El comité de Xeal, contra la construcción de una estación de bombeo en Mazaricos (A Coruña)
El cuerpo de representación de los trabajadores ha solicitado una reunión con la consellería de Economía para abordar la intención de XEAL de ampliar el negocio energético
30 marzo, 2022 11:53El comité de empresa de la compañía de energía XEAL ha solicitado una reunión de urgencia al vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empresa, Francisco Conde, tras conocer que la compañía pretende construir una estación de bombeo reversible en el monte A Ruña (Mazaricos, A Coruña) para ampliar el negocio energético, "cuando lleva años cortando actividad en las fábricas de ferroaleaciones", explica el comité en un comunicado.
El órgano de representación de los empleados denuncia que la dirección de la empresa ha incumplido las condiciones esenciales de las concesiones, desde la compraventa entre FerroAtlántica y TPG-Ithaka, en 2019. Así, asegura que ha ido "reduciendo progresivamente la producción en las fábricas y destruyendo puestos de trabajo", explica el comité. "XEAL ya se beneficia de concesiones públicas para la generación de energía hidroeléctrica que están vinculadas a la producción de ferroaleaciones en las fábricas de Cee", añade.
Este nuevo choque entre los trabajadores y la empresa se produce poco después de la acusación del comité de que XEAL había parado el único horno que producía en la fábrica de Cee. "El 5 de marzo, la XEAL volvió a parar el horno 14, que era el único que mantenía en funcionamiento en la fábrica de Cee, por lo que dejó de producir manganeso y ninguna actividad de ferroaleaciones en las instalaciones de Brens", aseguran.
La reunión solicitada al consejero de Economía pretende poner sobre la mesa, según el comité, que el único interés del fondo de inversión estadounidense era el negocio energético. "Entendemos que sería un grave desprecio para toda la región que la Xunta de Galicia autorice este proyecto para que la XEAL pueda ganar aún más dinero a costa de producir electricidad", relata.
Los trabadores denuncian que la riqueza que genera la explotación de los recursos naturales de Galicia solo está sirviendo para llenar los bolsillos de accionistas y especuladores, mientras dejan morir las fábricas y destruyen puestos de trabajo.