Así es la nueva Unidad de Atención Temprana del Clínico de Santiago
La Fundación Andrea ha renovado por completo la unidad de atención temprana del CHUS, que se ha convertido en un luminoso invernadero de mariposas que se mueven con las corrientes de aire.
21 abril, 2021 14:24El Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) cuenta desde la semana pasada con una Unidad de Atención Temprana totalmente renovada gracias a la Fundación Andrea, responsable de la “dulcificación” de espacios de este tipo en todo el sistema hospitalario gallego.
Así, aprovechando la propia luminosidad del espacio, la unidad se ha convertido en un invernadero coronado por mariposas que se mueven con las corrientes de aire procedentes del exterior.
“Nuestra intención es que los peques que vienen a la unidad encuentren un entorno más mágico que les ayude a recibir sus terapias”, aseguró durante la inauguración de la unidad la presidenta de la Fundación Andrea, Charo Barca.
Al mismo tiempo, toda la sala principal ha sido renovada, con pintura en colores vivos y la instalación de biombos móviles en forma de casitas de colores que permiten adaptar el espacio para diferentes usos.
La estética también se ha trasladado a las zonas de terapia, donde las mariposas están presentes junto a paredes pintas de azul claro, simulando un cielo con nubes, y a las zonas comunes para niños y padres, con mobiliario y pintura totalmente renovados.
En la inauguración de la renovada unidad de atención temprana también estuvo presente la gerente del área sanitaria de Santiago, Eloína Núñez, quien destacó que, sin "la gran colaboración" de la fundación, les sería "imposible" adaptar los espacios del mismo modo.
La Fundación
La Fundación Andrea lleva años dedicada al apoyo desinteresado a familias con escasos recursos económicos que tienen que cuidar a hijos con enfermedades de larga duración, crónicas o terminales.
El propio nombre de la fundación es un homenaje al recuerdo de Andrea, una niña que nació el 3 de abril del año 1995 con una una parálisis cerebral tetrapléjico-espástica y falleció "tras ocho años y veinte días de dura pelea".
"A lo largo de su corta existencia, Andrea supo darnos lecciones de vida imborrables; la más importante de todas fue, sin ninguna duda, la de enseñarnos a amar y a dar sin esperar nada a cambio", explican desde la fundación.
Además de esta labor de acompañamiento a las familias, la Fundación Andrea ha "dulcificado" más de 80 espacios pediátricos en el sistema hospitalario gallego.