Imagen de las lavandeiras creada por una IA.

Imagen de las lavandeiras creada por una IA. Wikipedia

Cultura

Las lavandeiras, los peligrosos espíritus de Galicia que piden ayuda para escurrir sábanas

Símbolos de mal augurio e incluso la muerte, se dice que estas criaturas mitológicas aparecen en las noches de luna llena junto a algunos ríos y fuentes lavando sábanas manchadas de una sangre que no desaparece

2 junio, 2024 05:09

Galicia es territorio de mitos y leyendas, de seres fantásticos y los lugares que estos habitan. Desde las emblemáticas meigas hasta los escurridizos mouros o la temida coca, en el imaginario popular gallego todavía sobrevuelan cientos de relatos y criaturas que han logrado sobrevivir al paso del tiempo. De todos cuantos personajes existen, las llamadas lavandeiras de la noche quizás sean uno de los seres menos conocidos dentro de la tradición mitológica de Galicia ―compartidas también con la mitología asturiana, cántabra y hasta irlandesa―, aunque su historia es tan curiosa e interesante como la de otras figuras de mayor renombre dentro de la región.

Con origen en la mitología celta, según precisa la creencia popular, las lavandeiras son espíritus que aparecen en las noches de luna llena junto a las riberas de los ríos o en algunas fuentes, lugares en los que se dedican a lavar sábanas manchadas de una sangre que nunca desaparece. Lo cierto es que su presencia se relaciona con un símbolo de mal augurio e incluso de muerte, pues a menudo estos seres suelen manifestarse cuando una persona cercana se encuentra entre la vida y la muerte, presagiando su pasamiento.

Sobre el aspecto de estos espíritus de la noche, algunas fuentes las describen como mujeres viejas, de rostro seco y arrugado, cabellos blancos y ojos rojizos; mientras que otros relatos las presentan como mujeres de cualquier edad que fallecieron durante el parto, que abortaron o que dejaron morir a sus hijos sin bautizarlos. En cualquier caso, la narración acostumbra a converger con frecuencia en un mismo punto: siempre piden ayuda a los vivos para escurrir sus sábanas.

Las lavandeiras de Galicia

Foto de archivo de las lavandeiras. Foto: iStock

Foto de archivo de las lavandeiras. Foto: iStock

Las noches de luna llena en Galicia, las lavandeiras salen a escena en busca de algún río o fuente en el que ponerse a lavar sus sábanas. Si en el transcurso de dicho cometido alguna persona pasa junto a ellas y acepta la invitación de los espíritus de ayudarles a retorcer la ropa, el caminante tendrá que tener en cuenta que no podrá hacerlo de cualquier manera o las consecuencias podrían terminar siendo fatales. La realidad es que la tarea de retorcer o escurrir las sábanas deberá realizarse en el sentido contrario al de las lavandeiras o por el contrario el encuentro fortuito podría traer mala suerte e incluso la muerte para el ayudante. 

Sobre el aspecto general de estas mujeres, en muchos de los casos la vestimenta de las criaturas se describe como un manto de ropajes negros y pañuelos de varios colores que acompañan de distintos collares y pulseras. De hecho, también se dice que en ocasiones sus rostros y cabellos aparecen cubiertos por amplios y grandes sombreros. Además, al parecer, las sábanas que tratan de lavar sin éxito y con tanto desdén estarían manchadas con su propia sangre, la de sus hijos o la de alguien que está próximo a morir en vida. Es por esta razón que el ruido provocado por sus palas al golpear las telas y sus desagradables voces logran estremecer la quietud y tranquilidad de las noches de plenilunio. 

Las lavandeiras de la Ribeira Sacra

Paisaje de viñedos en la Ribeira Sacra. Foto: Shutterstock

Paisaje de viñedos en la Ribeira Sacra. Foto: Shutterstock

Como sucede con la mayoría de mitos y leyendas que resuenan desde Galicia a las antípodas, la historia de las lavandeiras también encuentra variaciones en función de la zona geográfica en la que se enmarque esta historia. De hecho, en una de las versiones más conocidas se cuenta que estos espíritus típicos de la Ribeira Sacra vivían bajo las aguas del río Sil, donde dedicaban su tiempo a limpiar y pulir las pepitas de oro del curso fluvial.

Lo más curioso de todo es que dicha leyenda esconde tras de sí una historia de amor imposible entre dos jóvenes nobles de la época. Según apunta este relato popular, la hija de un hidalgo de Quiroga acostumbraba a recorrer los montes de los alrededores vestida como una plebeya para pasar desapercibida ante las gentes más humildes. En una de sus salidas durante el otoño, la joven conoció a un apuesto cazador que se presentó como vasallo del señor de Osorio de Castro Caldelas. Ambos quedaron prendados de la belleza del otro, enamorándose en ese preciso instante y acordando mantener futuros encuentros. 

Al parecer, las reuniones de estos enamorados tenían lugar a orillas del Sil y entre eran tan frecuentes que el rumor llegó a oídos del padre de ella, don Pedro de Quiroga, el cual consideraba a los de Castro Caldelas adversarios e indignos para pretender a su hija. Fue esta la razón por la que este noble de Quiroga prohibió a la joven volver a ver al cazador. Sin embargo, esta desobedeció al instante las palabras de su padre y decidió verse de nuevo con su enamorado en un pasadizo subterráneo que comunicaba ambas orillas del río Sil. Mientras los jóvenes estaban en el túnel, los vasallos de don Pedro de Quiroga sellaron con rocas ambas entradas, quedando los amantes bajo las aguas del río Sil para siempre. Según cuenta la leyenda de esta zona, ellos habrían sido los progenitores de las lavandeiras