Cynthia Corgo, responsable de Mi Niña Lola.

Cynthia Corgo, responsable de Mi Niña Lola. Quincemil

GastroGalicia

Abre en Santiago Mi Niña Lola, un bar para complementar la oferta hostelera de Abastos

Hace una semana abrió sus puertas en la Praza de San Fiz de Solovio Mi Niña Lola, un local que busca complementar a los restaurantes del Mercado de Abastos ofreciendo todo lo demás: desayunos, vermú, raciones, cañas, vinos y copas

11 diciembre, 2021 12:35

Hace una semana que abrió sus puertas en Santiago Mi Niña Lola, un bar con nombre de canción situado en la Praza de San Fiz de Solovio que busca complementar la oferta hostelera del emblemático Mercado de Abastos con un amplio horario que busca abarcar desde el desayuno hasta la medianoche.

"Soy cliente habitual de la zona y veía que me faltaba un bar: hay muchos restaurantes de muy bien nivel y quieren hacer lo suyo, pero acaban cumpliendo la función de dar cafés, cañas y el vermú", explica a Quincemil la propietaria del local, Cynthia Corgo.

Así, dejando las comidas y cenas para los restaurantes de la zona, Mi Niña Lola se centra en todo lo demás: desayunos, vermús, raciones, cañas y copas, con una propuesta "totalmente distendida" pero pensada para que el cliente "pueda venir mañana, tarde y noche".

Origen

Después de años dedicada a la hostelería, Corgo había empezado a trabajar en una oficina dedicada a la administración y las finanzas. Sin embargo, seis años después sentía que necesitaba un cambio laboral. La respuesta la encontró en un pequeño bajo en el alquiler en San Fiz de Solovio.

"En cuanto vi el local me empezó a funcionar la cabeza, llamé a la propietaria, vine a verlo y tomé la decisión de que sí, de que me lanzaba: me senté delante del ordenador y empecé a darle forma al proyecto por escrito", relata.

Después tocó esperar, ya que había otras dos personas interesadas, pero finalmente Corgo fue quien lo alquiló. "Siempre tuve la espinita de que volvería a la hostelería, pero quería algo mío, algo propio, y esto surgió de la nada".

El concepto lo tenía claro: como clienta habitual de los locales de la zona sentía que faltaba un bar, ya que el entorno del Mercado de Abastos está lleno de restaurantes "que están pensados para servir comidas, pero terminan cumpliendo la función de dar cañas, cafés y vermús".

Cynthia Corgo en el interior de Mi Niña Lola.

Cynthia Corgo en el interior de Mi Niña Lola.

"Hay muy buen rollo con los vecinos: tenemos muy buen trato y me han transmitido que al final les viene genial que haya en la zona un bar como este", destaca Corgo, quien entiende que su local llega para "complementar" la oferta y "darle más vida" a una zona ya muy dinámica.

El arranque, sin embargo, se ha hecho de rogar: pese a haber empezado a trabajar el proyecto en abril con la vista puesta en abrir en agosto, los trámites, las licencias y las obras en el local -vacío y con suelo de tierra- obligaron a retrasar los plazos hasta este mes de diciembre, justo antes del puente.

Oferta

Pese a las dificultades con los plazos, el 3 de diciembre Cynthia Corgo abrió las puertas de Mi Niña Lola, el bar que a ella le gustaría que hubiese en el Mercado de Abastos.

"El primer día hubo una inauguración para allegados y familiares y desde el sábado 4 ya para todo el público: por ahora estoy muy contenta con la acogida, ya ha habido grupos y parejas que han venido y han repetido", celebra.

Mi Niña Lola, junto al Mercado de Abastos.

Mi Niña Lola, junto al Mercado de Abastos.

Y es que en los primeros días ha conseguido llenar el local en las horas punta -el vermú y a partir de las 18:00 horas- pese a que todavía no ha llegado el rótulo que indique que vuelve a haber vida en un bajo vacío desde hace una década.

"El día que abrimos la gente entraba a preguntar de qué era el local y cómo se llamaba, así que pusimos el nombre con rotulador al lado; ahora ya me dicen que lo deje puesto así aunque llegue el cartel", añade.

Detalles del interior de Mi Niña Lola.

Detalles del interior de Mi Niña Lola.

El horario durante este primer mes es maratoniano: de 9:30 a 00.00 horas y de lunes a domingo, buscando ofrecer tanto desayunos a primera hora como raciones a lo largo del día, todo ello junto a cafés, cañas, vermús, vinos y copas.

"Por ahora en vez de meter todo de golpe en la carta vamos poquito a poco: para los desayunos hay bollería, tostadas y otras cositas, y de raciones tenemos cinco de las diez o doce que habrá en total", explica.

En todo caso, la variedad está garantizada: la oferta va desde ensaladilla y patatas bravas o con alioli -también en tapa- hasta ensalada caprese, ceviche de viera y raxo con patatas, con la intención de que dé "para una comida o cena con dos o tres raciones".

Detalles del interior de Mi Niña Lola.

Detalles del interior de Mi Niña Lola.

Mi Niña Lola espera consolidarse en una zona en la que también se observa una tendencia que llegó para quedarse con la pandemia: se han cambiado las noches por las tardes y ahora hay más movimiento entre la hora del vermú y hasta las 23:00 horas.

"Llevo todo el año volcada en este proyecto y ahora espero que poco a poco vayamos llegando a la gente y captando grupos; además, como estamos en un momento de burbujas, a partir del día 15 también tendremos una propuesta cerrada con cava por botella acompañado de un maridaje", concluye.