La cervecería Xuntanza de Santiago reabre con terraza después de dos años
El Xuntanza se quedó sin su clásica terraza con tarima en septiembre de 2019. Este duro golpe, sumado a la pandemia, hizo que se planteasen tirar la toalla. Finalmente han decidido reabrir este miércoles recuperando su terraza, con mesas hechas a medida.
9 junio, 2021 12:37Pensar en la Rúa da Fonte Sequelo de Santiago es sinónimo de recordar la característica terraza de la cervecería Xuntanza, instalada sobre una tarima que fue durante años lugar de reunión y hasta escenario de conciertos, todo ello aderezado con sus tapas calientes a elegir.
En septiembre de 2019, tan solo dos meses después de que terminasen de pagar el crédito solicitado para su construcción, la historia de esta tarima llegó a su fin, dejando al local sin la posibilidad de servir en el exterior.
Unas obras en la calle obligaron a retirarla y sus propietarios no pudieron volver a instalarla. Meses después de ese duro golpe llegó la pandemia, lo que llevó a que se planteasen cerrar, ya que la cervecería era inviable con el aforo reducido permitido en el interior.
En lugar de eso, el Xuntanza reabre este miércoles a las 18.00 horas con una importante novedad: vuelve a tener terraza, aunque diferente, con unas mesas de madera de pino hechas a medida, adaptándose a la pendiente de una calle que ya los echaba de menos.
La reapertura
"Por primeira vez plantexámonos se realmente pagaba a pena seguir ou non, pero saímos a por todas e agardamos que isto vaia para adiante e que todo quede nun mal soño, algo polo que había que pasar", explica el propietario del local, Gonzalo Quiroga, en una entrevista concedida a Quincemil.
La apuesta de este hostelero llega en un momento muy complicado: tras haber terminado de pagar el crédito de la anterior terraza dos meses antes de la retirada y después de un verano de 2020 muy complicado, el nuevo mobiliario hecho a medida supone una inversión de miles de euros.
"As mesas son de madeira de piñeiro galego e están feitas polo mesmo carpinteiro que os bancos da Catedral de Santiago; aínda co proxecto aprobado estivemos dubidando se levalo adiante ou non", prosigue.
Finalmente, el nuevo Xuntanza volverá a abrir sus puertas este miércoles a las 18.00 horas y trabajará todas las tardes-noches de martes a domingo, así como los mediodías durante los días de fin de semana.
"Quen veña vaise atopar o de sempre: imos seguir na mesma liña, sendo un bar familiar co noso sistema de tapas, cunha tapa quentiña para escoller, aínda que con máis oferta", invita Quiroga, quien entiende que "se algo funciona, non hai por que cambialo".
La principal novedad, más allá de las mesas de la terraza, llegará de la mano de una mayor oferta de cervezas artesanales, uno de los emblemas del Xuntanza, y de una carta ampliada, con hamburguesas de vaca gallega y de "porco celta", tablas de embutidos de Lugo, nachos y pulpo.
"Estas mesas, que se parecen ás das pulperías, pedían pulpo: nunca o traballáramos antes, só para un concurso de tapas, pero era unha idea que hai tempo que tiñamos", detalla Quiroga.
Desde que anunciaron su reapertura, la acogida ha sido muy buena. "A xente está encantada, recibimos moito apoio todo este tempo e agora páranos para dicirnos que se alegran moito de que volvamos", celebra.
Los demás locales de la zona también celebran su regreso, ya que "todo o que sexa facer barrio axuda", máxime entre una generación de hosteleros "que ten interiorizado que hai que colaborar e que, se ó do lado lle vai ben, a ti tamén".
El origen
El Xuntaza abrió sus puertas en 2012, con un nombre que buscaba recordar una sala de fiestas de Sarria -de donde vienen sus impulsores- de la que tan solo habían oído hablar en las historias que contaba la generación de sus padres.
"O nome pareceunos moi axeitado para o concepto de bar que tiñamos en mente, con moita xente coñecida que vai chegando e xuntándose; a verdade é que a idea saiu tal cual", apunta Quiroga.
Otro de los grandes iconos del local es su logotipo, que emula el escudo de la Xunta de Galicia cambiando el cáliz y la hostia por una jarra de cerveza y su espuma y sustituyendo la corona por una boina.
"Eu non tiven nada que ver: encargámoslle o logotipo a un amigo artista de Sarria e isto foi unha xenialidade súa que xa nos queda para sempre", explica Quiroga, quien destaca que mucha gente se detenía frente al local para fotografiar esta icónica imagen.
El local, ubicado en la Rúa de Xelmírez, siempre tuvo que lidiar con el problema del poco espacio del interior, con un aforo de 36 personas que queda reducido a ocho con las actuales restricciones.
Así, la terraza, construida en 2014, fue el factor diferencial para hacer que el local no solo fuese viable, sino que pasase a convertirse en todo un símbolo.
"Ós veciños non lles molestaba: todo o contrario, cando a retiraron todo o mundo dicía que lle daba vida ó barrio e ó comercio e que a esquina quedara totalmente morta, era moito máis que a terraza dun bar", relata Quiroga.
El Xunta afronta ahora con "optimismo" la reapertura, a pesar de que su nueva terraza implica invertir más de una hora al día entre montar y desmontar. "Se algo funciona, non hai por que cambialo: imos manter o que tiñamos, a nosa esencia", concluye.