La demolición del viaducto sobre As Pías (Ferrol) comienza con malestar vecinal

Este jueves ha dado comienzo la demolición de los restos del viaducto del Marqués de Santa Cruz en Ferrol, en el contexto de las obras de reurbanización que está ejecutando el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en la avenida de As Pías.

En virtud de este avance, se ha desviado el paso de los peatones habilitado entre las calles A y Lepanto a las calles B y Lepanto para unir Caranza con las viviendas de Bazán. Además, desde mañana, viernes, el trayecto a pie entre Caranza y O Bertón deberá hacerse a travesando el paso subterráneo de Juan de Austria, en lugar de cruzar el puente.

Estas novedades fueron trasladadas por responsables de la obra al concejal de Urbanismo e Infraestruturas de Ferrol, Julián Reina, en el transcurso de una reunión celebrada en el día de ayer en la que también le trasladaron que se reabrirá al tráfico rodado y a peatones la calle Nova de Caranza, aunque con restricciones, ya que solo se podrá pasar a pie por uno de los márgenes.

Quejas vecinales

Tras conocer estos cambios, la asociación de vecinos de Caranza, ha remitido al alcalde, Ángel Mato, un escrito en el que su presidenta, Pilar Rodríguez, muestra el malestar de la entidad ante la falta de información sobre las obras que se están desarrollando y que "empezaron mal y transcurren peor". En el documento, Rodríguez afirma que se han enterado con un solo día de antelación de la imposibilidad de cruzar al otro lado de la avenida de As Pías por el Scalestri que une dicho barrio con O Bertón, lo que "afecta directamente a nuestra vida cotidiana".

Además, critican la elección de las opciones ofrecidas a este cierre: el paso subterráneo y la pasarela metálica. "El túnel que la empresa denomina paso inferior no es el más adecuado como alternativa, se inunda todos los días aunque no llueva porque le influye la subida de la marea". Además, "no está suficientemente iluminado, el diseño de la entrada y salida impiden ver si hay alguien dentro", asegura la entidad vecinal, lo que hacía que evitasen transcurrir por él "por seguridad ciudadana". En cuanto a la pasarela, aseguran que está muy deteriorada y que presenta una pendiente que dificulta que sea empleada por personas de avanzada edad. "De hecho, hace años que dicen desde el Concello que habría que retirarla", apostilla el escrito.

Por ello, solicitan alternativas seguras para los peatones con carácter urgente y que se les tenga en cuenta en la toma de decisiones para minimizar las consecuencias de las obras.