Enrique Sáez, el economista coruñés que defiende la desaparición del dinero en metálico
El exdirectivo del Banco Pastor opina que el efectivo atrae a la delincuencia económica y a la economía sumergida: "ETA no hubiera existido si no hubiese billetes". Defiende que la eliminación del dinero en efectivo haría crecer la economía de España
16 diciembre, 2021 06:00¿Tiene que desaparecer el dinero en metálico? La pandemia ha acelerado el adiós al efectivo, fomentado un mayor uso de la tarjeta. Este cambio de hábito se puede comprobar en cualquier comercio, donde ahora el TPV es una herramienta indispensable tanto para el vendedor como para el cliente. Precisamente, este nuevo contexto trae a debate una cuestión que ahora sería más posible que nunca: la eliminación de los billetes.
Enrique Sáez (A Coruña, 1947) es conocido por muchos por haber sido director general del Banco Pastor hasta 2003 y directivo de Torres & Sáez, la empresa familia. A través de su último libro, La energía oscura del dinero 2.1, este economista coruñés busca generar debate en la sociedad sobre los intereses que hay detrás para que se siga incentivando el uso del efectivo cuando, por primera en la historia, se podría eliminar gracias a las Nuevas Tecnologías.
Sin embargo, según indica Sáez, a los grandes poderes no les interesa eliminar los billetes pese que el efectivo "es el sistema más caro de pago". Entonces, ¿por qué no eliminarlo?
Saéz señala que el dinero en efectivo únicamente conduce a la delincuencia económica y promueve la economía sumergida. El autor establece un paralelismo entre el mundo criminal y el dinero en efectivo, llegando a afirmar que "ETA no hubiera existido si no hubiese billetes".
Presentación hoy jueves a las 19:30 en la ONCE de A Coruña
El dinero alimenta a una energía oscura, tal y como explica Enrique Saéz en su libro La energía oscura del dinero 2.1, que presentará este jueves a las 19:30 horas en el salón de actos de la ONCE en A Coruña. Antes de su presentación, Sáez ha concedido una entrevista a Quincemil, en la que ya avanza las principales líneas a tratar en esta obra publicada.
Este debate abierto ahora por este economista coruñés se hará realidad en países como Dinamarca, donde el papel moneda ya tiene fecha de caducidad: el año 2030.
¿Qué futuro tiene el papel moneda?
El futuro del papel moneda depende mucho de que se siga emitiendo. Hoy tenemos medios para que el dinero sea trazable, y es la primera vez que ocurre desde que lo inventamos. El dinero es el invento social más importante. El hacerlo trazable supone eliminar la mayor parte de la delincuencia con bases económica o transaccional y también de la economía sumergida. Para mí, el futuro de los billetes va a depender mucho de la voluntad política y de la presión de los ciudadanos.
La pandemia ha fomentado el uso de las tarjetas y ha relegado el dinero en efectivo. ¿Crees que el Covid ha acelerado la futura desaparición del papel moneda?
El Covid ha hecho una caricatura del proceso, por eso es importante este libro ahora. El año pasado se desplomaron las retiradas de efectivos en cajeros, cayendo más de un 30%. No obstante si uno ve el balance del Banco Central Europeo (BCE), el valor de los euros emitidos aumentó un 11% concentrado en los billetes más altos, y este año el crecimiento fue del 8% con respecto al año pasado. Y es que el efectivo cada vez se utiliza menos en la economía legal pero cada vez es mayor en la economía ilegal, incluida la corrupción política.
Hablamos del fin del papel moneda, pero sin embargo el volumen de billetes sigue en aumento. ¿No resulta un tanto contradictorio?
De ahí el título del libro, La energía oscura del dinero. Cuando yo empecé a estudiar esto, hace ya mucho años, y trabajando en el Banco Pastor, me empecé a preguntar el porqué: había tecnología para sustituirlo (el efectivo) y no se optaba por ello, sino que cada vez se emitía más. Mi planteamiento es que existe una masa oscura que tiene mucho poder. El tráfico de armas, de personas funciona porque hay billetes, por no hablar de drogas…
Entonces… Sin efectivo descendería la delincuencia económica.
Hacer previsiones siempre es difícil, pero yo sí creo que se desplomaría. Se reduciría a casi nada, porque si no tienen medio de pago no pueden hacer nada. Yo me paré a pensar en que ETA no habría existido sin efectivo. Hay dos frases de una carta de extorsión que cito en el libro y que dice: "Por razones de seguridad, le rogaríamos que hiciese su aportación en billetes". El hecho de que siga aumentando el volumen de billetes indica que la economía ilegal está corriendo a toda velocidad. Los billetes son el mejor índice de la sanidad de la economía legal y del volumen e importancia de la ilegal.
¿Cuáles serán las consecuencias de las desaparición del papel moneda?
El Estado recaudaría más, gastaría menos, se descongestionarían los juzgados porque en España la mayor parte de la delincuencia es económica. Los delitos contra la propiedad también disminuirían porque todo se hace con la intención de obtener efectivo.
¿Y cuáles serían las dificultades?
Se propone un plan a largo plazo en el que haya un comité de expertos que asesoren sobre cómo pueden afectar a determinados sectores de la población (los mayores y los más desfavorecidos). Precisamente, para estos colectivos, se proponen medidas como el uso de la tarjeta de la Seguridad Social como método de pago. El Estado crearía una especie de banco asociado a la Seguridad Social en el que ingresa la pensión o la ayuda social.
El otro riesgo es la confidencialidad, aunque hay que pensar que los pequeños pagos no aportan mucha información y, además, hay sistemas técnicos para que se conozcan los datos. Así, las tarjetas prepago o lo monederos móviles. Eso sería trazable si hubiese normas judiciales que impidieran el acceso a datos de este tipo sin una orden judicial.
Además, hay otras dificultades añadidas que habría que prever, como por ejemplo el hecho de tener batería por si no hubiese corriente o también uno tendría que tener un monedero para poder pagar aunque no hubiese conexión. Habría que analizar bien la transición.