Con sangre, sudor y casi lágrimas, el Dépor logró un triunfo balsámico en Sabadell por cero goles a uno. El tanto fue obra del canterano Ochoa que se esta manera estrenaba su cuenta goleadora en el primer equipo. Le costó mucho al conjunto blanquiazul llevarse los tres puntos y sufrio

El Deportivo logró completar una primera mitad en la que consiguió marcharse con ventaja en el marcador. No empezó especialmente inspirado el equipo de Imanol Idiakez. El centro del campo formado por Jurado, Villares, Salva Sevilla y Hugo Rama hacía presagiar un choque con control y dominio, pero nada más lejos de la realidad.

Con el encuentro igualado, el Dépor logró adelantarse en el marcador con un tanto del canterano Martín Ochoa. Un gran robo de Villares en zona de tres cuartos acababa con Ochoa definiendo de maravilla y poniendo en ventaja a los coruñeses.

El gol tampoco generó superioridad ni control. El partido era igualado y con múltiples errores en ambos conjuntos. Aún así la ventaja en el marcador otorgaba cierta tranquilidad. De hecho Ochoa estuvo cerca de hacer el segundo, pero Ortolá lo evitó con una buena mano.

El Dépor sólo sufrió en una acción a balón parado en la que Mackay dejó el balón en el área. Villares sacaba la pelota bajo palos y evitaba el tanto local. La mejor ocasión de esa primera mitad tuvo como protagonista a Salva Sevilla. El centrocampista sacaba un latigazo que se estrellaba en el larguero de la portería del Sabadell.

Con esa ventaja de un gol se llegaba al tiempo de descanso. En la segunda mitad el Dépor reculó y permitió a su rival meterse en el partido. Cada centro de los locales era un sufrimiento para los coruñeses.

Idiakez apenas movió el banquillo salvo para dar entrada a Davo por un fatigado Ochoa. Llegaban los minutos finales y el Dépor tenía que aguantar. Los nervios se adueñaron de un equipo que llegaba muy necesitado. Una salida de Mackay acababa con el portero pisando fuera del área provocando una falta muy peligrosa para los locales. El guardameta enmendó su error sacando de puños esa falta.

Los minutos finales fueron un martirio para los blanquiazules. Errores en cadena, incapacidad para dar dos pases y falta de contundencia en cualquier balón que llegaba al área.

Los coruñeses aguantaron y firmaron, con mucho sufrimiento, la segunda victoria del equipo esta temporada.