Ángela Ruiz Robles junto a un grupo de alumnas en Ferrol.

Ángela Ruiz Robles junto a un grupo de alumnas en Ferrol.

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De maestra a maestra: El poso que Ángela Ruiz Robles dejó en una de sus alumnas de Ferrol

El pleno de Ferrol aprobaba ayer el cambio de denominación del colegio Recimil que pasará a recibir el nombre de esta maestra y precursora del ‘ebook’. Una de sus alumnas rememora con Quincemil su etapa escolar y cómo Ruiz Robles acabaría siendo determinante para acabarse dedicando también a la docencia

1 abril, 2022 17:44

Doña Angelita va conquistando poco a poco el reconocimiento que se merece, con especial incidencia en la ciudad de Ferrol en la que desarrolló su vida profesional. Esta maestra leonesa, precursora del ‘ebook’, ha logrado, a título póstumo, una "conjura" sin precedentes para aupar su memoria al lugar que le corresponde en el mundo académico y en el seno de la urbe naval.

Una placa en su residencia de la calle Real, el nombre de la biblioteca del campus de Ferrol o el cambio de denominación en el colegio del que fue directora durante una década, ponen de manifiesto la importancia de la impronta que Doña Angelita dejó en la ciudad de Ferrol.

Con la ratificación del pleno municipal, el colegio de Recimil pasará a recibir el nombre de Ángela Ruiz Robles y precisamente en ese colegio, anteriormente denominado Ibáñez Martín, Doña Angelita se toparía en el aula con Maribel Garrote que ha querido trasladar a este diario el posó que dejó esta maestra en su manera de entender el mundo y, sobre todo, la docencia.

Maribel Garrote ha ejercido la docencia en el colegio ferrolano de Las Discípulas de Jesús Maestro y señala que la elección de su profesión estuvo motivada, en buena medida, por la influencia de Doña Angelita como maestra.

"El Diario"

Maribel ha recibido la noticia del cambio de denominación del colegio de Recimil al de Ángela Ruiz Robles con la doble emoción que despierta el reconocimiento a la importancia que tiene la labor docente y con la vista puesta en aquellas clases que recibió de "una maestra como la copa de un pino".

"Recuerdo sus clases con mucha alegría y mucho cariño", explica Maribel que confiesa que siempre sintió predilección por la escritura y la pintura, encontrando en Doña Angelita un catalizador de toda esa creatividad.

"Sus clases eran muy vanguardistas", detalla esta maestra jubilada que reflexiona sobre un sistema educativo que distaba mucho del actual. Entre sus recuerdos más preciados, el denominado "Diario".

Uno de los métodos de Ruiz Robles era el de otorgar a sus alumnas el "privilegio" de escribir e ilustrar sus mejores trabajos en las páginas de un cuaderno. "Era como uno de esos dietarios antiguos de tapas duras y lomo encarnado", explica la que entonces era su alumna a Quincemil.

"Tuve la gran oportunidad de poder escribir en El Diario y para mí eso fue lo más", explica Maribel que guarda muy gratos recuerdos de su paso por el colegio del barrio de Recimil.

Tanto es así que Maribel terminaría por implementar su propia versión de El Diario entre sus alumnos de Las Discípulas, evidenciando la huella que su maestra dejó en ella.

La importancia de la base

"Hace unos 7 años mi hijo me enseñó una noticia sobre la precursora del libro electrónico y yo le conté que había sido mi maestra. Fue un momento muy especial", detalla Maribel. Esta maestra jubilada tiene claro que "al final el tiempo pone las cosas en su sitio" y la valía de Doña Angelita tenía que ser reconocida.

Todavía conserva Maribel una de las labores que confeccionó en una de las clases con Ruiz Robles. "Era un galletero confeccionado en tela fina y con unas cintas de raso en las esquinas" que, según detalla a este diario, su madre siempre guardó y ha llegado hasta la actualidad como un símbolo de esa maestra que plantó una importante semilla en Maribel.

Esta maestra "espectacular" ha logrado el reconocimiento público de la sociedad ferrolana, una condición de la que ya gozaba entre su alumnado y concretamente en personas como Maribel.

Porque Maribel confiesa que no hay nada más bonito que ver los logros que sus antiguos alumnos van obteniendo porque la "importancia de la base" es una realidad que, de maestra a maestra y muchas décadas después, ponen la guinda a una vida de dedicación y nuevos métodos educativos.