Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela ha advertido esta mañana sobre el aumento en población vulnerable en la capital gallega. En la memoria de 2022 presentada esta mañana en rueda de prensa la entidad católica ha alertado también de la aparición de "camas caliente" y "pisos patera" en la diócesis.

En el acto presidido por el arzobispo emérito Julián Barro y el director Anuncio Mouriño se ha dado cuenta de los actos desarrollados durante el año 2022. En el año pasado la entidad ha ayudado a unas 47.323 personas y terminó con un resultado económico positivo de 223.366 euros.

En la presentación, Mouriño destacó que los extranjeros asistidos por la organización superan en número a los españoles. En concreto, los no nacionales suponen ya el 51,19% de los atendidos. Estos, al no tener en su mayoría la documentación necesaria, se ven obligados a recurrir a soluciones habitacionales más precarias, como pueden ser las "camas calientes", habitaciones alquiladas por horas, o los "pisos patera", una vivienda en la que una organización o individuo explota las habitaciones de manera irregular.

En el informe también se destaca que las mujeres son la mayoría de las asistidas, representando al 56,56%. Por lo general la población que llega a Cáritas tienen edades comprendidas entre los 36 y 65 años.

"Al final, cuando la administración pública no los puede asistir, queda Cáritas para dar respuestas", ha dicho Mouriño. El director de la entidad en la diócesis también ha recordado que ellos cuentan con 15 pisos en la diócesis de Santiago para ofrecer a personas vulnerables.

Por su parte Julián Barrio en su intervención ha querido destacar que "el último ejercicio que ha sido muy difícil a todos los niveles". "Estos datos son un fiel reflejo del acompañamiento y la ayuda llevada a cabo con las personas más vulnerables", declaró.

En un año marcado por el fin de la crisis sanitarias, el estallido de la guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas, la entidad católica tuvo que llevar a cabo un reajuste de gasto, llegando este a los 7,7 millones de euros durante el 2022. Con todo, el aumento en ingresos les ha permitido quedar con un superávit de más de 200.000 euros.

En relación a la asistencia prestada a los refugiados de la guerra de Ucrania, el director diocesano recordó que hay 42 personas albergadas en el centro europeo de peregrinación Juan Pablo II en el Monte do Gozo. "Lo que era un centro de peregrinos, hoy esta ocupado por 42 personas, de las cuales cuatro son mayores y el resto mujeres con niños pequeños, a los que hemos escolarizado", ha enfatizado.