10 pueblos del interior de Galicia que te enamorarán a primera vista: ideales para un mini viaje
- Más allá de pueblos marineros y una gastronomía protagonizada por productos estrella como los percebes y las vieiras, Galicia esconde un interior de gran encanto
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La costa gallega se extiende a lo largo de 1.498 kilómetros, siendo el único tramo de la costa española articulado por numerosas rías. Más allá de pueblos marineros y una gastronomía protagonizada por productos estrella como los percebes y las vieiras, Galicia esconde un interior de gran encanto, con paisajes que poco (o nada) tienen que envidiar a los de la costa.
En este artículo de Quincemil y Treintayseis viajamos al corazón de Galicia para hablar de 10 pueblos que te enamorarán a primera vista. Se trata de lugares de gran belleza en los que disfrutarás de la historia y la naturaleza al mismo tiempo. Estamos seguros de que querrás volver una y mil veces. Veámoslos.
1. A Ponte Maceira (A Coruña)
A Ponte Maceira es un enclave único por el que parece que el tiempo no ha pasado. Esta aldea medieval, que pertenece al Concello de Negreira, muy cerca de Santiago de Compostela, alberga un casco histórico de gran belleza. Forma parte de la lista de 'Pueblos más bonitos de España', junto con otros dos pueblos gallegos también merecedores de esta consideración: Mondoñedo y Castro Caldelas.
A Ponte Vella es el principal atractivo de A Ponte Maceira. Un puente románico remodelado durante la Edad Media, que cruza el río Tambre a su paso por la localidad. Importante paso de peregrinos, la aldea alberga otros puntos de interés como el señorial Pazo de Baladrón, conocido también como en Pazo de Quintáns, y la capilla de San Brais, del siglo XVIII, que en su origen estuvo dedicada a la Virgen del Carmen.
2. Allariz (Ourense)
Nos desplazamos hasta la provincia de Ourense para hablar de un pueblo que te dejará sin palabras. Allariz tiene uno de los cascos más bonitos del interior de Galicia y es para muchos, el pueblo más bello de nuestra tierra. Su puente románico, el denominado Ponte de Vilanova, junto al Arnoia, es uno de los espectadores de la vida diaria de la localidad con su permanente presencia.
Pasear por las calles de Allariz es toda una experiencia con la que regresar al pasado, siendo los museos do Xoguete, da Moda y do Coiro otra excelente forma de conocer la historia de esta emblemática villa. Para respirar aire puro, dirígete al Festival Internacional de Xardíns, un espacio de más de 37.700 metros cuadrados de agua, colores y vegetación a orillas del río.
La hoja de ruta de cualquier viajero debería incluir una parada en las aldeas de Santa Mariña de Augas Santas y San Salvador dos Pendeos, un excelente ejemplo de arquitectura tradicional gallega.
3. Castro Caldelas (Ourense)
Un municipio rico en viñedos y bosques mágicos, y con una gastronomía de corte tradicional. Así es Castro Caldelas. Quien se disponga a visitar las inmediaciones de este hermoso pueblo de la provincia de Ourense descubrirá un impresionante cañón sobre el Sil y un importante patrimonio formado por arquitectura religiosa y monumental, siendo la Fortaleza de Castro Caldelas, del siglo XIV, uno de los puntos de mayor interés.
Para los visitantes más curiosos, el Museo Arqueolóxico y Etnográfico recoge muchos de los restos arqueológicos hallados en el propio patio del castillo, mientras que los amantes de la naturaleza tienen el Mirador de Matacás, al que se puede llegar andando en una exigente ruta de senderismo, la PR-G- 237. Otra ruta bonita es el Sendeiro dos Bosques Máxicos, un extenso trayecto de algo más de 20 km que recorren lugares de gran importancia como el Monasterio de Abeleda o la antigua iglesia de Camba.
4. Melide (A Coruña)
Melide es importante paso del Camino de Santiago, cruce de los Caminos Primitivo y Frances, aunque no nos podemos olvidar del apartado gastronómico, pues aquí se come uno de los mejores pulpo de interior. Destaca por su patrimonio arqueológico y alberga diferentes muestras de monumentalidad como iglesias, pazos barrocos y fuentes. Para un mini viaje de un día, es un lugar ideal. Está muy cerca de Santiago de Compostela y otros lugares de interés como Palas de Rei y Arzúa.
5. Mondoñedo (Lugo)
¿Sin planes para el fin de semana? ¿Qué te parece visitar uno de los pueblos de interior más bellos de Galicia y España? Por si cabe alguna duda hablamos de Mondoñedo. Zona de paso del Camino de Santiago e importante foco cultural, el principal reclamo de este pueblo de Lugo es su Catedral, construida por el Obispo Martiño entre 1230 y 1248. Conserva casi intacta la puerta románica primitiva y cuenta con un rosetón ojival del siglo XIII.
Anexo a la Catedral se halla el Palacio Episcopal y, frente a él, los soportales de la bonita Plaza de España, donde se encuentra la estatua sedente del escritor Álvaro Cunqueiro. Declarado Conjunto Histórico-Artístico, recorrer el casco histórico de Mondoñedo es adentrarse en el escenario de una película de época, con sus pequeñas plazas, iglesias, calles empedradas, conventos y pazos urbanos.
Otra de las visitas que no hay que dejar de hacer en Mondoñedo es pasear por el pintoresco Barrio de Os Muíños, que se encuentra muy cerca del casco antiguo y cuyo entramado urbanístico presenta un gran interés etnográfico. También resulta muy interesante visitar el antiguo cementerio de San Lázaro, donde se conservan los panteones de varios músicos y escritores, y pasear por la Alameda de los Remedios, que se encuentra a la entrada de la villa.
6. Monforte de Lemos (Lugo)
Al sur de la provincia de Lugo localizamos la capital de la Ribeira Sacra. Monforte de Lemos cuenta con un bello y espectacular casco histórico con vestigios judíos, un hermoso puente medieval que cruza el río Cabe, un entorno natural a su alrededor digno de conocer y varios museos con manifestaciones artísticas de interés.
Ascendiendo hacia el Monte de San Vicente se encuentra el Conjunto Monumental de San Vicente del Pino, formado por la Torre del Homenaje, el Palacio Condal y el Monasterio Benedictino. Pero eso no es todo. Conocido popularmente como El Escorial de Galicia, el Colegio Nuestra Señora de la Antigua acoge una curiosa colección de pintura con obras de artistas tan relevantes como El Greco.
Además de pasear por el entorno fluvial del río Cabe o visitar el museo de Arte Sacro de las Madres Clarisas, Monforte de Lemos es tierra de viñedos y, por tanto, uno de los mejores sitios de la Ribeira Sacra para salir de vinos, siendo sus variedades más consumidas el Mencía y el Godello.
7. O Cebreiro (Lugo)
Los mejores perfumes se guardan en frascos pequeños, y Pedrafita de O Cebreiro, en la comarca de Os Ancares, es un ejemplo que encaja a la perfección. Aquí encontramos un nutrido conjunto de pallozas, símbolo indiscutible del paisaje, que se concentran en los alrededores de la emblemática iglesia de Santa María A Real, el templo más antiguo del Camino Francés, con su leyenda del Santo Grial, y a lo largo de la única calle de la localidad.
Para disfrutar de unas bonitas vistas panorámicas, hay que dirigirse a O Alto do Cebreiro, a casi 1.300 metros de altitud. La vista se pierde hacia tierras leonesas y se pueden ver los pueblos que los peregrinos han ido dejando atrás en su Camino, como La Laguna. A mediodía, no hay mejor forma de recargar energías que con algún plato de elaboración casera, con productos derivados del cerdo, como su famoso cocido, la empanada o los típicos postres artesanales.
8. O Piornedo (Lugo)
O Piornedo ha logrado preservar su modo de vida. A 1.100 metros de altitud, alejado de todo, este pueblo conserva la esencia de Os Ancares gallegos. Es un magnífico conjunto etnográfico formado por casas de montaña, pallozas, hórreos y alprendes, construcciones características de lugares de alta montaña. Sinuosas e interminables carreteras de montañas conducen a O Piornedo, un perfecto destino de turismo rural en cualquier época del año.
En primavera y verano puedes recorrer alguna de sus rutas o senderos, mientras que en otoño e invierno el mejor plan es refugiarse en una rústica casa rural y disfrutar del crepitar del fuego en la lareira. Los amantes de las buenas caminatas encuentran tramos como la Ruta del Pico Mustallar, la Ruta del Pico Aguilleiro y la Ruta dos Tres Bispos, duras y no aptas para principiantes.
9. Padrón (A Coruña)
Padrón, a un paso de la capital gallega, es la tierra natal de dos importantes figuraras literarias: Rosalía de Castro y Camilo José Cela, ambos con sendos museos en la localidad donde dejaron su huella imborrable y convirtieron la villa en una importante cuna de la literatura gallega. Conocido por sus famosos pimientos de Herbón, por su patrimonio arquitectónico religioso, por su vinculación con el Camino y sobre todo, porque según la leyenda aquí fue donde arribaron los restos del Apóstol Santiago en su viaje desde Palestina, Padrón tiene mucha historia.
10. Ribadavia (Ourense)
Cerramos esta lista de 10 pueblos bonitos de interior con Ribadavia. Tierra de viñedos y uno de los destinos termales más importantes de Galicia, este pueblo de Ourense también es conocido por el Castillo de los Sarmiento o Castillo de los Condes de Ribadavia, y por su bonito Barrio Judío. El legado judío es especialmente palpable en la zona comprendida entre la Porta Nova da Muralla y la Praza da Magdalena. Para conocer los usos y costumbre de este pueblo, es recomendable visitar el Museo Sefardí.
La acogedora Praza Maior es uno de los centros de reunión de la villa, aunque también merece la pena acercarse hasta la iglesia de San Juan o la iglesia de Santiago, uno de los mejores ejemplos del románico tardío del siglo XIII. Para conocer el mundo del vino en profundidad es imprescindible visitar el Museo do Viño de Galicia, en las afueras de la ciudad.