Lidl suma más de 9.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas y 18 puntos de carga para vehículos eléctricos en Galicia. Dos medidas que la empresa suma al ticket eco, que es la posibilidad de recibirlo en la aplicación móvil en vez de en papel, y a Certificado Residuo Cero del que dispone, todas ellas en línea del desarrollo sostenible de la enseña.

La empresa de distribución avanza así, día a día, en su afianzamiento como referente en sostenibilidad e innovación, tanto dentro como fuera de su sector, con el objetivo de ser el supermercado más sostenible de España. Precisamente, la sostenibilidad es uno de los ejes sobre el que gira el modelo de negocio de la cadena de supermercados, un valor que le diferencia del resto de operadores y que está integrado en toda su actividad.

En el ámbito medioambiental, ante el calentamiento global del planeta y del impacto de su actividad, Lidl y el Grupo Schwarz (del que forma parte) han desarrollado una estrategia sobre el clima. El objetivo de esta iniciativa es contribuir al Acuerdo de París y evitar un cambio climático peligroso, manteniendo el calentamiento global por debajo de los 2 °C y prosiguiendo los esfuerzos para limitarlo a 1,5 °C.

La cadena de supermercados trabaja en España, además, para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) un 80% hasta 2030. Lidl, hasta ahora, ha logrado ser neutro en lo que concierne a sus emisiones directas.

Precisamente para lograr esos objetivos, el esfuerzo de la marca está focalizado desde hace años en la búsqueda constante por encontrar soluciones prácticas a la reducción de la emisión de CO2. Gracias a la implementación de diversas medidas en distintos ámbitos de actuación, para minimizar el impacto medioambiental de su actividad, la compañía ya ha conseguido disminuir un 44% de sus emisiones directas desde 2018, según un estudio de la consultora PwC sobre el impacto medioambiental de Lidl en España.

9.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas

Lidl está trabajando para alcanzar los objetivos de su estrategia contra el cambio climático a través de medidas concretas relacionadas con: su iniciativa REsetPlastic, la gestión de los residuos y la construcción eficiente, entre otras.

Así, en el marco de la construcción eficiente y con el objetivo de reducir las emisiones de carbono de sus centros de trabajo, Lidl desarrolla proyectos de eficiencia energética que le ayudan a disminuir el consumo y las emisiones nocivas para el planeta. La compañía cuenta con más de 9.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas, instaladas en el 25% de sus supermercados gallegos, que generan entre el 20-30% del consumo energético de cada centro. La inversión estimada realizada durante los últimos cinco años ha sido de más de 750.000 euros.

Los nueve puntos de venta gallegos donde la marca tiene instaladas placas fotovoltaicas son el Parque Ofimático (A Coruña); Ourense; Vigo-Jacinto Benavente; Nigrán; Santiago de Compostela – Costa Vella; A Grela (A Coruña); Arteixo; Cangas y A Estrada). En los últimos tres años, la firma ha intensificado su apuesta por este tipo de energía en sus tiendas, triplicando la superficie ocupada por placas solares y pasando de 3.000 metros cuadrados en 2020 a los más de 9.000 metros actuales.

La compañía, además, tiene la intención de seguir ampliando esta instalación en los nuevos establecimientos que inaugure en la región. Entre las 36 tiendas de Lidl en Galicia, la tienda de Jacinto Benavente (Vigo) es la que reúne la mayor superficie fotovoltaica (más de 1.100metros cuadrados) y la que alcanza la mayor potencia pico (120,6 kWp).

18 puntos de carga eléctricos en Galicia

La distribuidora también es consciente de que el presente y futuro de la movilidad es en clave sostenible y, con la finalidad de fomentar los desplazamientos de clientes que usan vehículos eléctricos, lleva años trabajando para implementar puntos de recarga para estos automóviles en buena parte de sus establecimientos de Galicia. Lidl cuenta actualmente con 18 puntos de recarga en la comunidad.

Los primeros entraron en funcionamiento en el Ofimático en julio de 2019 y, desde entonces, la compañía ha seguido sumando más zonas de este tipo en el aparcamiento de sus establecimientos. Gran parte de los nuevos centros ya incorporan esta medida de sostenibilidad: es el caso de las tiendas que se pusieron en marcha en Cangas y A Estrada en 2022, con cinco puntos en total.

"Seguimos avanzando en el camino que iniciamos en 2019 en nuestra tienda del Parque Ofimático (A Coruña), convirtiéndola en una de las primeras de toda la distribución en Galicia en disponer tanto de puntos de recarga para vehículos eléctricos como de placas fotovoltaicas", señala el director regional de Lidl en Galicia, Jaime Herrá, que añade: "En todas las tiendas que hemos abierto o modernizado en los últimos años hemos incorporado al menos una de estas dotaciones como prueba de nuestro compromiso con la sostenibilidad".

Certificado Residuo Cero

La economía circular es otro concepto clave en el camino sostenible de la enseña, que promueve que los productos, los materiales y los recursos mantengan su vida útil el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos. Actualmente Lidl es la única empresa de distribución en España con el certificado Residuo Cero (Aenor) en todas sus plataformas logísticas de la península (incluida la de Narón), que legitima que el 100% de los residuos que gestiona en dichos centros se recicla, mientras que el 85% de los gestionados en tiendas se retorna a los almacenes por logística inversa.

Otro de los proyectos de la empresa para reducir los gases de efecto invernadero es minimizar el desperdicio alimentario. A este respecto, Lidl tiene el objetivo de minimizar este desperdicio a lo largo de toda la cadena de suministro y, en su alcance más directo, reducirlo en un 30% hasta 2025 y en un 50% hasta 2030, tomando 2020 como base para hacer ese cálculo.

La compañía es la primera cadena de supermercados que ha logrado certificar su sistema de gestión para minimizar el desperdicio alimentario (SG-MDA) tras superar la auditoría independiente de Bureau Veritas en todas sus tiendas y centros logísticos de España.

Referentes en reducción de plástico

La enseña también realiza múltiples iniciativas de referencia vinculadas a la gestión de plásticos. Lidl se convirtió en 2018 en la primera cadena de supermercados de España en eliminar las bolsas de plástico para la compra. Solo un año más tarde, volvió a ser pionera al sustituir las bolsas de plástico de la sección de fruta y verdura por bolsas compostables y poner a disposición de sus clientes una bolsa de malla para fruta y verdura, con el objetivo de fomentar la reutilización.

La marca suprimió en 2019 todos los artículos de plástico de un solo uso, sustituyéndolos en algunos casos por papel y se convirtió el primer supermercado en eliminar los microplásticos de sus productos de cosmética, detergencia y limpieza.

Actualmente, la cadena de distribución se encuentra inmersa en la optimización de todos sus envases de marca propia con el objetivo de reducir al máximo el uso del plástico e intentar lograr el mayor porcentaje de plástico reciclado en todos los formatos, así como facilitar la reciclabilidad de los envases de marca propia.

Todo ello se enmarca en la iniciativa REset Plastic, un plan con el que el Grupo Schwarz pretende reducir, hasta 2025, el uso de plásticos hasta un 20%, utilizar al menos un 25% de plástico reciclado en la composición de sus envases de marca propia y lograr que todos sus envases propios de plástico sean 100% reciclables.

La cadena, por último, también tiene activa una opción en su aplicación Lidl Plus para que sus clientes puedan renunciar a imprimir el ticket en formato papel y disponer exclusivamente de la versión digital como garantía de compra.