Animales salvajes en forma de figuras, peluches, puzles o incluso juegos de mesa, acompañados de dinosaurios prehistóricos o juguetes relacionados con órganos o virus. Estos son los principales productos que ocupan las estanterías de La Extinción, un pequeño establecimiento que abrió sus puertas a finales de octubre y que invita a mayores y pequeños a jugar con la ciencia.

Su responsable es Ernesto Carmena, alguien experto en la materia ya que estudió ciencias biológicas hace años y desde pequeño era una apasionado de todo tipo de animales. El nombre se debe a que le pareció adecuado para el tipo de tienda que iba a abrir y también por su intención de concienciar al público "de la extinción progresiva de especies que está teniendo lugar en la actualidad".

La Extinción no es una tienda de juguetes tradicional, sino que la temática principal es la vida salvaje, la biología, la astronomía y las ciencias en general.

Ciclos de la vida y fósiles vivientes

Entre la amplia oferta de La Extinción, los apasionados de la fauna pueden llevarse a casa figuras de animales marinos, salvajes o prehistóricos, además de tubos temáticos con figuras más pequeñas y una temática compartida, como por ejemplo animales venenosos o delfines. La intención es investigar acerca de las especies de cada tubo y ampliar conocimientos con libros o a través de internet. Uno de los packs más didácticos es el correspondiente a los ciclos de la vida, donde diferentes figuras representan las fases de crecimiento por las que pasan las hormigas, ranas o mariquitas, entre otros.

Los tatuajes de animales o cartas también están a la venta junto a figuras de árboles como el baobab que son fósiles vivientes o garras de dinosaurio. Este último juguete "es de lo más vendido", según el responsable de la tienda, que asegura que "el niño que se las ponga es súper poderoso". Otro juego interesante es el de excavación, en los que los niños van rascando figuras de yeso y encuentran fósiles o tortugas, aparte de peluches temáticos de dinosaurios y astronómicos (el Sol, la Luna, la Tierra…) llegados directamente desde Inglaterra o prismáticos con luces y brújula para que "los ni´ños exploren cuando les dejen", opina Carmena.

Un triunfo seguro tanto entre estudiantes de medicina como para niños amantes de la ciencia, son los peluches de microbios y órganos, entre los que destacan el coronavirus o su vacuna e incluso el virus del ébola y diversas bacterias. Los libros también forman parte de la oferta de la Extinción y destacan algunos originales sobre la evolución de las especies, un cómic de Darwin o sobre Mary Anning, considerada como la primera paleontóloga de la historia.

Juguetes didácticos y exposiciones

"Los niños se quedan mirando el escaparate y se emocionan y gritan", reconoce con humor el responsable de la tienda, que indica a su vez que muchos de los productos que vende "son didácticos y se utilizan para las clases en diferentes colegios". "Todos los niños tienen siempre una etapa en la que le gustan los animales, entre los 3 y 7 años dependiendo del menor. Se aprenden de memoria las especies y empiezan a leer sobre ello y completan conocimientos con Youtube y otras plataformas", sostiene.

Aunque apenas lleva unas semanas detrás del mostrador, Carmena valora en un futuro cercano la posibilidad de hacer exposiciones de figuras en la tienda. A propósito de ello, reconoce que tiene una colección propia de más de un centenar de dinosaurios y rememora que desde niño "ya sabía todo acerca de Parque Jurásico". La intención de esta iniciativa es completar la formación que ofrecen los cuatro museos científicos de la ciudad.

Asimismo, para que toda la gente de su generación pueda volver a su infancia con los productos que vende en la tienda, está disponible una "vintage bag" para gente de entre 40 y 50 años que contiene "auténticos bichos de goma de los 70 y 80" que estaban almacenados en tiendas. "Invita a la nostalgia, hueles el material y te recuerda a la infancia", expresa el coruñés.