombre con cierto desdén e indiferencia, pues aquel feligrés había pasado tantas penurias para postrarse únicamente ante el pan y el vino.
Sin embargo, y para asombro de todos los presentes, fue en ese preciso momento cuando sobre el cáliz y la patena se obró el famoso milagro: el pan se convirtió en carne y el vino en sangre. El sacerdote no pudo evitar caer desplomado, y se dice también que la imagen de la Virgen con el Niño, situada en el altar, inclinó la cabeza para contemplar aquella maravilla, quedando en esa posición para el resto de la eternidad. Un siglo más tarde de aquel hecho, la notoriedad de la historia y las reliquias de O Cebrerio habrían despertado el interés de los Reyes Católicos, los cuales en su peregrinación donaron el relicario para guardar el cáliz que aún hoy se exhibe en unas de las capillas laterales del santuario lucense. Pero más allá de O Cebreiro, la importancia histórica y social de este "Santo Grial" se extiende a su vez al resto de la región gallega, pues lo cierto es que el emblemático cáliz es todo un símbolo y se encuentra representado en el centro del escudo de Galicia.