La flota de autobuses de Santiago de Compostela continuará con su precaria situación como mínimo un año más. Los recursos judiciales, junto con los incrementos en salarios de los trabajadores salidos de una nueva negociación del convenio de transporte de pasajeros, han obligado al Ayuntamiento de Santiago a volver a rehacer los pliegos y reiniciar por tanto el proceso de adjudicación del contrato del servicio.

La decisión ha sido anunciada hoy por la alcaldesa Goretti Sanmartín y el concejal de Movildiad, Xan Duro. La regidora de la capital gallega ha lamentado este giro de los acontecimientos, señalando que la asesoría jurídica del Ayuntamiento dictaminó que el incremento de un 12% en las retribuciones de los trabajadores obligaba a rehacer de nuevo estudio económico. El equipo de gobierno, después de que los juzgados aceptasen parcialmente los recursos, buscaba hacer una "modificación non sustancial" que acabó por ser imposible. "A nosa pretensión era salvar o contrato tal como estaba", explicó la alcaldesa. "Infelizmente, temos que anunciar que estamos traballando nun novo procedemento de licitación".

"A vontade é que esta sexa unha prioridade máxima, por tanto ímonos poñer a traballar de maneira intensa dende xa neste momento", indicó Sanmartín. La nueva redacción de los pliegos, a pesar de ser una mala noticia, se presenta también como una "oportunidade" para recoger algunas de las demandas vecinales, como puede ser la creación de una línea de bus nocturno o el aumento de frecuencias en ciertas líneas.

El contrato había salido a licitación en las últimas horas del gobierno socialista encabezado por Xosé Sánchez Bugallo, apenas un mes antes de las elecciones, después de un mandato entero de elaboración que encontró con modificaciones constantes por la pandemia y cambios en la legislación, entre otros. Con un coste aproximado de 86 millones de euros no tardó en encontrarse con problemas en el proceso de licitación, entre otros, recursos de empresas y la oposición de los trabajadores.

Nuevos autobuses

Ante este nuevo retraso para la renovación completa de los 58 vehículos de la flota compostelana, la alcadesa ha anunciado que se incluirán unos 12 autobuses nuevos en régimen de alquiler. "Queremos que a partir do comezo do curso despois do periodo vacacional poidamos ter autobuses que cumpran coas necesidades que poida ter o conxunto da veciñanza", explicó Sanmartín.

Estos nuevos vehículos se unen a los ya puestos en marcha a principios de 2023. La decisión llega a raíz de informe pericial de la empresa adjudicataria que pedía originalmente la sustitución de 15 buses de la flota, muy envejecida y que acumula retrasos e incidencias constantes. Precisamente, hace apenas una semana el Partido Popular de Santiago denunciaba que en el 2023 ya se habían producido unas 232 averías en el transporte público compostelano.

En su intervención Xan Duro confesó que "non era unha decisión que quixeramos tomar". Con todo, añadió, ante este nuevo proceso, sí buscan enmendar algunos errores que criticaron con el anterior gobierno, como fue la falta de transparencia o la escasa participación de los agentes sociales. "A veciñanza ten que implicarse neste proceso", señaló. El contrato supone una concesión del servicio por unos 10 años y supone una importante inversión municipal.

El PP califica como "la peor noticia" la relicitación

Tras la rueda de prensa el concejal popular Adrián Villa calificó esta como "la peor noticia de este mes de agosto para Santiago", ya que la ciudad no tendrá un nuevo contrato de transporte público "hasta 2025".

Ha también cuestionado a Sanmartín sobre si "está satisfecha de haber dado las competencias de transporte a Compostela Aberta", un partido que "en 2016 convirtió el contrato del transporte urbano en un mal endémico".

En la apertura del curso académico, añadió el edil, la ciudad seguirá "pagando las consecuencias" de esta gestión con un transporte "totalmente indigno" para Santiago