Hace 10 años Iván Manso y Brais González decidieron hacer de su mayor hobby, su forma de vida abriendo la primera escuela de surf de Valdoviño (A Coruña): Valdo Surf School. Por sus instalaciones han pasado miles de alumnos y alumnas, a relación de 700 en verano y unos 80 en invierno.

La confianza depositada por todos ellos, es fruto del trabajo y dedicación de toda una década que comenzó con cifras más modestas, cuando regalaban cursos a familiares y amigos "para que la gente nos viera", relata Iván, que compagina su trabajo como ingeniero con este negocio. Eso hizo que durante el primer verano se apuntasen algunos niños, lo que les sirvió para recuperar el dinero invertido en tablas de surf y trajes. Una vez finalizada esa primera temporada, su intención era cerrar las puertas de la escuela hasta el siguiente periodo estival, pero el interés de siete de sus alumnos les hizo continuar con la actividad también durante el invierno, y así, hasta la fecha.

Iván Manso (derecha) y Brais González (centro) junto a Unay Ameneiros, uno de los deportistas que entrenan. Imagen: cedida

Ninguno de los dos pensaba ni buscaba este crecimiento, que les ha llevado de tener la ayuda de "algún monitor" al principio, a los ocho con los que cuentan en invierno y 16 en verano. "No teníamos ningún objetivo de crecer, sino de encontrar a gente que quisiera practicar, ir a competir y también formar a los chavales. No era un objetivo económico, pero esto fue creciendo sin querer", explica Iván. El boom de este deporte en los últimos años también les ha beneficiado aunque "nuestra zona está muy poco explotada con respecto al resto de Europa", apunta.

Por todos es sabido que la localidad de Valdoviño es uno de los epicentros del surf en el norte de España, con la celebración de campeonatos como el Pantín Classic, y el arenal de A Frouxeira fue el elegido para establecer la sede de la escuela porque es "nuestra playa habitual", aunque también trabajan en otras de Ferrolterra, respetando al máximo la convivencia entre surfistas y bañistas. "Por ejemplo, en Doniños, con marea llena, no damos la clase. Solo la damos con marea baja para poder ocupar parte de la zona de agua donde no molestemos a los bañistas", aclara Iván.

Imágenes cedidas

Actividad durante todo el año

Los verdaderos amantes del surf no restringen su práctica a los meses de verano, por lo que Valdo Surf School cuenta con clientes durante todo el año. En invierno, ofrecen clases más personalizadas con el objetivo de mejorar la técnica, mientras que en verano "la gente viene mucho a gozar, a conocer el deporte y a pasar un rato libre con sus amigos. Es ahí donde ingresamos un poco más para en invierno mantener los monitores y dar más cancha a la técnica", asegura.

En cuanto a las actividades para la temporada veraniega que comienza, Iván destaca los campamentos en multideporte en Doniños, con surf, kayak, yoga y otras actividades para chicos y chicas de ocho a 17 años.

En cualquier caso, Iván apunta que el surf es para casi todas las edades. En Valdo Surf School comienzan a enseñar a partir de los siete años y cuentan con alumnos de hasta 60 años que van a clase todos los días. Los únicos requisitos indispensables son saber flotar y tener un mínimo de forma física que permita al alumno hacer flexiones para poder ponerse de pie sobre la tabla y mantener el equilibrio.

Además de las clases, Valdo Surf School también pone a disposición material para alquiler entre el que figura 180 tablas y hasta 250 trajes. Todas las opciones están presentes en una escuela que seguirá surfeando buenas olas durante muchos años más.