Daniel López, de O Camiño do Inglés (Ferrol): ‘Conseguir el segundo Sol sonaba a utopía’

O Camiño do Inglés (Ferrol) ha recibido su segundo Sol Repsol en la gala celebrada el lunes en Alicante, donde otros 33 restaurantes gallegos han sido galardonados. El chef del establecimiento ferrolano, Daniel López, atiende la llamada de Quincemil limpiando pescado, porque esa es la clave de su éxito, mantener el esfuerzo en el trabajo diario aún cuando llegan reconocimientos públicos tan merecidos como este nuevo Sol.

El cocinero se muestra "muy contento" ante el hecho de que reconozcan su trabajo y, si bien, "fantaseaba" con que este premio llegase, "sonaba un poco a utopía. Había escuchado alguna cosa al respecto pero, en el fondo, no lo creía", asegura. La incredulidad permaneció aún en la llamada que recibió invitándole a la gala de Alicante porque iba a recibir su segundo Sol. Coincidencias de la vida, el chef se encontraba en ese momento en una estación de servicio de Repsol, "tenía el coche averiado y estaba esperando a la grúa, ellos me felicitaban y yo no me lo creía", relata.

El cocinero asegura que este tipo de galardones funcionan con mucho secretismo. "Lo que hacen es enviar comensales expertos en gastronomía que prueban tus platos", pero "no conoces a los inspectores, puedes intuirlo pero nunca identificamos a ninguno", afirma.

O Camiño do Inglés abrió las puertas de su local actual (Espartero, 77) en el 2018 y fue objeto de reforma el año pasado. Allí ofrecen creaciones culinarias elaboradas con productos de mercado "tratado con mimo, con cariño", y basadas en el recetario tradicional aunque con toques internacionales. "Pero siempre con el producto que nos proporciona nuestro mercado de A Magdalena y nuestros proveedores locales", recalca López.

Entre las sugerencias de la carta actual destaca el menú paseo por La Magdalena, con empanada de bacalao con pasas, zamburiña, chorizo y puerro, zorza cruda de pescado azul y jabalí y su escabeche, entre otros bocados, así como el menú do patrón, que añade habas, boletus y almejas o merluza con castaña e hinojo, entre otros.

La historia de este restaurante se remonta al 2010, un año marcado por la gran crisis económica. Daniel López, recién regresado de los Alpes franceses a la ciudad naval, abrió un bar en la calle María. "No sabía ni lo que iba a dar de comer. No abrí teniendo en mente una lista de platos" y lo que hacía era ir al mercado y, en función de la materia prima disponible, ofrecía unas propuestas u otras. "Como no tenía un duro, tenía que adaptarme a productos que no fuesen muy caros", recuerda. No le salió mal, porque tan solo dos años después, en 2012, trasladó su negocio a la calle San Francisco, donde se ubica Josefa’s Bar, y fue ahí donde se planteó formar un equipo y contratar personal hasta contar con una plantilla que en determinados momentos del año llega a estar conformada por nueve profesionales, que se encargan de mantener el restaurante en la cumbre de la gastronomía ferrolana.