A pesar de haber llegado al final de la temporada de alquiler estudiantil, Santiago de Compostela sigue sufriendo una continuada subida de precios, llegando a alcanzar el máximo histórico este pasado mes septiembre. Desde agosto, los alquileres han pasado de un coste de 7,7 euros el metro cuadrado al 7,9 este mes, lo que representa una variación mensual del 1,6% y un incremento del 8,9% desde el año pasado.

De acuerdo con los últimos datos del informe del sector de Idealista, Santiago se vuelve a posicionar como una zona tensionada en cuanto a los precios del alquiler, lo que obliga al ya conocido éxodo a núcleos urbanos vecinos como Ames. Allí, el precio cae en el mes de septiembre, al 5,8 euros de metros cuadrados en los arrendamientos de la localidad.

La Rúa das Hedras, en Milladoiro.

El distrito que continúa con un incremento de los precios, es el del Ensanche compostelano. Una de las zonas más populares, tanto para estudiantes como para las familias que elijan vivir en el centro. Este distrito es también uno de los más caros para adquirir una vivienda, y este 2022 ha batido su máximo histórico de coste, con un metro cuadrado de 8,2 euros. Aunque desde el pasado trimestre ha bajado ligeramente el valor de los pisos, todavía sigue siendo hasta un 9% más caro que en 2021 alquilar en este distrito.

Conxo y Fontiñas también continúan experimentando una subida sin parón, alcanzando de nuevo los máximos históricos en el precio del metro cuadrado durante del mes de septiembre. Desde el año pasado los barrios se han vuelto increíblemente populares, con el coste de la vivienda subiendo un 18,6% y un 14,3% respectivamente. El desplazamiento hacia estos distritos informa también de la falta de oferta en el centro de la ciudad y la necesidad de aumentar las distancias entre el hogar, el trabajo y los locales de ocio para poder permitirse precios asequibles.

El Casco Histórico y el Castiñeiriño son los únicos barrios en los que los precios del alquiler bajan en el mes de septiembre, un 1,4 y un 4, 3 respectivamente. Aun así la ciudad vieja sigue siendo el espacio más caro de metro cuadrado de Santiago con unos 9 euros por metro cuadrado.

Casco histórico de Santiago de Compostela.

Es en este distrito donde las viviendas de uso turístico se acumulan. Las acciones del Ayuntamiento de Santiago en contra de este modelo de hospedaje, afectando más de 600 inmuebles, no parecen haber tenido un efecto directo en el mercado de alquiler. De acuerdo con el último barómetro de Agalin, la asociación gallega de inmobiliarias, el pasado trimestre el 71,4 % de los agentes inmobiliarios encuestados declararon que "no habían notado nada" en la oferta compostelana a raíz de la prohibición de los pisos turísticos. De los que sí habían recibido notificaciones de propietarios, el 28,6% declararon que sólo aumentó su oferta entre 1 y 10 pisos. La pregunta ante este impacto tan leve es si estas viviendas están quedando vacías, si continúan ocupadas por turistas o si los propietarios están viviendo en ellas de nuevo.

El problema del acceso a la vivienda en la capital gallega se está estableciendo paulatinamente como uno de los conflictos más difíciles de resolver en la ciudad. Cada vez son más los informes señalando que muchos de los pisos de estudiantes no están en condiciones de alquilar. El último de ellos, del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Galicia, señala que " el colectivo de estudiantes goza de los mismos derechos que cualquier arrendatario y que los pisos que se pongan en alquiler para ellos han de ser adecuados, especialmente si el precio es elevado, como ocurre con frecuencia". El informe detalla pisos con graves desperfectos y "humedades insalubres" , algo que año tras año los universitarios denuncian y que se ven obligados no solo a aceptar sino a pagar aún más que en años anteriores.

Las humedades son un problema que persiste en muchos pisos de estudiantes.