Inteligencia artificial y la estupidez natural
¿Está justificada la solicitud granadina de impugnar la elección de A Coruña como sede de la AESIA? ¿Cuáles son sus argumentos? ¿A quién beneficia?
La asignación de la sede de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia) se ha convertido en el último “Operación Triunfo”, “Lluvia de Estrellas” o “Benidorm Fest”… en definitiva, otro “Talent Show” en el que diversas comunidades compiten, en este caso, por poner un pie en el mapa internacional de la Inteligencia Artificial, una tecnología en la que Europa confía su futuro estratégico. España, que últimamente está muy espabilada, se convertirá así en el primer país de la UE con una Agencia específica para el desarrollo en esta área adelantándose, de este modo, a la entrada en vigor del futuro Reglamento europeo de IA, que establece la obligatoriedad de que los Estados miembros cuenten con una autoridad supervisora en esta materia.
Repasemos brevemente el discurrir de acontecimientos a través de los 3 hitos temporales más significativos:
- 5 de octubre de 2022, el Consejo de Ministros publica en el BOE las condiciones para la determinación de la sede de la futura Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial así como el periodo de presentación de candidaturas y la Comisión Consultiva encargada de su análisis y determinación. La publicación desglosa los criterios de selección, básicamente organizados en 4 apartados: la contribución a la cohesión territorial, el entorno socio-económico, el inmueble propuesto y, por supuesto, el nivel académico y empresarial en el ámbito de la inteligencia artificial.
- 7 de noviembre de 2022, finalizado el plazo de solicitud, se presentan 16 candidaturas entre las que 3 destacan como claras favoritas: Granada, Alicante y A Coruña.
- 5 de diciembre de 2022, el Consejo de Ministros hace pública la selección de A Coruña como sede física de la Agencia estallando el júbilo en la ciudad y de forma proporcional la decepción en Granada que desencadena, además de duras críticas públicas, una cascada de 3 acciones judiciales contra la decisión del Gobierno por parte del Ayuntamiento de Granada, la Asociación “Juntos por Granada” y la Universidad de Granada respectivamente.
El BOE (tras alabar a todas las candidaturas recibidas) justifica la elección de A Coruña sobre 2 aspectos fundamentales y diferenciales: Por un lado, nuestra situación geográfica permitirá el establecimiento de puentes colaborativos con el Norte de Portugal, conformándose un ecosistema transfronterizo de gran valor. Adicionalmente, el espacio físico ofertado por el Ayuntamiento (La Terraza del edificio modernista anexo al Kiosko Alfonso) quintuplica las necesidades mínimas de la Agencia y supera a todas las opciones del resto de candidatos.
Entonces, ¿Cuáles son los principales argumentos de Granada para solicitar la impugnación de la resolución?
El primer ataque, un clásico demasiado frecuente en nuestro país, más que una evidencia fue una acusación: “motivos políticos” argumentaba la coalición municipal de Unidas Podemos, dejando ver entre líneas que el origen gallego de varias Ministras del Gobierno central podría tener algo que ver con la decisión.
A nivel más técnico, desde Granada se argumentan principalmente 3 motivos para solicitar el recurso contra la designación de A Coruña:
- La excelencia investigadora. Innegablemente, el nivel académico actual de la Universidad de Granada (UGR) en Inteligencia Artificial es superior al nuestro. Según el ranking Best Global Universities la UGR es, de hecho, la primera universidad española en el terreno de la inteligencia artificial, la tercera a nivel europeo y está en el top 100 a nivel mundial. Incuestionable. La Universidade de A Coruña por su parte, pese a tener figuras relevantes en esta área de conocimiento como la catedrática de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial Amparo Alonso, tiene un enfoque académico más global y amplio, pero tal vez, ese factor pueda ser precisamente crítico y contribuir a que una tecnología tan transversal como la IA pueda realmente difundirse de forma ágil a otras disciplinas como la biomedicina, la organización industrial o la sostenibilidad medioambiental.
- El tejido empresarial asociado. Granada la tiene más grande. El número de apoyos de entidades privadas a la candidatura granadina sumaba 260 empresas, algunas tan relevantes como Google que cuenta, junto con Indra, con un nodo especializado en IA en la provincia. Por parte de A Coruña, la candidatura contaba con 92 apoyos empresariales, en su gran mayoría startups y pymes, aunque bien es cierto que la gran mayoría son empresas de capital nacional y que son las compañías de este tipo las más dinámicas y activas en el desarrollo de soluciones tecnológicas innovadoras que después implementan las grandes empresas. Hay que añadir además el potente efecto dinamizador de iniciativas como la Ciudad de las TIC o los 2 Hubs de Innovación Digital (DATAlife y DIHGIGAL) de nuestra comunidad autónoma, por no mencionar la central corporativa del grupo empresarial más importante del país, INDITEX.
- La transparencia y objetividad del proceso. Aquí, siendo honestos, no puedo más que dar la razón a nuestros vecinos granadinos, viendo que la resolución publicada por el gobierno no incluye las puntuaciones comparativas para cada uno de los criterios de cada uno de los candidatos y tan sólo argumentaciones cualitativas y, por tanto, cuestionables sobre su efecto contributivo. Es evidente que la transparencia en los procesos administrativos tiene que ser siempre máxima, te lo digo yo que he estado también en ese lado para evitar no sólo la mala praxis como las suspicacias. Sin embargo, en relación a este punto, el 6 de Enero fue publicado en medios andaluces un informe de especialistas independientes liderados por el granadino Eduardo Pérez Fernández y en el que trataban de esclarecer las valoraciones de las 3 candidaturas señaladas como “excelentes”. Dicho informe concluía textualmente que “el resultado de nuestra valoración cuantitativa asigna la puntuación más alta a la candidatura de A Coruña con 83,6 puntos, situando en segundo lugar a Alicante con 83,5 puntos y, en tercer lugar, a Granada con 79 puntos”. Curiosamente, paralelo a ese estudio, hay otro justificando la ordenación contraria… y es que ya se sabe, ni la lluvia cae ni el jurado demoscópico vota “a gusto de todos”.
Dicho todo lo anterior, que no es poco, el Tribunal Supremo ya ha admitido a los recursos interpuestos contra la elección y ha requerido al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática que remita en un plazo improrrogable de 20 días el expediente administrativo completo, con lo que todos podremos acceder al detalle de las valoraciones de la Comisión Consultiva y asegurar que el proceso ha sido transparente para todos y en todos sus pasos.
Para mí, polémicas aparte, lo realmente importante es que hay problemas que sólo se pueden ganar con visión de conjunto en la que no existan partidos ni barreras, ni políticas ni geográficas, que son en realidad las 2 cosas que nos separan en este caso a gallegos y andaluces. Tenemos muchas cosas que nos deberían unir para aprovechar esta oportunidad, pero sobre todo deberíamos de tener un objetivo común, colaborar para que, independientemente de su sede física, las soluciones sociales e industriales que abre el desarrollo de la Inteligencia Artificial se difundan de modo ágil y efectivo; entre todos y para todos.
La competitividad es un rasgo innato a la naturaleza humana, no tengo dudas. Da lo mismo que se trate de un partido de fútbol, Eurovisión o la pirámide alimentaria, siempre queremos ganar, pero “ganar siempre” como modo de supervivencia es uno de los mayores símbolos de la estupidez naturalmente humana, porque lo que nos ha llevado a permanecer a lo largo de los años vivitos y coleando como especie y sociedad en esta serie de catastróficas desdichas a la que Darwin llamaba “evolución” ha sido justamente lo contrario, nuestra capacidad de colaborar. Tomen nota desde Granada hasta A Coruña.