Un hogar gallego llega a triplicar su compra habitual de pellets por la subida de luz
Productores y vendedores gallegos constatan un incremento y anticipo de la demanda debido al alza en los precios de la energía
21 septiembre, 2022 06:00El incremento de los precios de la energía y el impacto económico que está teniendo la guerra de Ucrania en los bolsillos de la ciudadanía está provocando un incremento y anticipo en la demanda de pellets para estufas y calefacciones, una opción que consigue calentar los hogares y que cada vez más gallegos emplean.
Tanto productores como vendedores de pellets destacan que el cliente de este tipo de comprimido combustible ha adelantado la fecha de compra de otoño a las últimas semanas de verano y adquiere más kilos de los que solía comprar antes.
Al igual que los consumidores, las empresas productoras de pellets también se han visto afectadas por el incremento del precio de la luz, ya que las fábricas de este material son electrointensivas, por lo que esta alza monetaria en la energía repercute de forma importante en los costes de producción. Desde Biomasa Forestal, con sede en As Pontes de García Rodríguez (A Coruña) afirman que en el último año los precios que pagan por la luz se han visto disparados hasta un 320% más y añaden que el precio de la materia prima también ha experimentado una subida cercana al 40%, derivada principalmente de la creciente demanda por el recurso. Estos factores hacen que el sector se encuentre ante una campaña atípica en la que la compañía no prevé que se reduzca el precio de los pellets a corto plazo.
En cuanto al abastecimiento, desde Biomasa Forestal afirman que si los ritmos de consumo se mantienen en niveles similares a los de otros años, no se prevén problemas de suministro en Galicia. La firma, que por diversos factores que incluyeron la aparición de la pandemia, tuvo que abrir un ERTE que se levantó hace pocos meses gracias a la gran demanda. Ahora ya se trabaja a turno completo y aseguran que la capacidad de producción instalada es suficiente para dar cobertura, siempre y cuando la demanda se produzca de forma normalizada y sostenible, evitando picos desmesurados por el miedo al desabastecimiento.
Al respecto de este furor colectivo, el director en Ecowarm (en Brión, A Coruña) y presidente del Cluster de Biomasa, Francisco Álvarez, afirma que se está produciendo un efecto papel higiénico como el de la pandemia: ante el encarecimiento de otras energías, el consumidor efectúa una compra irracional que Álvarez no recomienda, a pesar de que el año pasado un saco de 15 kilos no llegaba a los cinco euros y ahora tiene un coste que puede alcanzar los ocho euros.
Ecowarm no vende al cliente final pero los distribuidores a los que surte de pellets han adelantado sus programas de ventas habitualmente lanzados en los meses de noviembre o diciembre para septiembre y octubre para anticiparse a la previsión de demanda de sus clientes. En lo que a gasto energético se refiere, Ecowarm también ha visto cuadriplicado su consumo en electricidad en los últimos meses.
Vendedores en contacto directo con el cliente final
En la Cooperativa de O Val de Narón (A Coruña) llevan semanas atendiendo a clientes que van en busca de pellets. La gerente, Marta Vázquez, explica que ya el año pasado se notó un repunte en el volumen de ventas del material, pero este año la previsión es que sea mucho más elevado porque ya desde finales de agosto se notó el interés de la clientela a través de los encargos realizados. "El cliente doméstico está triplicando el volumen de sus pedidos", afirma.
En cuanto al precio, Vázquez señala que cambia diariamente y para el establecimiento que representa "obtener pellets se encareció por la guerra y por la carencia de ciertos elementos, pero entendemos que el cliente no tiene la culpa". Bajo esta premisa, la cooperativa naronesa ha realizado un incremento asequible del precio final al consumidor, en todo caso menor al que correspondería proporcionalmente por el aumento que asume el establecimiento. El saco de 15 kilos rondaba la semana pasada los seis euros, un precio competitivo según aquellos clientes que hacen comparativas con otros puntos de venta, y la propia cooperativa se encarga de llevar el producto de forma gratuita a domicilio.
En O Val también venden las estufas, un aparato que está llamando la atención este año de los clientes. Lo mismo pasa en Ferrecal en Santiago de Compostela, punto de venta de estufas y calefacción de pellets, donde ya han notado un incremento en la venta que se hará mas evidente a finales de mes. Al margen de la subida de precio de los pellets, en Ferrecal los precios de sus estufas mantienen la tarifa de diciembre del año pasado, una alternativa con la que "tienes la casa caliente por 60 euros al mes con una pequeña inversión de 800 euros" y añaden que "hay gente que este año ha sido previsora y ya hicieron la instalación pertinente" con la que se experimenta un ahorro considerable.