Las academias de A Coruña en verano: a medio camino entre negocio, refuerzo y conciliación

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El lunes 11 de septiembre los pupitres de los colegios gallegos volverán a llenarse de alumnos de todas las edades y niveles. La vuelta a clase supone un esfuerzo para los escolares, que después de meses de descanso se ven obligados a retomar las obligaciones y rutinas. Una cuesta arriba especialmente pronunciada para los tutores legales, que deben asumir los costes de la vuelta a las aulas: libros de texto, material escolar, compra de uniformes o contratación de clases de refuerzo.

Las academias gallegas, también conocidas como ‘pasantías’, enfrentan con alegría la vuelta de septiembre. Desde la aplicación de la ley educativa Lomloe sus beneficios durante el verano han bajado significativamente. La normativa incluyó como novedad el pasado curso la eliminación de las recuperaciones de junio y septiembre, una medida que supuso mayor descanso para los alumnos en verano y, en consecuencia, menos actividad para estos negocios.

La época estival adoptaba ser la de mayor actividad en las academias, según recuerda Liana Ferreiro, directora y propietaria de la academia coruñesa Real. Cuenta que antes de la aplicación de la Lomloe tenían "toda la agenda del verano cerrada" antes de comenzar junio. Una situación que cambió radicalmente desde el pasado verano: "ahora tenemos huecos libres", explica Liana. Previamente a la aplicación de la norma actual, la demanda motivada por las recuperaciones les obligaba incluso a derivar alumnos a otros compañeros de profesión.

"Hay padres conscientes de que su hijo necesita un refuerzo"

Liliana Ferreiro de la academia Real de A Coruña

La situación, con todo, ha mejorado respecto al 2022. Xurxo Guitián, propietario de la academia Coruña, percibe que este verano los padres han cambiado su mentalidad. Aunque sus hijos no tengan recuperaciones en septiembre "son conscientes de que necesitan un refuerzo" porque "tienen otro ritmo".

Cuenta que las academias no tienen porque ser sinónimo de castigo. En verano sus servicios se centran en actividades más distendidas como talleres científicos o clases más amenas. Una de las estrategias que adquieren es poner las clases durante las primeras horas de la mañana. "No duermen todo lo que querrían, pero tampoco pierden el día", explica entre risas Guitián. Ferreiro concuerda con que, tras la Lomloe, es necesario adaptarse al nuevo escenario a través de otras "recetas" que hagan salvaguardar sus ingresos durante los meses de verano.

¿Refuerzo escolar o conciliación familiar?

Xurxo Guitián de la academia Coruña

El presidente en funciones de la Confederación de ANPAS Galegas -efectuará su salida formal en la primera quincena de septiembre- Fernando Lacaci, hace una lectura crítica sobre la existencia de las "pasantías". "Que existan significa admitir con claridad que el sistema no funciona", apuntilla. Pone el foco en la falta de capacidad de sistema educativo -sea público, concertado o privado- para hacer que los alumnos adquieran los conocimientos necesarios durante la jornada escolar.

La experiencia de Sara Míguez refuerza la apreciación de Lacaci. Esta estudiante comenzará en unas semanas la carrera de Derecho. Durante bachillerato se vio obligada a acudir a clases particulares tanto de matemáticas como inglés. Sobre su destreza en los idiomas reconoce que nunca se le dieron bien. "La gramática me costaba muchísimo y las clases del colegio no me eran suficiente".

Las matemáticas, sin embargo, le sorprendieron. Siempre había tenido una gran destreza en esa asignatura, pero en bachillerato sus resultados bajaron notoriamente. "Suspendía todos los exámenes", resume. La gran solución fue el refuerzo de "pasantía". "Son clases más reducidas en las que la profesora atiende mejor tus dudas, no como en el instituto", valora Sara.

Poca comprensión lectora en Primaria, ESO y Bachiller

Tanto Guitián como Ferreiro coinciden en algo: los jóvenes cada vez tienen más dificultades con la comprensión lectora. Ambos profesores advierten de severas complicaciones entre el alumnado de la ESO a la hora de procesar la información que se lee. Liliana localiza el problema entre su alumnado más pequeño. Una dinámica que notifica desde la pandemia.

Explica que es un problema serio ya que luego se ramifica "En primaria llegan los problemas con las matemáticas, al no tener comprensión lectora no entienden los problemas", cuenta. En la ESO las barreras están centradas en los comentarios de texto, resúmenes y esquemas.

Xurxo Guitián, por el contrario, no sólo lo liga a las consecuencias de la pandemia, sino también a los hábitos de consumo de la sociedad actual. El director de la academia Coruña comparte una de las tesis de Giovanni Sartori: los humanos cada vez acceden más a la información a través de imágenes, lo que merma su capacidad de interpretación. "Los niños están acostumbrados a imágenes cortas, inmediatas y visuales, y eso se nota en dificultad a la hora de expresarse e interpretar textos", puntualiza.

El precio del refuerzo: hasta 100 euros al mes

De media la vuelta al cole de este 2023 costará unos 400 euros por alumno. Un cálculo que sólo tiene en cuenta el material escolar y libros, que se prevé que se encarezcan un 20%. Pero, el desembolso de la escolarización va mucho más allá. La Confederación de ANPAS gallegas recuerda que existen gastos derivados de uniformes o reposición de armario -fruto de la edad y cambios estacionales- y otros de tareas de conciliación, entre las que en algunos casos se encuentran las academias.

La Confederación pide a la Xunta una revisión de las ayudas escolares. Entienden que las subvenciones en función de la renta no son óptimas ya que la educación debería ser gratuita para todos, un cálculo en el que incluyen la compra de libros.

Este 2023, igual que el año anterior, en gasto en libros será especialmente acusado. La reforma educativa de la Lomloe trajo una profunda revisión de los libros de texto, una renovación que ha dejado prácticamente sin efectos a los fondos solidarios de libros; muy habituales tanto en la educación pública como privada. Lacaci defiende que el sistema gallego se basa en la solicitud de las ayudas y su reparto en función de la renta. Un sistema que, recuerda, "deja fuera a parte de la sociedad".

En los gastos derivados de la escolarización muchas familias se ven obligados a añadir una cantidad importante de dinero para refuerzo escolar. Los precios varían mucho en función del negocio y tarifas. Con todo, desde la Academia Real calculan que un refuerzo diario para niño de primaria supone un desembolso de 80 euros al mes. Un gasto que puede alcanzar los 100 euros en bachillerato.

Guitián, sin embargo, valora las academias de refuerzo como una herramienta más de conciliación para muchas familias. "Nosotros tenemos la academia en un barrio muy humilde, la Agra del Orzán", explica, "y las vacaciones de julio y agosto las suelen coger los jefes, no la gente más humilde", prosigue. Asegura que en verano cubren "una labor de conciliación importante".