Un gallego, dueño del Raid Clásicos del Atlas: El más antiguo de los rally amateur de Marruecos

El decano de los rally en Marruecos, el Raid Clásicos del Atlas que se celebra desde 2010, es desde este año propiedad de un coruñés apasionado del mundo del motor en general y de las motos en particular. Se trata del coruñés Quique Martínez, de 39 años, que ejerce de organizador y director de esta prueba tan diferente a otras que se realizan en el país africano como el Rally de Marruecos o el Dakar. Es distinta debido a que es la más antigua de los rally amateur del país, además de apostar por la especialización convirtiéndose en un inusual rally de regularidad , es decir, no competir por ser el más rápido, sino por tener la capacidad de mantener la velocidad media en cada tramo.

Foto: CEDIDA

Los requisitos imprescindibles para participar en esta competición, que se celebra dos veces cada año, en palabras de su actual responsable, son: "ser una persona corriente que sueñe con vivir una aventura inolvidable, tener un coche del siglo XX y ganas infinitas por recorrer más de 1.000 kilómetros por las montañas del Atlas y el desierto del Sáhara repartidos en seis etapas". "Cualquiera que sueñe con vivir una aventura, lo puede hacer realidad. La vida pasa rápido y a veces no sacamos tiempo para sentirnos vivos y llenar la mochila de experiencias", subraya Martínez.

En 2023 se cumplen 20 ediciones de la prueba, una experiencia con la que el coruñés soñaba desde su infancia porque lleva toda la vida ligado al mundo del motor, sobre todo a los 4×4 y las motos. Su juventud estuvo marcada por conocer a Tonecho Amor, un coruñés que ha participado cinco veces en el Dakar. Tanto es así, que actualmente es instructor de conducción de 4×4 y da cursos desde hace dos décadas. El Raid Clásicos del Atlas recayó en sus manos tras jubilarse su fundador, un sevillano que confió en las capacidades del coruñés para llevar esta competición a lo más alto y atraer a cada vez más adeptos.

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"Una aventura al alcance de cualquiera"

Hasta ahora, en el rally participaban coches de más de 20 años, pero Martínez ha variado el concepto para estipular en las normas que los vehículos pueden datar de cualquier año del siglo XX. "En el mundo actual estamos tendiendo hacia lo vintage, lo de antes está muy en auge junto la nostalgia de la gente por la esencia de los París Dakar de hace años. Por eso intentamos que esta prueba sea ese evento al que a todo el mundo le gustaría ir al menos una vez en la vida", apunta.

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Define la prueba como "un evento competitivo-deportivo, además de turístico y solidario". "Siempre se hace en Marruecos porque la cordillera del Atlas es la más importante del norte de África y tiene partes montañosas y de desierto, que es donde más tiempo solemos estar porque es lo más diferente a todo. Cuando llegas al desierto lo primero que haces es flipar con la inmensidad, es como mirar para el océano pero verlo todo lleno de arena", dice asombrado. "Al ser humano siempre le ha gustado vivir aventuras, descubrir continentes, océanos, mares y esto es lo mismo, lo que intentamos con el raid es que sea una aventura para recordar", reconoce.

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La duración de la competición es de una semana y suele celebrarse en épocas festivas como Semana Santa o el puente de la Constitución en diciembre. Durante la estancia se realiza una tarea solidaria en Khamlia, un pequeño pueblo marroquí con una comunidad de mujeres que ha creado un equipo de fútbol femenino, su mayor ilusión. "Marruecos es un país mayoritariamente musulmán y en la religión musulmana la mujer no es lo más valorado, en la igualdad tienen mucho por trabajar, y aún encima las costumbres cuando más pequeño es el pueblo más arraigadas están", comenta el coruñés, a lo que añade que en esta localidad colaboran con ellas patrocinando su equipo y haciéndoles llegar camisetas o botas.

Recientemente, durante la 19 edición del Raid celebrada en el puente de diciembre, las jugadoras han hecho un partido de exhibición para un grupo de 60 intrépidos conductores.

1.200 participantes y rally lineal en 2023

Foto: CEDIDA

En las 19 ediciones celebradas hasta ahora del Raid Clásicos del Atlas, los participantes han sido 1.200 aproximadamente. En cuanto a las etapas, hay un total de seis (1, 2, 3, 4 (Maratón A y Maratón B) y etapa 5), cada una de entre 150 y 200 kilómetros, salvo la cuatro, que se divide en dos partes de 400 kilómetros, además de que los competidores pasan la noche en un campamento en medio de un oasis en el desierto en el que, como no podía ser de otra manera, al tener un director gallego se hace la tradicional Queimada.

Durante esta noche, también ilustres exdeportistas del motor les cuentan experiencias únicas a los conductores amateurs. Un privilegio que es una realidad gracias a que el staff de la competición son exparticipantes del París Dakar. Martínez subraya que quería rodearse de profesionales míticos de los 70 y los 80, como el piloto madrileño y pionero y multipremiado en el mundo de la competición todoterreno en España, José María Ginés, que a su vez ha participado en el raid junto a su excopiloto en el Dakar.

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Este diciembre ha sido la primera vez que se ha permitido la participación de motos en la competición y puede participar cualquiera que tenga un vehículo clásico, una moto o un 4×4, con etapas adaptadas a cada tipo de vehículo y a sus respectivas antigüedades. De cara a 2023, el gallego se plantea un rally lineal, que empiece en un punto y termine en otro (hasta ahora algunas de las etapas arrancan y terminan en el mismo punto). Y entre sus planes también se encuentra el de participar en esta experiencia inolvidable junto a su hermano pequeño, Juan, en un escarabajo rojo del año 80 que se han comprado recientemente.

"Es una aventura muy divertida en familia", opina Martínez, que cuenta que a lo largo de los años se han animado a probar padres e hijos, madres e hijos, parejas o amigos. Sobre el coste, sostiene que participar es "barato" y aconseja adquirir un turismo antiguo o un "dos caballos" y ponerlo a punto. Al raid han acudido participantes en Renault 4 o "cuatro latas", como lo define el coruñés entre risas, Volkswagen escarabajo (producidos por la casa alemana desde 1938 hasta 2007), Citroen 2CV (producido desde 1948 a 1960) o Citroen BX (producido entre 1982 y 1994).

"Somos el único raid de clásicos multimarca (existe el Panda raid, en el que únicamente pueden participar coches Panda) y de regularidad, todos los demás son de velocidad", aclara. Como ventaja de este tipo de competición, destaca la importancia clave del copiloto casi por encima del propio conductor, dado que debe encargarse de mirar el libro de ruta, comprobar la velocidad media y calcular cuanto más rápido o menos se debe ir en función de los minutos.

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El coche 0, de la organización, abre todas las etapas y va revisando que esté todo bien en el terreno. Los recorridos se preparan un mes antes de la competición y las señalizaciones se realizan in situ, algo que se puede modificar debido a factores meteorológicos.

Alquiler de todoterrenos rusos Lada Niva

Para aquellos que no dispongan de un vehículo antiguo par participar, en el Raid Clásicos del Atlas colaboran con un profesional de Tarragona (Cataluña) que dispone de 17 clásicos todoterrenos rusos Lada Niva, populares en los 70 y utilizados en Siberia para ir a todas partes.

El coste de participar son 2.500 euros dos personas aproximadamente (1.500 cada una), un importe que incluye alojamientos, desayunos y cenas. Lo único de lo que deben encargarse los aventureros es de estar el día indicado en Algeciras para coger un ferry de hora y media hasta Tánger (Marruecos). Las comidas y la gasolina del coche durante siete días corren a cuenta de los participantes. Los ganadores reciben trofeos conmemorativos.

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