Sede de la Audiencia de A Coruña, en Santiago de Compostela.
Ocho años de cárcel por cometer un delito contra la libertad sexual a su hija de 16 años, en Santiago
- El acusado deberá indemnizar a su hija con 35.000 euros y no podrá comunicarse con ella ni acercarse a menos de 200 metros del lugar donde se halle durante 15 años
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La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela, ha condenado a ocho años de cárcel a un padre por cometer un delito contra la libertad sexual sobre su hija de 16 años.
El tribunal lo ha inhabilitado para ejercer cualquier profesión que conlleve contacto regular y directo con menores de edad durante 12 años. Además, le ha impuesto la prohibición de comunicarse y de aproximarse a menos de 200 metros del lugar donde se halle la víctima durante 15 años, así como libertad vigilada durante seis años. El acusado deberá indemnizar a su hija con 35.000 euros.
Según recoge la sentencia, la Sala considera probado que el procesado, cuando la menor tenía 16 años y llevaba solo unos días residiendo en su domicilio -antes vivía con su madre, de la cual el acusado estaba separado-, le dijo que se tomara la medicación que tenía pautada.
Tras quedarse dormida, según consta en la resolución, su padre, "para satisfacer sus instintos libidinosos, comenzó a tocarla por debajo del pijama, metiendo su mano bajo las bragas de la menor y tocándola por la zona exterior de sus órganos genitales, llegando a introducirle dos dedos en la vagina". A pesar de que la menor se despertó y, "paralizada por la sorpresa", le pedía que parase, el condenado no lo hizo, según indican los jueces en el fallo, en el que explican que, finalmente, la víctima consiguió salir de la cama y de la habitación, refugiándose en el cuarto de baño.
El procesado, por su parte, abandonó el domicilio para dirigirse a su puesto de trabajo. Como consecuencia de estos hechos, la menor presentó síntomas compatibles con un trastorno por estrés postraumático.
Según determina la Sala, la declaración de la afectada "resultó totalmente creíble", pues afirma que es "persistente, firme, detallada, creíble, cuenta con una sólida corroboración objetiva de datos periféricos y está avalada por las declaraciones de las psicólogas, que apreciaron patologías psicológicas coherentes y compatibles con lo narrado". La sentencia no es firme, pues cabe presentar recurso ante el TSXG.
