Miriam, consultora gallega que cambió la oficina por el campo: "Vivía para trabajar"
Monfero (A Coruña) se ha convertido en un refugio y modo de vida, para esta emprendedora, tras abandonar la frenética vida en la capital
24 octubre, 2021 06:00Miriam Díez tiene tan solo treinta años pero, el pasado 2020, decidió darle un giro radical a su vida y cambiar la consultoría bancaria, los trajes y la oficina por el campo, los trabajos manuales y la paz que le transmite Monfero (A Coruña). Esta gallega trabajaba y vivía en Madrid y justo antes del estallido de la pandemia, la necesidad de vivir cerca de su madre y su abuela le hizo tomar la decisión de meterse en una hipoteca y adquirir el recinto de turismo rural ‘Casas do Campo’, que ha convertido en todo un modo de vida.
En enero de 2020, su "saturación de todo lo que es Madrid, de trabajar 16 horas" llevó a Miriam a comenzar a mirar opciones para volver a su Galicia natal. En Monfero (A Coruña) se encontró con el espacio que hoy alberga sus casitas turísticas, ‘Casas do Campo’, y tras un proceso de renovación y restauración del complejo se lanzó a la aventura de emprender en un espacio en el que "encuentra paz".
"Pienso qué he hecho en la vida…solo trabajar, no disfrutar de la vida y no".
Miriam Díez, emprendedora en el rural.
Un cambio de vida del que no se arrepiente porque, señala, la pandemia te hace reflexionar y pensaba "si me muero ahora mismo y miro hacia atrás, pienso qué he hecho en la vida….solo trabajar, no disfrutar de la vida y no".
Aunque Miriam confiesa que no todo el mundo entiende su decisión porque estaba en una "buena posición", considera que es un error asociar el tener una titulación universitaria a un determinado estatus social y que si no se tiene es como de "menos prestigio" y reflexiona esta gallega que "faltan trabajos de verdad, de los de antes".
Un retiro espiritual muy especial
Miriam ha tenido que aprender, de modo autodidacta y con ayuda de vecinos, un "montón de trabajos" como jardinería, mantenimiento, etc. y, en junio de 2020, puso en marcha su proyecto de turismo rural que cuenta con un total de cuatro casitas totalmente equipadas y una ‘palleira’ comunitaria en la que un perfil de turismo familiar puede desconectar de ese mundanal ruido del que ella misma decidió huir.
Miriam vive en una casa centenaria, aledaña al complejo, que ha decidido restaurar y en la que se planteó la posibilidad de compartir su vida tranquila y apartada con personas que deseasen pasar una larga temporada de desconexión. Así, se lanzó a iniciar esta especie de ‘coliving’ en la que, actualmente, convive con dos mujeres de perfiles muy dispares.
Una valenciana y una mexicana han optado por vivir esta suerte de retiro espiritual, junto a Miriam que no esperaba esta buena respuesta. Una de ellas, programadora informática, ha optado por teletrabajar desde Monfero durante un mes, huyendo del estrés de Barcelona.
Cuenta Miriam, entre risas, que esta huésped mexicana no ha tenido problemas de adaptación y se relaja haciendo yoga, bajando al jardín o disfrutando de una Galicia que le ha cautivado. "Se está planteando buscar trabajo aquí", explica la propietaria de ‘Casas do Campo’ que destaca que se quedó alucinada porque su actual compañera, a través de series como ‘Fariña o ‘El desorden que dejas’, se enamoró de esta zona y controla de todo, "hasta en la música de aquí está más puesta que yo".
Esta comunidad tan especial, enorgullece a una Miriam que ha convertido este recóndito paraje de Fragas do Eume en un crisol de culturas y en un hogar "lleno de vida" en el que, según cuenta, las mascotas son unos huéspedes más.
Casitas ‘pet friendly’ y atractivo familiar
Miriam explica que su experiencia personal le hizo ver que era necesario ampliar la oferta ‘pet friendly’, a nivel hospedaje y, por ello, en sus casitas las mascotas siempre tienen "una chuche" de bienvenida y por su estancia no se cobra ningún tipo de suplemento.
Son muchos los turistas que optan por ‘Casas do Campo’, precisamente, por este servicio porque, con unas normas de convivencia básicas, hace posible disfrutar de esta experiencia en compañía de sus mascotas.
La celebración de eventos como bodas o reuniones familiares, alquilando el complejo de manera integral son algunas de las opciones que están teniendo más tirón en ‘Casas do Campo’.
"Pedí la licencia de eventos cuando inicié el negocio", explica Miriam que destaca que le sorprendió la elevada demanda para este tipo de celebraciones.
"Hace dos fines de semana vino una familia catalana a celebrar las bodas de oro de los abuelos", cuenta Miriam que cuenta que les apetecía "naturaleza y desconexión" que es, en definitiva, lo que ofrece esta anfitriona que es, además, buena conocedora de la necesidad de recargar pilas.
Actualmente, Miriam ha podido contratar a una mujer, vecina de Monfero, para que le ayude en las tareas de limpieza de las casitas. Generar empleo y ayudarse los unos a los otros, algo que Miriam ha puesto en práctica con otra de sus vecinas a la que, cuenta, ha ayudado a promocionar su huerto en redes sociales y a cambio ha recibido nociones sobre agricultura.
"Esto no es fácil, no es la Casa de la Pradera", reflexiona esta emprendedora que no se arrepiente, eso sí, de una decisión que le ha permitido respirar aire puro y encontrarse a sí misma para ayudar a futuros visitantes a poder hacer lo propio.
Miriam Díez podrá, ahora, mirar atrás y pensar en todo lo que ha levantado con sus propias manos y, sobre todo, sentirse orgullosa de haber dado el paso de "vivir para trabajar" al de "trabajar para vivir".