Molinos de Ardeleiro o da Ribeira.

Molinos de Ardeleiro o da Ribeira. Concello de Malpica

Escapadas

La ruta de A Coruña al pie de cinco molinos sobre un arroyo que se precipita al mar

La localidad de Malpica de Bergantiños alberga una pequeña ruta fluvial que avanza entre molinos rehabilitados y acantilados de naturaleza agreste que miran directamente al Atlántico

16 junio, 2024 11:36

Enmarcada en el corazón de la comarca de Bergantiños, la localidad de Malpica de Bergantiños conforma uno de los pueblos más pintorescos al norte de la Costa da Morte. Arenales, faros, acantilados e islotes configuran el paisaje de este destino de la provincia de A Coruña, el cual presume asimismo de un enorme patrimonio natural, histórico, cultural y, por supuesto, también gastronómico. De entre todos sus encantos, cabe destacar que son varias las rutas de senderismo que se extienden por el municipio y ofrecen al viajero una perspectiva muy especial del territorio gallego.

Uno de estos lugares se encuentra justo al borde del mar, junto a un arroyo en cuyos márgenes destacan varios molinos de agua que se han convertido en uno de los tesoros más preciados de Malpica. Se trata de los conocidos como Muíños de Ardeleiro y da Ribeira, un mágico conjunto etnográfico que mantiene desde hace décadas su mirada fija en el horizonte marino del océano Atlántico. 

Lo más curioso de este grupo de molinos en Malpica de Bergantiños es, sin atisbo de dudas, su ubicación privilegiada entre las laderas de unos acantilados costeros en la parroquia de San Cristóbal de Cerqueda. La realidad es que la riqueza natural y paisajística que envuelve a esta pequeña senda fluvial resulta incomparable y merece mucho la pena ser descubierta, especialmente si tenemos en cuenta el tramo final donde se forma una pequeña cascada que vierte sus aguas a la denominada ensenada dos Muíños.

Es preciso señalar también que, en la actualidad, son cinco las construcciones típicas que acompañan el curso del llamado Rego dos Muíños ou das Ondas, todas ellas rehabilitadas, y que hoy por hoy dan cuenta de la importancia que tuvieron estos molinos que aprovecharon el caudal del arroyo para hacer funcionar sus mecanismos durante años. 

Una ruta de molinos frente al mar

Vista de los molinos da Ribeira y Ardeleiro. Foto: Concello de Malpica

Vista de los molinos da Ribeira y Ardeleiro. Foto: Concello de Malpica

Entre los escarpados precipicios de roca granítica que se forman en el litoral de la Costa da Morte a la altura de Malpica de Bergantiños, existe un rincón donde la naturaleza más salvaje se mezcla con la historia y la etnografía. Es precisamente el lugar de Ardeleiro el escenario de una extraordinaria ruta por los márgenes de un arroyo cuyas aguas caen directamente al mar embravecido de estas costas.

Desde este punto, la panorámica que se abre camino es realmente especial, con entrantes y salientes de la tierra en el océano rodeados de furnas y cuevas creadas por la fuerza de la erosión y el paso del tiempo. En los alrededores del riachuelo se extiende un manto que cambia de color en función de la temporada del año, teñido de amarillo por las retamas de los toxos en primavera o coloreado de tonalidades lilas por los brezos que afloran durante el otoño. 

En cualquier caso, se trata de una ruta de lo más sencilla y agradable que sigue los pasos del curso fluvial a lo largo de unos 4,5 kilómetros, dando comienzo a la altura de la cruz de piedra y el cartel informativo de la senda. Nada más comenzar el itinerario, desde lo más alto del acantilado ya es posible observar los cinco molinos que se acomodan en la ribera de este arroyo coruñés, todos ellos construidos en mampostería con cubierta de teja del país y con un único pie.

La única diferencia que presentan las estructuras de las construcciones tiene su razón de ser en la orografía del terreno, pues dependiendo de la zona sobre la que se ubique podemos encontrar tanto molinos de canal como de cubo. Además, todos ellos se encuentran identificados con sus propios nombres: Muíño do Perillete (el más alejado de la costa), Muíño do Tecedén, Muíño Novo, Muíño de Mandeón y Muíño de Varela, este último enclavado a escasos pasos del mar.

Una cruz, otro trágico naufragio

Cruz de piedra en el entorno de los molinos de Ardeleiro. Foto: Wikiloc

Cruz de piedra en el entorno de los molinos de Ardeleiro. Foto: Wikiloc

Galicia es la región de Europa con más naufragios de la historia y la Costa da Morte uno de los rincones con la mayor concentración de catástrofes del litoral gallego ―junto con otros puertos históricos como el de Vigo, Baiona, A Coruña o Ribadeo. No es de extrañar por tanto que, a lo largo del tiempo, todas estas tragedias navales hayan contribuido a agrandar la leyenda que se cierne sobre este segmento noroeste del litoral gallego.

De hecho, a día de hoy son muchas las cruces de piedra y monumentos que se extienden desde la zona de Muros a Malpica de Bergantiños recordando a las víctimas del mar en las temidas aguas de la Costa da Morte. Sin ir más lejos, el entorno de los molinos de Ardeleiro también alberga una cruz en tributo a uno de estos hundimientos: el naufragio de la llamada lancha David un 8 de julio del año 1899. En aquella fatídica jornada de finales del siglo XIX, las furiosas mareas del Atlántico se llevaron por delante las vidas del patrón de la embarcación y sus tres hijos.