¿Por qué en Ferrol es tradición disfrazarse de "buzo y careta" en Carnaval?

Se acerca el Carnaval más raro de la historia. Sin comparsas, sin grandes comilonas familiares y sin noches de fiesta con los amigos. Las tradiciones se pausan por un año. Incluidas las locales, que solo echarán de menos quienes viven dentro del mismo cierre perimetral. Si eres de Ferrol o has pasado alguna vez esta fiesta en la ciudad, conocerás su costumbre más representativa: los disfraces de "buzo y careta". Algo que, antes del estallido de La Casa de Papel, solo pasaba en Ferrol (y puede que se diera en A Coruña y Vigo, donde no sigue vigente). ¿Quieres saber por qué? Te explicamos el origen del disfraz más ferrolano.

Ferrol tiene fiestas bastante conocidas fuera de sus fronteras, como la Semana Santa. Aunque las costumbres de carnaval pasan más desapercibidas que en otras zonas de Galicia, se viven con la misma intensidad. Sobre todo entre los niños, adolescentes y jóvenes de la ciudad. Ellos son los protagonistas de la tradición más arraigada del Entroido ferrolano: los disfraces de "buzo".

Disfrazarse de "buzo" consiste en ponerse un mono de trabajo viejo y una careta de cualquier cosa, literalmente. Es como disfrazarse de la Casa de Papel, pero de azul y cada uno con una máscara diferente en lugar de la de Dalí. Se suele optar por temáticas de terror como los hombres-lobo, los demonios o los payasos asesinos.

Una vez preparados para la ocasión, los buzos salen a la calle para lanzarse huevos unos a otros, pedir en las casas que les den algún dulce típico de carnaval o asistir a las comparsas cargados de spray de nieve o serpentina. Aunque cualquier ferrolano pueda vestirse como manda la tradición, suele darse en esa edad que queda en el limbo entre la programación infantil y las fiestas de disfraces de los bares, pubs y discotecas. Así lo resume la cuenta de Instagram Ferrol Starterpack:

Esto es así "de toda la vida". Una de esas costumbres que con el paso del tiempo se convierte en tradición. Sobre el tema de los buzos no hay documentación escrita, señalan en la Oficina de Turismo de Ferrol. La explicación que se da a este fenómeno es la vinculación de la ciudad a la industria naval. No hay más que fijarse en que parte de los buzos que pasan de padres a hijas o de tías a sobrinos llevan estampado el nombre de Bazán o Navantia.

Origen popular

La costumbre surgió de la población ferrolana vinculada a los astilleros. Y es que hubo una época, antes de la reconversión, en que casi todas las familias contaban con algún miembro trabajando al otro lado del muro. En la Oficina de Turismo explican que tanto padres como hijos optaban por utilizar los uniformes viejos para poder disfrazarse de forma económica. Además, si la tela era resistente y ya estaba manchada podía sobrevivir sin problema a las peleas de huevos y spray típicas del Carnaval.

Desde la Asociación Cultural Ferrolterra Antiga puntualizan que el periodista y escritor Federico Cocho documentó el uso de buzos como disfraz también en ciudades como A Coruña y Vigo en su trabajo sobre el Entroido Galego. "Con todo, o trata por enriba (asocia a súa orixe aos barrios periféricos e obreiros das cidades). De feito para o caso de Ferrol coido que niguén reparou nel, mais aló do que nós temos feito. Pero semella ser correcta esta relación entre centros industriais e o uso do buzo como disfraz", explican.

Ferrolterra Antiga es la única asociación que ha investigado sobre las tradiciones carnavalescas ferrolanas. Radiando Memoria. Un percorrido alternativo polo Ferrol dos séculos XIX e XX, un libro editado por la Asociación Cultural Muiño do Vento recoge un capítulo sobre esta temática. También le dedicaron uno de los programas de Unha tarde no muiño de Radio FilispiM, que está disponible en iVoox.

Para explicar la tradición de los buzos, se remontan a los orígenes del carnaval en la ciudad naval: "O entroido ferrolán é un entroido pobre por definición. Temos un entroido de orixe popular que colle esas cousas que andaban pola casa, coma poden ser eses primeiros disfraces que facían os rapaces de mariñeiros ou labregos".

Con la llegada de los bailes y máscaras venecianas del denominado "carnaval burgués", surgió como contraposición una versión popular de la fiesta. "Un carnaval moi gamberro", apuntan en Ferrolterra Antiga. Varios bandos municipales y periódicos del siglo XVIII hacían referencia ya a las costumbres de vestirse acorde al oficio familiar, utilizar máscaras, decir palabras malsonantes y participar en batallas campales con habas, naranjas o maíz. "Tamén é interesante, nestes contextos urbanos, a aparición doutros elementos como poden ser as bombas fétidas como sustituto dos ovos podres", añaden.

"O famoso buzo radica nesta evolución do disfraz popular", señalan desde la asociación cultural. Sitúan el inicio de la tradición tras la dictadura franquista, que prohibió la celebración del carnaval durante 40 años. "Pódese ver tamén como a industrialización dos anos 60 xerou un novo disfraz nas clases populares, neste caso o famoso buzo cunha máscara para tapar a cara e facer o mesmo que facían estas persoas cando decían palabras malsoantes ou lanzaban todo tipo de proxectís pola rúa", explican.

El buzo y las actuales costumbres ferrolanas se originaron también en contraposición con las versión más oficial de la fiesta, añaden desde Ferrolterra Antiga: "Se contrapón de novo ese gusto popular co carnaval institucionalizado e regrado dos Concellos. Xurde de novo dende as periferias un canraval un pouco contestatario". No hay más que comparar la forma en que se celebra en el centro, con las comparsas y freixoadas, con cómo se hace en barrios como Caranza o Esteiro, donde las manchas de huevo y harina son omnipresentes durante una semana. Pese a que el uso del buzo es "universal" en Ferrol, es más habitual en las zonas tradicionalmente obreras.

Con el paso del tiempo, los problemas del sector naval y la llegada de los disfraces low cost, la tradición se ha desvanecido un poco. Aunque los buzos pasen más desapercibidos entre sus homólogos de La Casa de Papel o los pijamas de unicornio, siguen siendo el disfraz más visto en las calles ferrolanas cuando se acerca el martes de Carnaval. Este año la tradición se mantendrá en pausa, pero no tires tu buzo porque lo puedes usar en cualquier ocasión. En Ferrol, nunca pasa de moda.