Tradición y fusión en las alturas de A Coruña: así es el restaurante Boavista
El local está especializado en eventos para grupos de hasta 250 personas con unas vistas privilegiadas no aptas para los que sufran de vértigo
23 enero, 2020 17:00Una remodelación total para dejar atrás una estética anticuada aderezada con un llamativo amarillo chillón en las paredes dio lugar en 2014 al nacimiento del restaurante Boavista. Este local, ubicado en la novena planta del Casino de la calle Real, ofrece desde hace seis años platos diferentes con un toque de cocina fusión pero sin descuidar lo tradicional, que según cuenta la segunda de sala, Vanesa Castelo, es el secreto de su éxito y la herramienta para fidelizar clientes.
Su nombre no es casual sino que se debe a las propias características del restaurante, desde donde casi se puede ver toda A Coruña y alrededores en 360º, una “boa vista” al fin y al cabo como diría cualquier buen gallego. Tanto es así que algunos curiosos se acercan al comedor solo para utilizarlo como mirador, el sentarse a comer lo dejan para otro momento.
El valor añadido del local, al margen de la buena gastronomía, son sus 250 m2 de comedor flanqueados por la calle Real por un lado y la Marina por el otro. Este gran espacio en pleno centro de la ciudad y con una capacidad máxima de 250 comensales les permite diferenciarse y ser la mejor solución para empresas que quieren celebrar comidas multitudinarias o novios que buscan un lugar que goce de buena ubicación para celebrar su banquete de boda.
Todos los detalles están cuidados al milímetro, desde los manteles hasta el último elemento decorativo de la pared. A su vez, la carta se modifica semanalmente para sorprender al cliente pero en ella nunca faltan pescado del día y productos tradicionales de la cocina atlántica. Esto ha provocado un efecto llamada que ha llevado hasta las mesas del Boavista a personalidades destacadas del ámbito de la política local y algunos rostros conocidos de la pequeña pantalla.
“Se ha llegado a oficiar una boda en nuestro comedor”
¿Qué os llevo a confiar en que el restaurante sería un éxito cuando empezasteis?
Empezamos con mucha disposición y ganas de traer a Coruña una nueva gastronomía de cocina tradicional elaborada pero con un toque artesano que no suelen ofrecer otros restaurantes, además de que se hizo al local una reforma en profundidad para mejorar su imagen. Sí es verdad que cuando abrimos fue un poco con la expectativa de ver qué pasaba porque al estar en una sociedad como el Sporting Club Casino podía haber confusión de si para acceder al restaurante había que ser socio o era de entrada libre, que por supuesto lo es.
Todo empezó a ir sobre ruedas gracias al boca a boca y cada vez venía más gente. Ahora con las jornadas que organizamos del cocido, la lamprea o el bacalao también notamos que se nos tiene en cuenta y somos un poco la referencia en cuanto a platos tradicionales se refiere.
¿Cuál es el plato estrella de vuestra carta?
El arroz con bogavante es sin duda uno de los platos favoritos de los clientes. Otras especialidades que tienen éxito también son las croquetas caseras a base de langostino, el jarrete estofado al vermú o la merluza en caldeirada.
Solemos utilizar producto tradicional de la cocina atlántica y el pescado con el que cocinamos es siempre del día. Utilizamos sobre todo merluza de pincho, rape o bacalao que nos traen de Pontevedra y que se desala allí, nos preocupamos mucho de que el producto servido en la carta sea de la tierra.
¿Cómo combináis la cocina tradicional y de fusión?
Decimos que hacemos cocina de fusión porque nuestra forma de trabajar se basa en utilizar el producto base y aplicarle recetas nuevas. Nos gusta elaborar alioli y salsas diferentes y a los langostinos con pasta kataifi les damos un punto alternativo pero sin perder de vista la esencia de lo tradicional.
Os encargáis de la comida para bodas, banquetes, cumpleaños, bautizos o comuniones. ¿Cuál ha sido el evento más especial que habéis organizado?
Vivimos con emoción la celebración de las Bodas de plata de una pareja que nos reservó el salón para volver a casarse. Eligieron el lado próximo al ventanal desde el que se divisa toda la Marina, el Castillo de San Antón, los Cantones y hasta la punta de Seixo Branco en la costa de Ferrol. Prepararon un atril y sillas y un actor vino a oficiar la ceremonia para hacerla lo más fiel posible a la original.
El Boavista está ubicado en el edificio del Casino, ¿esto os beneficia como negocio u os perjudica?
El 90% de nuestra clientela es de fuera del Casino pero sí es verdad que hay gente que es socia y viene asiduamente a comer porque hacen vida en el edificio día a día. Nuestra clienta más especial es Chicha, una centenaria coruñesa vinculada a la institución desde hace décadas y que ya forma parte de nosotros. Tiene mérito porque es una mujer muy mayor que vive y se gestiona sola y además tiene un paladar súper agradecido porque come de todo.
¿Cuáles son las épocas con más clientela y qué ofrecéis que os diferencie de otros locales similares?
Sin duda diciembre es nuestro mejor mes y estas Navidades pasaron por nuestro comedor más de 4.000 personas. Es de los únicos momentos del año donde hay problemas para reservar junto con la celebración de las jornadas lacónicas porque viene mucha gente y sobre todo grupos muy numerosos de 20,30,40 e incluso 100 personas.
El plus que ofrecemos es que casi no hay salones en el centro donde quepan 250 personas y nosotros nos enfrentamos a estos retos de grupos todos los días. Además, nuestro menú del día es muy dinámico y económico (13 euros) y se puede disfrutar de una comida completa con un primer plato, segundo plato, postre, café, agua y pan con posibilidad de elegir entre tres primeros y tres segundos que incluyen siempre carnes, pescados y arroces.
Sí recomiendo reservar para venir al restaurante, sobre todo si se quiere disfrutar de las vistas. Esto muchos comensales ya lo tienen interiorizado y el lado del ventanal que prefieren es lo primero que te dicen cuando llaman por teléfono.
¿Cómo se dibuja el futuro del local?
Está programado hacer un cambio estético de la barra y del salón de cara al final del verano para que el restaurante no sea lo de siempre y así dar mejor servicio. En cuanto a la oferta gastronómica, seguiremos con menús especiales como el que elaboraremos en febrero con motivo de San Valentín, al mismo tiempo que seguiremos experimentando nuevas recetas con productos como la cereza negra para los postres, por ejemplo.