La Finca do Espiño: un palacete por reconstruir en Santiago
El palacete de la Finca do Espiño, en el Barrio de Galeras, es uno de los edificios en ruinas más emblemáticos de Santiago.
9 noviembre, 2020 14:31En el Barrio de Galeras se encuentra uno de los edificios en ruinas más emblemáticos de Santiago: el palacete de la Finca do Espiño, una construcción de principios del siglo XX que sigue esperando a ser rehabilitado.
El palacete, de estilo ecléctico, se encuentra en un lugar privilegiado, a orillas del río Sarela y en la falda de una colina desde la que se puede observar el Casco Histórico y el Campus Sur.
Así, la familia del senador Ramón Gutiérrez de la Peña Quiroga encargó la construcción del palacete alrededor del año 1910 al arquitecto modernista Jesús López de Rego, responsable de la Casa das Máquinas, situada a escasos metros de la propia Finca do Espiño.
Tanto el senador como su esposa provenían de familias acaudaladas y con la construcción de este palacete querían dejar claro su estatus: además de un gran edificio principal de planta irregular, la Finca do Espiño alberga una capilla anexa a la vivienda y un gran jardín, de gran extensión.
El edificio principal cuenta con una fachada orientada hacia el sur, una gran torre y una serie de esculturas en sus esquinas, que representan tanto águilas como perros.
Estas esculturas son, junto a las fachadas de hormigón, de lo poco que queda en pie del palacete, devorado por la vegetación. En similar estado se encuentra la capilla, situada al norte del edificio principal. Frente al estilo más ecléctico del cuerpo del palacete, esta construcción religiosa tiene un aspecto más medievalizarte, con arcos apuntados, capiteles vegetales y un tímpano historiado en la entrada.
Actualidad
La rehabilitación del palacete de la Finca do Espiño ha sido un quebradero de cabeza para los últimos Gobiernos municipales. Tras concluir la intervención sobre el parque en 2014, en 2016 se llegaron a adjudicar las obras en el inmueble.
La empresa adjudicataria, sin embargo, se negó a firmar el acta de replanteo tras comprobar que los antiguos muros estaban en un estado mucho peor del que recogía el expediente municipal, lo que encarecía la intervención por encima de la cantidad consignada para el proyecto.
La negativa de la empresa a seguir adelante trajo consigo un largo proceso judicial para rescindir la adjudicación, proceso que concluyó hace un año. Tras sacar a concurso la obra y que ésta quedase desierta, el Concello de Santiago prevé incrementar el presupuesto de la licitación y publicarla pronto.